miércoles, 26 de noviembre de 2008

Bahíña agonizante

El embalse de Bahíña que abastece a la ciudad de Baiona está al borde de la sequía. La falta de lluvias en el otoño han propiciado esta situación, pero según me ha comentado alguna gente parece que quieren acometer unas obras de ampliación. ¿Se tratará de otro caso similar al del Xallas?
Este embalse es especial para mí pues en sus aguas capturé mi primer bass. Este es el aspecto que presentaba a principios del mes de junio. Repleto de agua y márgenes difícilmente accesibles. Los basses se miraban en multitud de lugares formando grupos. Junto a la desembocadura del pequeño riachuelo que vierte sus aguas en el embalse se podía divisar unos ejemplares crecidos y vigorosos.Hace unos días la estampa era bien diferente. Los caballos pacían los brotes de las gramíneas que ahora tapizaban lo que hace unos meses era el lecho del embalse.Mi compañero Miguel se disponía a efectuar unos lances con la incertidumbre de si saldría algún bass, pues me comentó que estaban muy delgados. La alimentación escasea ahora, ya que la mayor parte de las orillas se sitúan lejos de la vegetación en la que pululan los invertebrados y los anfibios que suponen la mayor parte de la alimentación de los peces.La actividad era nula y no divisábamos ningún ejemplar en los alrededores así que nos dedicamos a pescar sin ninguna referencia. En principio lo hicimos lejos del muro. Vinilos y peces artificiales iban batiendo la orilla sin éxito.Mientras hacíamos el recorrido sólo acerté a divisar una lagartija cerca de la orilla. La única forma de vida animal que vagaba por la tierra yerma del paraje. A medida que el nivel del embalse desciende en estas zonas de mucha pendiente, los pocos nutrientes que puedan tener van siendo arrastrados hacia el fondo.Hacia el lado del muro logramos mirar algún ejemplar de bass. Desde una altura de unos 15 metros dejábamos caer nuestros vinilos. En cuanto estos entraban en contacto con el agua, los basses acudían rápidamente a la "llamada". Sin embargo no acertamos a clavar ninguno, ya fuera por la distancia o porque el frenesí de los peces provocaba el desconcierto de si habían tomado el engaño o no.
Finalmente Miguel sacó un ejemplar extremadamente delgado. La desproporción entre la cabeza y el resto del cuerpo nos provocaba lástima pues el incierto destino de los basses de este lugar no se sabrá.
Solo espero que quede la semilla de la esperanza para que se pueda volver a recuperar la zona. Si bien esto será difícil porque la gente que tengo observado a pescar en estas aguas, lo hace acompañado de una cesta o bolsa de plástico para llevarse las capturas.

lunes, 10 de noviembre de 2008

El día después a un robalo de 8.780 gramos

El sábado, después de ir a trabajar, abrí el correo del foro de vigospinning y me encuentro un mensaje de Juan, con quién había quedado para ir a pescar al día siguiente.
En el mensaje me comunicaba una magnífica noticia. Esa mañana había capturado un robalo de casi 9 kilos. Este es:Impresionante pieza, pero este experimentado pescador Vigués ya está acostumbrado a la captura de grandes ejemplares de este serránido tanto a spinning como a surfcasting. Como dice él, la insistencia es la que hace posible que estas capturas se produzcan, aunque una cosa es que pique y otra muy diferente, ponerla en seco.

Al día siguiente, en torno a las 7:00 am, y después de que ambos diéramos negativo en un control de alcoholemia, nos enfundamos los vadeadores y nos dispusimos a pescar en el mismo escenario donde un día antes había echado a tierra al robalo en cuestión. Tenía claro que igualar una jornada a la anterior era misión imposible, pero no se puede ir con pesimismo a una jornada de spinning marino.El escenario presentaba unas buenas condiciones. El cielo encapotado aseguraba una disminución en la luz, el mar tenía una frecuencia aceptable produciendo espuma a medida que subía la marea. La rompiente se situaba a tiro de caña. Sólo faltaba comenzar la jornada.Cada uno desde su atalaya iba lanzando su señuelo al agua. Paseantes y minnows fueron los señuelos empleados. Con respecto al movimiento de los primeros, le pedí consejo a Juan, pues este ambiente no tiene similitud a la que pueda tener en el ámbito fluvial o lacustre.En el cambio de emplazamiento aprovechábamos para intercambiar opiniones sobre material de pesca y otras facetas que poco tenían que ver con esta.
A medida que subía la marea, iban apareciendo zonas con calado suficiente para hacer trabajar los señuelos. Fue entonces cuando tuvimos sendas picadas que no se llegaron a clavar en los triples de los peces artificiales.A media mañana apareció un pescador de fondo, que creo que era un tanto temerario pues en estos ambientes hay que extremar las precauciones. Un lugar aparentemente seguro, puede volverse peligroso tras una ola originada por un gran barco a mucha distancia. Un resbalón puede ponerte a merced de las rocas y luego de las olas. Es por ello que unas suelas de fieltro nos serán de gran ayuda para transitar entre las erosionadas rocas.Cuando el reloj marcaba las 11:30 am, Juan tuvo que marcharse y aunque yo optaba por lo mismo, me emplazó a que insistiera otra vez en el itinerario matinal. Dicho y hecho. El que algo quiere algo le cuesta o como se dice por aquí "Non vai ser, chegar e encher" (No va a ser, llegar y llenar).Algunas de las posturas con abundante espuma eran idóneas para tentar al sargo, pero eso ya será el tema de otra salida de pesca. Por el momento, y aunque no haya salido ninguna lubina, la práctica de esta técnica seguro que me deparará buenos momentos. Y la constancia será la clave.
105 cm de robalo y 8 kilos 780 gramos. Aprovecho para comentar que se trataba de un macho y que si por el contrario se tratara de una hembra en época de reproducción, podríamos hablar de un ejemplar superior a los 10 kilos de peso.