lunes, 30 de septiembre de 2019

!! Ha nacido un campeón ¡¡

Todas las historias que merecen ser contadas, tienen un inicio, y el comienzo de esta se genera años atrás, con el nacimiento de Xiao.
Cuando su padre estaba preparando la habitación del niño, este colgó del techo de la habitación, una caña, con su carrete, sedal y un señuelo. Y del señuelo colgó un pez que yo había comprado para mi ahijado.
El niño creció observando ese equipo sobre su cabeza, esperando a que llegase el día en que al fin se pudiese empuñar, igual que cuando Arturo sacó a Excálibur de la piedra en la que se encontraba, para convertirse en rey.
A tiernas edades, los regalos que le llegaban por mi parte, estaban relacionados con la pesca, alimentando así el espíritú del pescador que Xiao llevaba dentro.
En el transcurso de la infancia, se forjan muchos aspectos de la personalidad de un individuo. En el caso de Xiao, también se estaba gestando su gusto por el deporte de la pesca.
Con cierto uso de razón, ya quería acompañar a su padre a pescar, si bien aún no podía madrugar como un adulto.
Fue sumando algún año más, completando su equipamiento de pescador, hasta que este año, por enésima vez, volvía a preguntar cuándo iría de pesca con su padre y su padrino. (Este era un requisito indispensable. Luis y yo teníamos que ser sus maestros el día de su estreno).
El día de su bautismo como pescador, llegó con la apertura de la trucha y el resultado no fue el esperado. Se estrenó con una especie difícil, en un entorno aún más complicado.
Sin embargo, le dije que en unos meses, capturaría su primer pez.
Y así fue como llegó el día en que sabía que se iba a estrenar como pescador.
En esta ocasión quedamos Luis, Xiao, César, Nico y yo. !!Con tres profesores lo iba a hacer de miedo¡¡
Le monté su aparejo y le di unos consejos básicos, junto con la técnica infalible del "tiki-tiki".
La especie a engañar en esta ocasión, era el black bass. Había muchos y seguro que con un poco de suerte podría hacerse con alguno.
 Y así fue, como tras unos cuantos líos, que deshice con gusto, Xiao se hizo con su primer pez.
Ahí lo tenéis, posando junto a su padre.
Fue una captura que no se me olvidará jamás. Lo sacó con mucha rapidez, ya que había fallado alguno con anterioridad y tenía que afianzar la captura jejeje.
Mientras yo seguía con las lecciones, César sacaba algún ejemplar de mejor porte.
Tras la foto, me iba con Xiao para controlar su evolución.
Paramos un rato para descansar y hablar un rato de cómo tenía que hacer, para sacar los peces.
 Y César, pues a seguir con sus capturas. No daba a basto a atender a todos jejeje.
 El otro tramo de poca profundidad, Xiao sacó su segundo pez. Le costó lo suyo agarrarlo, pero lo logró, como estoy seguro que hará en todas las facetas de la vida, pues está hecho un campeón.
 César seguía con su racha y sacó otro bonito ejemplar.
 Con las indicaciones de su padre y luego con las de César, bajo la atenta mirada de Nico, Xiao fue mejorando el lance y capturando algún pez más.
Cuando ya tube opción de hacer algunos lances, me hice con este bass, que luchó algo más que todos los que había sacado entre lección y lección.

En la tercera salida de pesca con Xiao, este ya capturó más peces que algún veterano pescador, lo cual indica que ya apunta maneras.
Seguro que en unos años estará a un gran nivel. !! No me cabe duda ¡¡

sábado, 7 de septiembre de 2019

Comenzando con un "tarugo"

