jueves, 26 de septiembre de 2024

Últimos proyectos

 Estas últimas semanas he estado inmerso en un nuevo proyecto. Ha sido una experiencia muy grata y divertida, como todas las anteriores de esta temática. Ahora ya sólo queda que se cocinen a fuego lento hasta que se puedan emplatar.

La primera receta tiene como protagonista el agua dulce y en ella se podrá ver una modalidad muy curiosa, que se suele practicar en una zona concreta de España.

Para la segunda receta, he necesitado ayuda, porque es una pesca con un contrincante un tanto peligroso. Y si el compañero de fogones es uno de tus mejores amigos, pues la receta sale bien.

Y el postre también tiene que ver con uno de mis mejores amigos, ya que fue el causante de que hubiera que probar otra modalidad, que tiene como referente un lugar que dista mucho del norte.

Y cuando ya esté todo listo, ya sólo quedará servirlo en la mesa ... perdón, en la tele jejeje. Y ahí se mostrarán los trucos del chef.

domingo, 25 de agosto de 2024

Cromos de Madagascar

 El viaje de este año a África me ha brindado mucho material, lo cual es un gran trabajo de clasificación, el cual voy haciendo poco a poco. Entre eliminar archivos repetidos, corregir el horizonte en las fotos, identificar especies, se vuelve uno loco jejeje.

Ahora toca ir mostrando algunas cosas, y en este caso empezaré por algunas de las especies que pude capturar en esta ocasión. Falta alguna que iré poniendo más adelante, junto con las de mis compañeros, los cuales se quedaron maravillados de tanta variedad.

El amberjack, familiar de nuestra serviola o pez limón, es una especie que no había tocado en el primer viaje, por lo que siempre hace mucha ilusión.
 
El giant trevally o GT es, junto con el grouper, el trofeo que buscábamos en este viaje.
 
Las picadas a jigging eran bestiales y ponían a prueba nuestros brazos y el equipo elegido.

Pude sacar unos cuantos de estos carángidos tan potentes ...

... sin embargo, también hubo varios que no quisieron posar para la foto jejeje.

El goldspotted trevally ya lo tenía en lista de especies, aunque fue maravilloso volver a verlos.

En alguna ocasión tuve que sacar la foto en el piso del barco, porque los compañeros estaban atareados con lo suyo. Otro gold spotted trevally.

En este viaje los tazard y las barracudas dieron buena cuenta de cortar nuestros bajos de línea. En ocasiones fueron una pesadilla.

Basta fijarse en las mandíbulas de los tazard o spanish mackerel, para darse cuenta que la cuerda de los assist no tenían nada que hacer.

Y los bajos de nylon y fluorocarbono tampoco tenían nada que hacer con estas bestias. Muchas se quedaron por el camino, después de cortar las líneas.

En mi primer viaje, disfruté mucho con los listados y las bacoretas. Y en este, las bacoretas nos alegraban cada jornada, poniendo en apuros los equipos más ligeros que llevábamos.

Hubo algunas que no se entregaban fácilmente y tocó emplearse a fondo para doblegarlas.

Otro cromo nuevo fue el bigeye trevally. Un carángido menos corpulento que su primo el GT.

A pesar de ello, también son grandes peleadores y sus picadas también eran memorables.

Salieron gran variedad de meros y entre ellos, el brownspotted grouper.

El longnose emperor fue escaso en esta expedición. Pocos dieron la cara.

El spangled emperor era otro cromo pendiente,  que Walter sí había conseguido en el viaje anterior.


Este cromo tiene muchos nombres, pero el más aceptado es bluestripped snapper. Una preciosidad de los fondos de coral.

Pámpano africano con una coloración metálica que nos dejó maravillados.

Los tiburones de puntas blancas nos dieron guerra en alguna de las jornadas. Sus dientes fueron una pesadilla para nuestras líneas.

El único bluespotted trevally que saqué en esta ocasión, salió de esta manera del agua. Los depredadores estaban al acecho.

