miércoles, 29 de octubre de 2025

Noticias antes del gran día

 Pues sigo con el proyecto de la serie de Movistar Plus, "Pesca en Peligro de Extinción". En esta ocasión le tocó el turno al varal, dando a conocer esta técnica tan bella como compleja.

Ya está disponible en Canal Caza y Pesca. Me ha encantado, tanto por la técnica en sí, como por los escenarios escogidos. Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

En otro orden de cosas, ya hacía tiempo que no compraba un libro de pesca, y en esta ocasión le tocó a uno que siempre es bienvenido, ya que en él puedo consultar los peces de mi tierra. Una obra interesante para consultar, cuando se tienen dudas.


Y por último, decir que estamos a pocas horas de la apertura de la veda del choco en muchas de las rías baixas. Algo que se ha convertido en una cita ineludible como en otros años. Y para ello siempre hay que acudir a las tiendas de pesca para hacerse con material nuevo.


Uno también hace acopio de las que encuentra en algunas webs y que a priori tienen pinta de ser excelentes para la tarea que nos ocupa en la cita con los cefalópodos. Ahora el tiempo me dirá si tenía razón o no.


Y otros señuelos llegan en forma de regalos, que siempre son bienvenidos. Especialmente cuando vienen de parte de amigos y compañeros de afición. Realmente el regalo es su amistad y compañía, aunque estos gestos siempre hay que corresponderlos.
Desear una buena jornada a todos aquellos que acuden a la apertura de la pesca de la sepia, si bien la previsión no es muy buena en cuanto a la climatología.

Saludos y buena pesca.

domingo, 28 de septiembre de 2025

Sepias antes del temporal

 Ayer me fui con Jose Antonio a la búsqueda de las sepias o chocos, que es como se les suele llamar por esta zona, antes de que llegase el temporal. La idea inicial eran las lubinas, pero salió la conversación y cambié el plan. Tras un fugaz desayuno cerca del lugar elegido, nos dirigimos hacia el escenario elegido.


La jornada prometía mucho, dado que en el primer lance, mi compañero ya se hizo con su primera captura. Y en pocos lances más, ya salió su segunda pieza. A continuación me tocó a mí, con esta captura.


Nos movimos de las rocas hacia la arena, para ir buscando nuevos lances. Y las picadas se iban sucediendo, a base de probar en distintas zonas.


Algunos de los chocos que liberaba, se quedaban en las inmediaciones. Es una pasada ver como se camuflan con el entorno.


El método de defensa a base de tinta es una técnica de distracción fantástica. Y verlo en unas aguas tan someras, te da una idea de la evolución de esta táctica.


Los tonos arena de las sepias se perciben como más vistosos, frente a los que se capturan en zonas de fango. En todo caso, admiro la capacidad de los cromatóforos para dar a los cefalópodos la capacidad de un camuflaje espectacular. Y otro que se fue para el agua.


El tamaño de capturas disminuyó en otra zona, aunque pensé en que la insistencia me daría algún premio mayor. Aunque alguno se soltó después de la picada jejeje.
En el nuevo emplazamiento, se nos unió Paco, por lo que había que lidiar con más competencia jejeje.


¿Una pequeña roca en la arena? No. Una sepia pequeña recién liberada, que se va a posar sobre el fondo, para adoptar sus tonos.


Después de que otro choco pequeño expulsara su chorro de tinta, basta esperar un poco para que aparezca reposando en el fondo. Con la acción de las olas, la tinta se va moviendo por el agua, al contrario de lo que ocurre en zonas de aguas calmadas.


Con la captura número 12, damos por finalizada la jornada. Una mañana de pesca en buena compañía y con las sepias como protagonistas.

martes, 26 de agosto de 2025

Buenas y malas noticias

 En el mundo de las noticias, hay que hablar de las buenas primero. Al menos es como me gustan a mí jejeje.


La primera es que ya se ha estrenado este proyecto al que tantas ganas le tenía. En parte por haber sido grabado en mi tierra, pero también por ir acompañado de mi buen amigo Jose. Estoy seguro que el título no dejará indiferente a nadie.


En este documento gráfico vamos desgranando las curiosidades de una modalidad primitiva que no ha cambiado a lo largo de la historia. Podréis ver la diversidad de criaturas con las que nos solemos encontrar en estas escasas salidas que hacemos en la ría y que han pasado a ser un mero entretenimiento.


