sábado, 18 de abril de 2009

Bolo "Técnico"

Con este particular binomio, ha definido Anxo una jornada tras los sargos.
Anxo, Fran, Jose y yo habíamos quedado en la costa de la Vela para intentar una pesca que cada vez gana más adeptos. Algo de lluvia amenazaba por la mañana, pero es algo que no frena al que está dispuesto a sacar alguno de estos espáridos.Tras una buena caminata, llegamos al lugar escogido. Aún quedaba el descenso al pedrero, pero desde arriba, mis acompañantes planificaban la estrategia a seguir.Todos nos fuimos preparando. Anxo me fue explicando cómo suelen pescar ellos por estos lugares. Algunas preguntas que le formulaba, iban siendo contestadas y cuando ya estábamos preparados para comenzar, fuimos tomando posiciones.Antes de que me diera cuenta, Fran izaba una boga. Anxo hacía lo propio en la postura donde yo me encontraba. Este tipo de peces no gozan de mucha popularidad entre los pescadores de costa.
El mar generaba zonas de espuma aptas para la búsqueda del sargo, pero la costa es muy extensa y habría que buscar otros lugares donde poder engañarlos.Cuando ya me habían comido la tercera gamba, opté por ponerle tira de chipirón. Así salió mi primera boga. Me llamó la atención que mientras son izadas muchas comienzan a defecar. Luego me comentaron que se les conoce como "cagonas".
Me tuve que ir de aquella calada porque de lo bien que se engañaban y la habilidad que tienen para "serrarte" la línea con sus dientes, me iba a quedar sin anzuelos.Fran y Jose se habían desplazado hacia la derecha y yo tomé el rumbo hacia la izquierda ya que había alguna zona donde se podía pescar entre dos.
Un indicativo de las zonas predilectas de los sargos son las calvas que hay entre las colonias de mejillones y percebes. Aquí por suerte abundan piedras con esas características.Se me hacía algo incómodo desplazarme con una caña de 6 metros por esta abrupta costa, plagada de grandes rocas graníticas, pero al tiempo me maravillaba contemplar el modelado que el paso de los siglos había conseguido esculpir a golpe de olas, viento y lluvia.
Otra de las particularidades de este lugar es que se pueden observar desde un mismo punto las islas Cíes y las Ons, ambas incluidas en el parque nacional Illas Atlánticas.Fran y Jose volvieron a intentarlo en una punta. No sabía si ya habían capturado algún sargo, pero Jose había pronosticado que sería "el maestro" el primero en sacar alguno.Cuando me estaba acercando al lugar donde Anxo se encontraba, este izaba un sargo. Pensé que era el primero que sacaba, pero en una de las múltiples pozas de agua que se forman entre las piedras, ya nadaban varios de estos rayados espáridos que había sacado con anterioridad. El pescador les concedía el indulto y la subida de la marea se encargaría de ponerlos en libertad. Lo cierto es que la pesca responsable va llegando a todas las disciplinas. Muchos sargos que tienen la talla mínima legal son liberados. Todo un gesto para hacer que este tipo de pesca perdure en el tiempo.Había ocasiones en las que las olas golpeaban con tal fuerza, que la mole pétrea en la que me encontraba subido se movía. Hay que tener cuidado porque una de estas olas nos puede hacer pasar un mal trago. Una frase que un pescador le comentó al compañero decía algo así como: "Chaval, mira para el mar, que el mar no mira para tí".
Son muchos los dichos populares que hacen referencia a la peligrosidad del mar, pero esto no es suficiente porque todavía se producen desgracias relacionadas con la pesca en el mar.En una nueva ubicación comenzaron a picar las chopas. Este espárido frecuenta los escenarios donde se pescan los sargos, pero estos últimos son más difíciles de engañar.Algunas de estas presentan una coloración fascinante. Los tonos rosados son frecuentes, pero hay ejemplares que portan unos azulados que parecen más propios de peces de otras latitudes.Mientras hablábamos de minerales y rocas, las chopas iban saliendo a buen ritmo. Tras un breve vistazo, eran devueltas al mar. Con lo divertido de esta pesca se nos fue el santo al cielo. Había que ir a reponer fuerzas. Entonces volvimos sobre nuestros pasos cargados con todos los bártulos, observando para los espumeros. Hoy el mar no nos quería obsequiar con buenos sargos.Cuando llegamos al punto donde habíamos dejado los víveres, Fran y Jose ya no estaban.
Todavía quedaba mucha tarde, pero el mar no había subido mucho por tratarse de mareas de poco coeficiente. Ante este panorama, nos lo tomamos con mucha calma y tuvimos una larga charla sobre muchos aspectos de la pesca.
Con las fuerzas renovadas teníamos que subir por la pared que se ve en la foto. Es una subida de unos 90 metros desde el agua hasta la cima, con una pendiente exagerada. Lo más recomendable es hacer alguna parada por el medio.
Una vez arriba quedaba volver hasta los coches. Y antes de marchar había que hacer una parada en el bar para hidratarse nuevamente. Otra larga charla sobre la pesca puso el punto y final a una jornada muy completa.
Desde aquí agradezco a Jose, Fran y Anxo el haberme permitido acompañarles en esta jornada. Espero repetir con unas mejores condiciones para sacar mi primer sargo a boya.

