sábado, 26 de marzo de 2022

Adiós Nino

Esta semana pasada me enteré de una trágica noticia, y fue que mi amigo Nino había fallecido.

En la vida, como en la pesca, te encuentras con personas que son muy especiales, y este hombre lo era en ambas facetas. Para muchos fue maestro, para otros guía y para otros, además de lo anterior, fue amigo.

Por alguna razón estaba predestinado a conocerlo y en mi trayectoria como pescador, marcó un antes y un después.
La pesca para Nino era una forma de vida, una "enfermedad" que necesitaba de "tratamiento" constante. Fruto de ello, le dediqué una entrada en el blog, hace varios años.

Tanto en la pesca como fuera de ella, tuve la suerte de compartir largos períodos de tiempo a su lado, aprendiendo como todo alumno aplicado trataría de hacer.
Las anécdotas se cuentan por decenas y necesitaría un libro para escribirlas todas. Por ahora las atesoro en mi cabeza y a veces aflora alguna, cuando una determinada situación o una tertulia la demanda.

Fruto de esta convivencia, nació este espacio, ya que fue Nino el que en una ocasión me habló de los blogs y junto a él, nos embarcamos en la tarea de abrir sendas ventanas para compartir nuestras vivencias de pesca.

Durante estos años, he tenido la suerte de poder narrar algunas jornadas de pesca en su compañía, que aquí se quedarán para el futuro. Y doy fe que hubo un tiempo en que Nino, era todo un referente en foros y tertulias de pesca. Un "personaje" al que muchos pescadores admiraban, tanto en persona, como en la distancia. Y quizás por esa inquietud por conocerlo, llegó algún reportaje audiovisual que en su día le hicieron, donde se podía ver esa manera de entender la pesca, que era tan particular.

Con los años, Nino tuvo algún achaque, sin embargo siempre tuvo fuerza de voluntad para reponerse y seguir adelante. Rebosaba energía para aguantar jornadas de pesca maratonianas, tanto solo como en compañía. 

¡¡Cuanta sabiduría le brindó la pesca a Nino!!

Hacía fácil lo difícil, conocía a los peces muy bien. Las innumerables horas de pesca le habían proporcionado un conocimiento que fue compartiendo con la gente que llegaba a su vida. Ese espíritu de compartir el conocimiento que atesoraba, le brindó la posibilidad de conocer a una legión de pescadores que de alguna manera llegaban a su vida. Y como él solía decir, unos seguían y otros se iban quedando en el camino.

Con los años se fue perdiendo el contacto cercano, si bien Nino acudía a mí para algunas cosas en las que sabía que yo podía ayudarle. Y de buena gana le brindaba mi mano, porque él me había dado la suya anteriormente.

Las últimas veces que hablaba o quedaba con él, estaban orientadas a las tertulias de pesca, recordando tiempos pasados, porque otros achaques no le permitían ir tantas veces como quería. En estas tertulias yo le recordaba muchas anécdotas o situaciones, en las que él ya dudaba, pero que sabía que yo no, porque como él solía decir "Jose, tú tienes una buena memoria".
Y es esta memoria, la que de alguna manera me obligaba a hacer esta entrada triste, aunque necesaria.


Siempre recordaré ese sombrero sobre su cabeza, la barba canosa que indicaba que había vivido infinidad de situaciones y ese compañerismo que siempre me llamó tanto la atención, ya que era como un padre para muchos integrantes de la familia de la pesca.
Y ahora que nos ha dejado, es tarea de muchos, mantenerlo "vivo" en el recuerdo, porque el legado que deja es de un valor inimaginable.


¡¡Descansa en paz, Nino!!