En el lado negativo de las noticias, ya empiezan a llegar informaciones sobre algo que ya sonaba hace tiempo y sobre lo que sólo ha habido dejadez, al igual que con los incendios que estos días han ocurrido. 


Parece que ahora ya no habrá quien pare la prohibición de la pesca de la lubina en aguas exteriores. En todo caso, pagarán justos por pecadores y será otro paso para recortar libertades al colectivo de pescadores. Sin embargo, al haber libertades, también hay obligaciones. Si no nos hemos molestado en exponer nuestros puntos de vista y en llevar nuestra voz a donde correspondía, no tenemos ahora que rasgarnos las vestiduras. Al final cosechamos lo que sembramos.


!!! Agárrense que vienen curvas ¡¡¡ A partir del 2026 habrá más novedades que cogerán a muchos con el pie cambiado. Está claro hacia donde apunta todo, así que sigamos "durmiendo", que cuando nos despertemos, ya tendremos la cosecha lista para recoger.
Tanto en el agua dulce, como en el mar, habrá más medidas de control. El cómo se llevarán a cabo ya será otro cantar, pero las medidas estarán ahí.


El día 20 de septiembre termina el plazo. ¡¡Súmate a la defensa de nuestra afición !!

viernes, 25 de julio de 2025

Próximamente en sus pantallas ...

 Ya estamos de vuelta con nuevos proyectos. Y este quizás sea de los más especiales, porque se ha llevado a cabo en "mi casa". Se podría decir que he sido un privilegiado por contar con un reportaje hecho en el lugar que te ha visto crecer como persona y también como pescador.

Hay quien ya puede deducir de qué va este reportaje, sólo con ver la imagen. ¡¡ Pues si !! se trata de la pesca del choco o sepia. No podía ser de otra manera, ya que esta villa debe parte de su fama a este cefalópodo.


 En Redondela, hasta con basura se puede hacer una obra de arte llamada "chocos en chapapote", para adornar uno de los apoyos de un puente. Tenemos tinta en las venas jejeje.


Y por eso, desde el año 1987, se rinde homenaje a este cefalópodo en una fiesta gastronómica muy conocida en el panorama festivo gallego.

De todo ello y mucho más, hablaré en esta nueva entrega del programa "Pesca en Peligro de Extinción", de Movistar Plus. ¡¡ Espero que os guste !!

Un saludo y que la pesca os acompañe.

miércoles, 25 de junio de 2025

Nunca es tarde, ...

 Este año me había propuesto sacar algún black bass de los gordos y me despisté en una de las épocas buenas. Sin embargo no ha supuesto un impedimento a la hora de organizarme una salida a por ellos. La víspera de la noche de San Juan fue el día elegido, pues también tenía que conseguir las plantas que se usan para el preparado de la noche más mágica que da paso al verano.


El estreno fue con uno pequeño que entró al vinilo. Fue un lance largo y un disfrute gracias al equipo ligero.


El día no era de los que me gustan, pero había que intentarlo, a ver si sonaba la flauta.


Se iba animando por momentos, si bien no estaba contento, porque llevaba lo justo para pescarlos y entonces me arrepentí al divisar un buen ejemplar.


En cuanto había una zona con basses pequeñitos, ya me alejaba, para no complicarme con ellos jejeje.


El grande no aparecía y había que contentarse con ejemplares jóvenes.


Después de charlar un rato con un ribereño, seguí con la pesca. La proliferación de algas en ciertas zonas, era un problema. Había que arreglárselas como fuera. Y así continuaban las picadas.


Cuando fue bajando el sol, no percibí demasiada actividad, así que fui apurando los últimos lances.


Antes de partir, me puse a buscar alguna de las plantas que necesitaba para el preparado de San Juan.


El primero ya apareció en una zona húmeda y sombría. Un helecho de bello porte al que dejé intacto, ya que era un bonito ejemplar. Había más lugares donde buscar.


De camino al coche me fijé que un avión pasó bajo un puente, pero no regresó, como otros congéneres. Cuando pasé bajo el puente me di cuenta que una de estas aves había construido un nido bajo el mismo. Tomé la foto y ya me fui directo al coche, pensando en el próximo encuentro con estos centrárquidos.

sábado, 31 de mayo de 2025

De vuelta en casa

 Hoy tocaba volver a un río que conozco muy bien y que me ha enseñado mucho de lo que sé sobre la pesca. Lo pesqué sólo, si bien espero regresar en compañía de algún amigo.