viernes, 10 de abril de 2009

Limpieza en Zamanes

Algunos de los integrantes del foro Vigospinning, nos habíamos propuesto hacer una limpieza de los márgenes del embalse de Zamanes. La lluvia y los compromisos no permitieron que estuvieran todos los que inicialmente se habían apuntado, pero los que teníamos el firme convencimiento de llevar a cabo dicha tarea, nos reunímos a las 9:30 am.
Una vez repartidas las bolsas y los guantes, nos pusimos manos a la obra.Las caras de incredulidad de los que en esos momentos estaban pescando, (no por ello los denomino pescadores), nos hacían trabajar con más ahínco. Latas, papel de aluminio, plásticos, cristales, etc. Daba igual que estuvieran en medio de los tojos o de las zarzas. Si los divisábamos, los recogíamos.Al llegar junto al muro del embalse divisamos al encargado de controlar las compuertas. Juan le comentó lo que estábamos haciendo. Tener que pasar por debajo del embalse nos retrasaría un buen rato y la lluvia amenazaba con aparecer en cualquier momento.
El hombre accedió a la petición, así que pesamos la basura que llevabamos hasta el momento y la depositamos en un contenedor cercano. Esto nos permitiría comenzar del otro lado con bolsas nuevas, ya que el segundo punto de recogida quedaba a bastante distancia.Ya que estába encima del muro del embalse, quise tomar una instantánea de una vista que está "vedada" a cualquier persona ajena al mantenimiento de este, ya que los accesos en ambos laterales están protegidos con sendas rejas.En la otra orilla había más basura. Tengo que apuntar que estos desperdicios no sólo son abandonados por gente que va a pescar, si no por gente que va hasta allí en su tiempo de ocio, a caminar, pasear en bicicleta, con el perro, etc. Aún así los "pescadores" son los que aportan una mayor cantidad de desperdicios.Diego y yo nos las arreglamos para sacar del agua una valla de obra. Es lo más destacable que nos encontramos en el embalse propiamente dicho. En este segundo punto de recogida, había una profunda récula en la que había unos trozos de fleje metálico y una olla. Por tratarse de algo biodegradable y por el difícil acceso, decidimos dejarlo allí. (Después nos llevaríamos una sorpresa).
Pesamos nuevamente la basura recogida y la dejamos allí, para posteriormente llevarla a un contenedor.Una vez recorrido el perímetro total del embalse echamos cuentas del total de basura recogida.
95 kilos de basura. Teniendo en cuenta que la gran mayoría eran latas de aluminio, cajetillas de tabaco y bolsas de plástico, nos pareció una cifra bastante significativa.
Lo más curioso que nos encontramos fueron unas bombillas y un buzón de correos.Antes de rematar la faena, la foto de recuerdo. De izquierda a derecha: Miguel (Lubinero), Juan (Jalaico), Silvio (Motero), Diego (Manguruyu) y yo (Osemarco).
A continuación nos fuimos a recoger las bolsas del segundo punto.Antes dije que nos llevaríamos una sorpresa. Cuando llegamos al punto donde dejáramos las bolsas, alguien había recogido la olla y los trozos de fleje metálico.
Así que, redondeando, han salido unos 100 kilos de basura del entorno del embalse de Zamanes, gracias a la colaboración del foro Vigospinning y a la ayuda de un cooperante anónimo, que todos supusimos que había sido un señor mayor, que se encontraba cerca del lugar.
Agradecemos también la ayuda del operario de mantenimiento del embalse, por dejarnos pasar por encima del muro.
Una mención especial para Silvio, ya que no es pescador de agua dulce y aún así ha querido colaborar.
Un deseo:
Espero que esta acción, sirva para que toda la gente que nos ha visto limpiando (que han sido muchos), tenga en cuenta que hay que mantener limpio el entorno, y que cada vez que se mire a alguien tirando desperdicios, se le llame la atención.