Este pez cirujano de aleta amarilla fue uno de los peces que me llamó la atención, ya que nuestros guías nos dijeron que era peligroso manipularlos, a causa de unas púas duras. Y no merecía la pena comprobarlo jejeje.

Próximamente os mostraré alguna otra captura a la que no le saqué foto y algunas de las de los compañeros, con libreas muy distintas a las que estamos acostumbrados.

lunes, 29 de julio de 2024

Pesca a la Allerana

 Pues tocaba retomar el tema de la pesca a la allerana, testando una caña preparada para tal fin. Debo tratar de encontrar un equipo que reúna el máximo de características positivas para este fin y eso llevará su tiempo.

Quizás uno de los mayores retos es combatir los días de viento. En esas condiciones solo cabe esperar que amaine u optar por ninfas lastradas. No es nada fácil que algo de peso ínfimo se mueva como tú quieres, cuando el viento trata de echar por tierra cada uno de los lances.

El funcionamiento de lo demás es correcto, aunque también hay que indagar más sobre el dacrón a emplear, para que la mosca pose lo mejor posible.


Si voy cogiendo soltura en distintos escenarios, quizás tenga más opciones a la hora de afrontar una jornada de pesca. Los salmónidos me dieron esquinazo todo el día, pues clavarlos no es nada fácil.


Preguntando a los pescadores asturianos que más saben de esta modalidad, podré ir avanzando, para poder ir algún día hasta el río Aller y pescarlo a la Allerana. Sin duda es un reto que ya está en mi mente.

domingo, 30 de junio de 2024

!! A por monstruos, otra vez ¡¡

 La pandemia nos dejó con la miel en los labios, pues a una semana de viajar a Madagascar, se cerraron los aeropuertos. Tocó esperar bastante, sin embargo, llegó mayo del 2024 y por fin nos pusimos en marcha, rumbo al destino soñado. Sin embargo, comenzamos con mal pie, ya que antes de coger el tren de alta velocidad, los escáneres mostraban decenas de jigs apilados, que parecían "cosas peligrosas". Por suerte fue una demora corta y Xoan, Jose Manuel y yo pudimos subir al tren, rumbo a la capital.

En Ourense se unió César a la expedición y estando los cuatro juntos, ya sólo quedaba ir restando etapas. En Madrid hubo que recoger el tubo de las cañas, que habíamos enviado por otro lado.

Después a esperar para facturar y aguardar a la salida del vuelo, rumbo a Roma. Mientras esperábamos, nos encontramos con otra expedición de pescadores, lo cual fue curioso jejeje.

Una vez en la ciudad eterna, tocó facturar y esperar a que saliera el vuelo en dirección a Etiopía. El vuelo hasta el cuerno de África era el más largo, así que había que intentar dormir algo. Yo no fui capaz así que a ver películas para pasar el tiempo.

Al llegar al aeropuerto más grande de África, César no lo dudó. Buscó "cama" improvisada e hizo lo que los españoles sabemos hacer muy bien ... tomarse una siesta jejeje.
A continuación nos íbamos para Madagascar. Concretamente la isla de Nosy Be.

Al ver esta bella estampa, sonreí, pues ya quedaba poco para comenzar la aventura. Las indicaciones del capitán antes de aterrizar, eran música para nuestros oídos.

!!Al fin tierra¡¡ El calor nos recibió a pie de pista. Así que caminamos hacia el edificio muy contentos porque ya habíamos dejado atrás el desplazamiento aéreo.
Aquí tocó lidiar con gente que te aborda para llevar las maletas. Después, la policía que no se corta demasiado en pedirte una "propina". Y si no quieres que te mareen, puede ser una opción cómoda.
Al salir por la puerta, ya nos estaban esperando. Subimos a la furgoneta, aseguramos las maletas y las cañas y a circular por las carreteras de la isla, hasta el puerto desde el que íbamos a salir.
De camino, Alain nos llamó y le comenté que ya estábamos cerca.