Aquí todo es más fácil, porque conozco el río al dedillo. Las primeras capturas no tardaron, así que había que estar atentos por si había alguna sorpresa aguardándome.


Una de estas sorpresas era un nido de chochín (Troglodytes troglodytes) en medio de varias hiedras. El murmullo de las aguas puede camuflar el sonido de las crías del pájaro, cuando estos aguardan por su ración de comida. Los animales no dejan nada al azar.


En un puente cercano, localicé un nido de lavandera cascadeña (Motacilla cinerea). Son muy comunes, ya que el sonido del agua es un seguro para que sus crías pasen inadvertidas.


Las capturas se iban sucediendo a buen ritmo y sólo me centré en fotografiar las que eran un poco más curiosas en cuanto a librea. Luego volvían al agua para proseguir con sus cosas.


Algunos pozos han cambiado con respecto a otros años, pero los peces toman nuevas ubicaciones, adaptándose a los cambios. 


La pequeña cascada del río está pletórica con el caudal de este año y no podía pasar por aquí sin tomar una instantánea. Fueron muchas las veces que ascendí por esta cascada, desde edad temprana.


El premio dulce de la jornada fue este puñado de fresas silvestres. En cuanto localizo estos pequeños tesoros, no puedo contener la gula y comienzo a recolectar todos los que puedo. La explosión de sabor que sucede tras masticarlos, es sublime. Nada que ver con sus primas comerciales.


 Un pequeño molino restaurado como vivienda. Son muchas las contrucciones de este tipo a lo largo de este curso fluvial. Una pena que la mayoría se conserven en mal estado.


Tras una jornada repleta de picadas y capturas, di por finalizada la jornada. Espero que en la próxima tenga a las pintonas como protagonistas, una vez más.

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Con el mes de mayo avanzado, es necesario pensar en los sábalos y en las sabogas. Estos peces ascienden por el río Miño, para darnos grandes alegrías, a todos aquellos que estamos dispuestos a aventurarnos por las orillas del río más grande de Galicia.
Para esta ocasión llamé a Luis, ya que siendo ribereño del lugar, conoce a la perfección los entresijos de este río, para poder acceder a las distintas zonas de pesca.


Una vez en el lugar, tocó aguardar a que el río "nos hablase". Este punto del río, es muy peligroso, ya que las sueltas de agua para la producción hidroeléctrica, generan unas variaciones de caudal brutales.
Finalmente el Miño "nos habló" y nos dijo que podíamos pescar.
Llegar hasta el lugar no era tarea fácil, ya que todo estaba virgen. Hubo que abrir camino poco a poco, librándonos de zarzas y otras plantas nada agradecidas con los forasteros.


Aquí se puede apreciar la pequeña bajada de caudal. Si no tenemos esto presente, nos exponemos a una situación peligrosa. Este es el TIRM (Tramo Internacional del Río Miño) y tanto los pescadores españoles, como los portugueses tenemos en cuenta el problema de jugarse la vida por estar pescando en una zona peligrosa. El Miño se ha cobrado varias vidas a lo largo de la historia reciente, si bien es cierto que los pescadores asiduos, solemos ser cautos.


Primer lance y me hago con una pintona, que se resguardaba en una zona pegada a la orilla. La jornada comenzaba bien, pero no quería decir que fuese fácil.


Al tercer lance, noto una picada que no se materializa, pero dos lances después traigo un pequeño black bass engachado en la cucharilla.


Después de un rato de inactividad, podemos ver que aguas arriba los sábalos comienzan a tener actividad. El sábalo (Alosa alosa) sube desde el mar y trae consigo una fuerza desmesurada, capaz de vencer las corrientes más potentes.
Tras intentar dar con ellos en las corrientes, nos tuvimos que conformar con una picada al señuelo de Luis. Tras un buen rato insistiendo, concluimos la jornada.


En medio del bosque, localizamos un limonero que ahora crecía a la sombra de robles y castaños. Mientras recogíamos alguno de sus frutos, localicé el nido de un pequeño pájaro, con huevos en el interior. Por ello, solté la rama con mucho cuidado.


Uno de los limones era muy raro en su forma. Supongo que son mutaciones que se generan por algún desencadenante  del entorno. 