martes, 7 de abril de 2009

Del mar a la montaña

El domingo decidí irme con Antonio hasta la costa. La marea no era muy propicia pero las ganas de acercarse hasta el gran azul era suficiente razón para madrugar.El mar estaba un poco más desapacible de lo que se esperaba, pero la captura de una gran aguja por un pescador que se encontraba a nuestro lado, no me desanimó.
Nuestro objetivo era la lubina, así que comenzamos pescando con los peces artificiales.
Antonio se había subido a una roca para alcanzar mayor distancia, pero en vista de que el mar aún estaba bajo, decidí fotografiar un poco el entorno.La instantánea más buscada era sin duda la de las olas rompiendo contra las rocas. Un espectáculo que visto desde un lugar seguro, es toda una maravilla.Una vez los rayos de sol se precipitaron por las laderas de las montañas circundantes, las colonias de diminutos mejillones comenzaron a brillar como el azabache.
Después de un rato indeciso y como el nivel del mar todavía estaba bajo, nos decantamos por cambiar de zona.Este era el aspecto que presentaba el mar, cerca del faro. El mar sólo nos permitiría pescar con chivos, pero al poco decidimos dar por concluída la jornada.

Lo cierto es que estos lugares nos deleitan con escenas de belleza inigualable.

Como la mañana no fue afortunada en lo referente a la pesca, por la tarde me dirigí hasta la montaña, para pescar en un río que discurre en un entorno único.Nada más llegar, esta es la vista que domina el valle. Los tojos aportan su color áureo entre el verde intenso de retamas y pinos. Sin embargo la bajada entre los tojos no es nada agradable.Una vez abajo, el entorno es espectacular. Este es uno de los primeros ríos que conocí como pescador. Los años no lo han mejorado, pero entre sus grandes piedras graníticas todavía se esconden unas bravas y bellas truchas.Me extrañó no mirar ninguna pintona en la parte donde suelo comenzar a pescar en este río. Mis sospechas se hacían mayores a medida que subía escubriñando cada rincón con la pequeña cucharilla cobriza. Una truchita picó al engaño, tras mucho insistir en las corrientes.
Antes de regresar, quise subir hasta un gran pozo en el que se suelen avistar buenos ejemplares.
Un rápido vistazo me hizo dar cuenta de que este no era ya el río de años anteriores. Al final del pozo hay unas buenas tiradas y quise aprovechar para intentar sacar algun bello ejemplar.
Este es un río en el que cada tabla o pozo tiene su encanto. En una zona con poca corriente, algo me llamó la atención.Se trataba de una paloma, supongo que mensajera. Mi hermano se ha dedicado a la columbicultura y algo sé del tema.
Al principio pensé que estaría herida por el ataque de un azor o gavilán, pero después comprobé que no había rastro de sangre. Hace unos días me había encontrado con un visón y hoy me había encontrado con esta paloma.
Luego supuse que se trataría de una paloma que estaba haciendo un alto en el camino, en una de las muchas competiciones que se hacen durante el año. La paloma portaba unas anillas que no había visto antes.La paloma resultó ser de Portugal. Había sido anillada en el 2007 o con una anilla de ese año.
Las anillas de la otra pata eran unos modelos un tanto extraños, como le comenté posteriormente a mi hermano.
Tras desearle un buen viaje de regreso a su palomar, la liberé para que prosiguiera su retorno.
Esto fue lo que dió de sí esta jornada. Una captura en forma de pez y muchas en forma de bellos paisajes.