El jueves 17 de Mayo (Día das Letras Galegas), me fui hasta casa de Walter, pues habíamos quedado para visitar el Aquarium Finisterrae.
Aunque mi compañero ya conocía de sobra el lugar, yo todavía no había estado en las instalaciones, por lo que Walter ejerció de guía de excepción.
He de confesar que casi iba exclusivamente por ver los peces de los acuarios, ya que sin duda es lo más llamativo de todo el museo.
Lo que iba mirando lo observaba el tiempo justo para apreciar los detalles que me parecían más interesantes. Muchas de los datos expuestos los sabía por libros y documentales, pero siempre hay algo nuevo que aprender.
Aunque ya conocía a los plusmarquistas de velocidad en el océano, me llamó la atención el pez volador, ya que alcanza unos nada despreciables 65 Km/h.
El tamaño poco habitual de estos ejemplares de bogavante y langosta, se merecieron mi atención y por lo tanto, esta instantánea.
Y cómo no podía ser de otra manera, los animales vivos son los que despertaron toda mi atención.
Este bogavante se mostraba tranquilo en su escondite y posó para la foto.
Pudimos admirar a las cigalas en sus respectivos refugios subterráneos, aunque en un plato a la mesa, causaría más admiración si cabe jejeje.
En este pequeño muestrario de las distintas dentaduras de algunos peces, destacaría el diente del Carcharodon megalodon.
Este tiburón primitivo ha despertado mi fascinación desde hace años, no sólo por su tamaño sino por todo lo que le rodea.
Peces teleósteos y cartilaginosos en un mismo acuario.
Las pintarrojas sin duda son las que más me gustaron, por su parentesco con los tiburones.
Mientras el grueso de los visitantes se fueron a mirar cómo alimentaban a las focas, Walter y yo pusimos rumbo a la Sala Nautilus.
Aquí estuvimos un buen rato observando los peces y grabando en vídeo su natación pausada.
La escasez de luz hizo imposible tomar fotografías interesantes, pues me hubiera gustado tener alguna instantánea de las corvinas, los robalos, las doradas y los sargos, entre otros.
A continuación nos desplazaríamos hasta los estanques exteriores para mirar las focas detenidamente.
Muy cómicas en todo momento, las focas hacen las delicias de los más pequeños ...
... pero su dominio de las aguas también despierta el interés de los adultos.
Esta nos guiñó un ojo mientras se acercaba a nuestra posición.
Walter me comentó que había una zona en la que disponían de las plantas más representativas de nuestras costas, sabedor de que también me gusta la botánica.
Me atreví a ir comentando los nombres científicos de las pocas que conocía, ya que son las especies botánicas del interior las que identifico con mayor facilidad.
Al mirar este panel, me acordé de esta entrada del blog de Juan Poper: Mi nuevo colega.
Me encantó esta visita a lo que sería el paraíso de un pescador de costa. Muchos peces de gran tamaño, que despiertan las ganas de pescar o simplemente hacen que recordemos momentos vividos con algunos de ellos.
Antes de poner punto y final a la visita, pudimos mirar a un pescador con su embarcación, a la búsqueda de alguno de los peces que habíamos visto minutos antes.
He de confesar que casi iba exclusivamente por ver los peces de los acuarios, ya que sin duda es lo más llamativo de todo el museo.
Lo que iba mirando lo observaba el tiempo justo para apreciar los detalles que me parecían más interesantes. Muchas de los datos expuestos los sabía por libros y documentales, pero siempre hay algo nuevo que aprender.
Aunque ya conocía a los plusmarquistas de velocidad en el océano, me llamó la atención el pez volador, ya que alcanza unos nada despreciables 65 Km/h.
El tamaño poco habitual de estos ejemplares de bogavante y langosta, se merecieron mi atención y por lo tanto, esta instantánea.
Y cómo no podía ser de otra manera, los animales vivos son los que despertaron toda mi atención.
Este bogavante se mostraba tranquilo en su escondite y posó para la foto.
Pudimos admirar a las cigalas en sus respectivos refugios subterráneos, aunque en un plato a la mesa, causaría más admiración si cabe jejeje.
En este pequeño muestrario de las distintas dentaduras de algunos peces, destacaría el diente del Carcharodon megalodon.
Este tiburón primitivo ha despertado mi fascinación desde hace años, no sólo por su tamaño sino por todo lo que le rodea.
Peces teleósteos y cartilaginosos en un mismo acuario.
Las pintarrojas sin duda son las que más me gustaron, por su parentesco con los tiburones.
Mientras el grueso de los visitantes se fueron a mirar cómo alimentaban a las focas, Walter y yo pusimos rumbo a la Sala Nautilus.
Aquí estuvimos un buen rato observando los peces y grabando en vídeo su natación pausada.
La escasez de luz hizo imposible tomar fotografías interesantes, pues me hubiera gustado tener alguna instantánea de las corvinas, los robalos, las doradas y los sargos, entre otros.
A continuación nos desplazaríamos hasta los estanques exteriores para mirar las focas detenidamente.
Muy cómicas en todo momento, las focas hacen las delicias de los más pequeños ...