En el tramo final del recorrido, nos topamos con un árbol plagado de nísperos. La gula se apoderó de nosotros y dimos buena cuenta de los más dulces, hasta saciar el apetito de tan rica fruta.
Fue un final de jornada de los que a mí me gustan ... con el estómago lleno jejeje.

domingo, 25 de mayo de 2025

Apertura diferente

 Este año alcanzamos una vez más el día 1 de mayo. Para mí es una fecha muy especial e ineludible. Por desgracia para el que escribe, este año no me acompañaron Luis, Xiao y Jose, por motivos que no vienen al caso. Por ello, tocaba hacerlo en compañía de mi soledad.


Así que me planté junto al río Tea, para acometer la jornada de pesca. Las lluvias de esa noche habían enturbiado el agua y lo cierto es que no tenía buenas experiencias con el río en esas condiciones. Sin embargo es algo que no puede hacer mella en el ánimo, porque estar a pie de río ya es un premio.


En la primera parte de la mañana, la fortuna no acompañó a los que habíamos llegado hasta este río. Por ello, me fui hasta un tramo libre sin muerte. Aquí tuve la picada sorpresiva de un reo, en una zona que prometía. Picó casi a mis pies y cuando se revolvió, logró liberarse del anzuelo simple sin arponcillo.



En la parte baja, el caudal impedía acceder a muchas zonas, así que a buscarse la vida para poder hacer algun lance. Ascendí el río hasta la parte en la que había pescado a primera hora. Algunos pescadores ya estaban satisfechos por haber engañado alguna pintona o algún reo. 
Las aguas ya estaban más claras que durante la mañana, así que volví sobre mis pasos para hacer otra pasada. De camino a la parte baja, me topé con David y Fabián. Estaban cambiándose a pie del coche, así que proseguimos juntos.


Divisé una pequeña isla de grava en medio del río y el ramal del río en el punto opuesto tenía muy buena pinta. Para acceder, había que vencer una fuerte corriente, lo cual me hizo pensar que quizás nadie se hubiera aventurado allí. Logré pasar y en el primer lance conseguí engañar a esta pintona. En el siguiente lance picó otra trucha más, pero se libró del anzuelo.


De camino a la zona libre sin muerte, David tuvo que volver al coche, así que proseguimos Fabián y yo.
Al divisar una de las casetas que había junto a una estacada, pudimos ver que los pescadores disponían de una cama para ir descansando durante la noche.


En otra de las casetas de las estacadas, me fijé que disponían de una mesa recubierta de plástico negro. Y sobre este, advertí que había lo que presumiblemente serían huevos de lamprea. Una pena que no estuvieran en el fondo del río, esperando para eclosionar.


Indiqué a Fabián que lanzase en la zona donde se me había soltado el reo por la mañana, con tan buena fortuna que a él también le picó un reo. Cuando lo iba a meter en la sacadera, el reo ejecutó unos giros de cabeza, que fueron suficientes para librarse del anzuelo. Una pena, porque me hubiera hecho mucha ilusión que Fabián hubiera posado con esta bella pieza.


En el ascenso por la orilla, me topé con basura junto al río. Supongo que algún "cerdo de dos patas" optó por dejarlo allí. Tras recogerlo, me lo llevé para el coche y di por finalizada la jornada, tras despedirme de mis compañeros.

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Hace unos días, Marcos me sugirió hacer una jornada en un coto del río Arenteiro, así que madrugué para estar en el lugar acordado a la hora escogida. El haría de guía por este nuevo escenario, así que estuve atento a todas sus indicaciones.


El río era de una belleza fascinante, así que ya estaba disfrutando desde el minuto uno. El caudal era un poco elevado para mi gusto, sin embargo, habría opción de peinarlo bien, en busca de las truchas que pueblan sus aguas.


Algunas zonas de la orilla me hacían recordar la película de "El Señor de los Anillos". Pasadizos por los que Frodo iba en compañía de Sam. Una delicia de paisajes, que había que inmortalizar.


Ya en acción de pesca, me asombré de lo bonito que era este río. Todo un premio para los sentidos. Eso sí, las truchas no iban a colaborar fácilmente. Adaptándome al río, tuve las primeras picadas, si bien no se materializaron. Me di cuenta que no iba lo suficientemente preparado, ya que en otras ocasiones, solía llevar algún as debajo de la manga.


Tras alguna persecución y alguna picada, pude ver la bella librea de una de sus moradoras, para luego devolverla a su medio. Habiendo librado el bolo, la jornada se lleva un poquito mejor jejeje.


Las estampas que me iba encontrando eran fabulosas, así que había que inmortalizar el momento.
Cuando llegó la hora de marchar, agradecí  a Marcos por hacer de anfitrión en un río tan bello como el Arenteiro.