Cuando uno se va de pesca, a veces no se imagina que los astros se han alineado para comenzar con buen pie. Esto es lo que pasó en una jornada que llevé a cabo hace tiempo, donde fuimos a pescar César y yo, en compañía de Nico.
Montamos los equipos, nos fuimos al borde del agua, donde lanzamos nuestros señuelos ... y de repente ...
 !!!ZAS¡¡¡
Un bass de buen porte que comienza a sacar línea del carrete y que dobla la caña con gran violencia.
El pez realiza algunos saltos y me doy cuenta de que se trata de un buen ejemplar.
Poco a poco lo voy acercando y Nico ya se dispone para recibirlo, ladrando con la excitación del momento. 
Finalmente le echo la mano y respiro tranquilo. Fue una de esas peleas épicas que con un equipo muy ligero, se disfruta muchísimo.
 El viento comenzaba a rizar el agua lo cual me hacía pensar en cambiar de señuelo, si bien al final preferí aguantar, aunque solo saqué algunos ejemplares jóvenes.
 César hacía lo propio, bajo la atenta mirada de Nico. Ciertamente es un privilegio tener una mascota que vaya contigo a pescar, ya que en momentos de poca actividad, te puedes divertir mucho.
 Y digo esto, porque en un momento en el que Nico se puso muy activo, jugamos con él un rato.
Bastaba coger una rama seca y lanzarla a distancia. Él acudía rápidamente a buscarla y luego ya hacía lo que le venía en gana jejeje.
 La proliferación de los cangrejos, hace que nos topemos con sus guaridas a cada paso. Alguno asomaba por la entrada y se escondía ante nuestra presencia.
Estos son uno de los motivos de que el bass crezca con relativa facilidad.
 En otra zona más profunda, acertamos a sacar algunos peces más, aunque de poca talla. Quizás pescándolos desde un pato, podríamos llegar a los más interesantes.
A media tarde llegó Manuel, para traernos algo de beber, lo cual agradecimos, ya que el calor apretaba por veces.
Luego nos acompañó, mientras charlábamos de distintos temas.
 A última hora, César sacó un bonito ejemplar, que también le brindó una buena pelea, ya que trataba de resguardarse entre la vegetación, en todo momento.
Al final posó para la foto jejeje.
Y aquí la instantánea para el recuerdo, donde Nico no estaba muy cómodo, pues no le gusta separarse del suelo jejeje.

miércoles, 4 de septiembre de 2019

Vuelta al salitre

Hoy tocaba quedar con varios compañeros de afición, para pescar en aguas de Portugal.
César se había encargado de organizar esta salida, pues ya lleva mucho tiempo acudiendo a pescar al país luso.
 A las 4:30 am me levanté para desayunar y poner rumbo al punto de encuentro. A las 5:30 am ya estábamos en camino y tras una hora de coche, ya llegábamos al destino.
 A continuación, una hora de travesía, para llegar al punto de pesca. El viaje se hizo muy ameno, ya que pudimos intercambiar experiencias de otras jornadas, al igual de escuchar sugerencias a la hora de pescar.
 La jornada empezó bien, sacando variedad de peces, aunque no eran todavía los que más deseábamos. Jureles, fanecas, un rubio, cabrachos, ... y este pez tres colas.
 Pasaba el tiempo y otros peces empezaban a dar la cara. Chopas, pageles, besugos, dentones, ... estos últimos eran los más valorados.
 Fueron unas 12 horas de pesca, a unos 100 metros de profundidad. Salvo Paco y yo, que pescamos con carrete manual, los demás lo hicieron con carrete eléctrico. La verdad es que no me arrepentí, ya que los peces se disfrutaban más y se perdían menos, durante la subida.
Yo me hice con un número interesante de piezas, con las que disfruté mucho.
 César perdió algunos peces buenos, aunque él y Óscar capturaron un variado de peces de más valor culinario . En esta ocasión, no dieron la cara los abadejos y los grandes dentones, pero ya habrá opción de hacer otra salida.
De vuelta comentamos cómo había discurrido la jornada y todos íbamos contentos. Fue una experiencia muy agradable, con grandes pescadores, muchas risas y buena comida, para amenizar la jornada.
Y el patrón de 10, siempre ayudando en lo que necesitábamos.
Espero repetir pronto, para poner en práctica otros consejos y a ver si hay algo más de suerte con los grandes jejeje.
!!Muchas gracias compañeros¡¡