... pero su dominio de las aguas también despierta el interés de los adultos.
Esta nos guiñó un ojo mientras se acercaba a nuestra posición.
Walter me comentó que había una zona en la que disponían de las plantas más representativas de nuestras costas, sabedor de que también me gusta la botánica.
Me atreví a ir comentando los nombres científicos de las pocas que conocía, ya que son las especies botánicas del interior las que identifico con mayor facilidad.
Al mirar este panel, me acordé de esta entrada del blog de Juan Poper: Mi nuevo colega.
Me encantó esta visita a lo que sería el paraíso de un pescador de costa. Muchos peces de gran tamaño, que despiertan las ganas de pescar o simplemente hacen que recordemos momentos vividos con algunos de ellos.
Antes de poner punto y final a la visita, pudimos mirar a un pescador con su embarcación, a la búsqueda de alguno de los peces que habíamos visto minutos antes.
VÍDEO RESUMEN
No hay un año que libre de ir un par de veces y la zona más subterráneo me gusta un montón.
ResponderEliminarEs una recomendación para pasar un día en familia, una auténtica maravilla.
Un saludo Jose y Walter
A mí me gustó mucho, y como le comenté a Walter, Vigo debería tener el mejor acuario de Europa. Ya sólo por la importancia que tiene el mar en su economía.
EliminarSaludos
pero andas por todos lados carallo jejejeje, s2 jose
ResponderEliminarHai que darlle jás ó coche jejeje.
EliminarSaludos
yo fui un par de veces, pero no me casanria de ir un dia si y otro tambien, es precioso y el subterraneo con todas la doradas, lubinas, sargos, etc, etc, es increible!!
ResponderEliminarBuena visita con un gran colega
Un abrazo crack
A mí también me han maravillado esos peces. Más que el tiburón incluso.
EliminarSaludos
Lo visitamos el verano pasado y salimos muy contentos,las focas nos regalaron el momento mas dulce..altamente recomendable para los que nos gusta la vida marina.Saludos
ResponderEliminarSin duda. y para que los más peques disfruten de otra visión del mar.
EliminarSaludos
es una visita muy recomendada y en especial si se trata un aquario grande pero la vista se tiene que tomar con mucha calma para ver todos los detalles
ResponderEliminarEl tiempo apremiaba, por eso no nos paramos mucho, pero ya llegará el momento de repetir.
EliminarSaludos
Yo estuve este verano pasado Jose,y me gusto mucho,y no te digo a mi hija que ya quiere volver.
ResponderEliminarSaludos.
Los niños y algunos mayores son los que de verdad se embelesan por la particular visión del mundo subacuático.
EliminarSaludos
Que guapada!!!
ResponderEliminarA ver si un día de estos puedo darme una vuelta y verlo..
S2
Si vas avisa que repito jejeje.
EliminarSaludos
Di que sí Jose a veces apetece vivir la pesca sin tener una caña en la mano.He visto el vídeo y me ha dado pena que sea uno de los que los pescancon lo tranquilos que viven en su medio jeje.Saludos Jose.
ResponderEliminarLlevas razón Iván, pero nuetra afición no se percata de lo que ocurre debajo de la superficie.
EliminarSaludos
Bonito sitio Jose, todavía recuerdo mi visita hace ya casi 4 años. Si vieras los acuarios de Lisboa o Valencia si que ibas a flipar, a mí casi me tienen que amordazar para sacarme de allí jajaja
ResponderEliminarSaludoooooooooooooos
Valeeee. Y el de Tokio y Denver aún más.
EliminarPero por aquí es lo que tenemos y desde hace bastantes años.
Ya se hará algo mejor.
Saludos
Jose muy bonito e interensante tiene que ser ese museo. La foto de la foca es una maravilla.
ResponderEliminarSaludos
Me hubiera gustado fotografiar los peces, pero la luz era escasa y la cámara no era la indicada.
EliminarSaludos
Hno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarSiempre estos lugares, como los zoológicos o similares, me producen sentimientos encontrados, maravillado por un lado por las bellezas de las especies, y por el otro, apenado cuando veo sus reducidos territorios artificiales y no los extensos y naturales que debieran ser.
En fin, sentimientos que me superan.
Destaco tu gesto de compartirlos.
Un abrazo gigante y,...
Un afectuoso sapukay.-
Pero el sustento lo tienen asegurado Leo. Otros tienen que luchar por sobrevivir y encima hacerlo con los pescadores.
EliminarSaludos
Lo mejor fue el día que pasamos, aunque yo no me canso de ir como ya sabes. Un abrazo.
ResponderEliminarY si encima te ahorras la entrada jejeje.
EliminarYo lo pasé genial.
Saludos
AUPA JOSE
ResponderEliminarBonito día el que pasasteis,si me lleváis a mi,iré con el aparejo de mano en el bolsillo jeje.
UN ABRAZOTE FIERACRACK
Nosotros te llevamos y te echamos a los tiburones. Aunque mejor sería que te comieran las lubinitas a mosdisquitos jejeje.
EliminarSaludos TXAPELDUNCRACK