Y al llegar al bar, tocaron las presentaciones entre nuestros anfitriones y el grupo de pesca. Dentro del bar estaba Thierry que me saludó con un efusivo ¡¡Joseeeee, El Niño!! con acento francés. Y es que ese fue el mote que me pusieron en la anterior expedición con Walter y Hür, ( http://nosolomosca.blogspot.com/2017/06/madagascar-dia-5-record-de-profundidad.html) cuando pesqué un "doggy" a 240 metros de profundidad.
Después de apurar la cerveza, salimos con Samir, Sadam y Alain hacia Nosy Mitsio.

Durante la travesía de 2 horas y media, ya íbamos haciendo planes para las jornadas de pesca. Los primeros peces que pudimos observar, fueron los peces voladores, que a veces surgían de la estela de la embarcación y planeaban durante varios metros.

Y por fin, llegamos al destino, después de decenas de horas a la espalda. Alain nos comentó que otro grupo tuvo que abortar su viaje, por causa de fuerza mayor, por lo que cada uno de nosotros tendríamos una cabaña, lo que nos alegró muchísimo, dado que los ronquidos eran uno de los miedos que teníamos jejeje.

Tras la ducha nos fuimos a cenar y yo ya estaba ansioso por comenzar a degustar los manjares de los que aquí hacen gala.
Xoan y Jose posando para la foto, contentos por estar a pocas horas de iniciar un sueño.

César y un servidor, también estábamos preparados para lo que se nos venía encima, así que ya solo quedaba cenar con tranquilidad, charlando de pesca, que es lo que nos prestaba en ese momento.

Tras la cena, la partida de petanca que es costumbre en la isla. En el anterior viaje habíamos hecho grupos mixtos, pero en esta ocasión jugaba España contra Francia y un combinado malgache.
Lo cierto es que mis compañeros no tenían ni idea y la paliza recibida fue grande, pero nos valió para entablar conversación con los que serían nuestros anfitriones, especialmente con Juliano, que se conocía todo sobre el deporte español y nos sorprendió gratamente.
 
Continuará ...

jueves, 16 de mayo de 2024

Reos, Salmones y más

 1 de mayo, "Día del Trabajo" y día de la apertura del reo y salmón. Es el momento de quedar con los amigos y madrugar jejeje. Pensé que llegaba el primero, pero ya estaba Jose en el punto de encuentro. Jorge tuvo un fallo técnico y llegó algo más tarde. Luis y Xiao que venían de lejos, fueron los que llegaron de últimos, pero con el licor café preparado para "calentar" motores.

Las condiciones de agua eran muy buenas y ya pude observar que había pescadores que portaban buenos ejemplares de reo y de trucha. Yo me limité a la captura y suelta, ya que todo resulta más fácil. Una foto y al agua.

Las truchas y los reos iban saliendo y ya teníamos noticias de que un compañero había capturado un salmón, que tuvo que soltar por no estar pescando en un coto salmonero.

A media mañana, le comenté a Xiao si quería lanzar en un pozo. Dado que tenía unas botas altas, le propuse ganar más distancia, llevándolo sobre mis hombros. El padre me dijo que los 60 kilos de la actualidad, ya distaban bastante del Xiao jovencito del 2021. Aún así, y con paso firme, pudo estar pescando un rato. Sólo le faltó la captura jejeje.

Llegó la hora de tomar algo en un "furancho" a la espera de la hora de comer. Cuando nos sentamos a la mesa, había cierto cansancio, sin embargo, las ganas de comer nos animaron a estar bien despiertos. Viandas variadas fueron pasando por la mesa, y yo me "ventilé" lo que alguno no era capaz de comer, dejando hueco para un par de postres, que me llamaban la atención.

Tras la comida, el sueño se apoderó de más de uno y es que el madrugón fue haciendo mella. Yo me conformé con un chupito de crema de orujo y un café para seguir activo jejeje.

Por la tarde éramos menos y yo me fui a un tramo libre sin muerte, junto con otros dos compañeros, que no tardaron en marcharse. Así que afronté el último tramo de la tarde en soledad y con tranquilidad.
Pude sacar algunos reos, si bien la cosa se complicaba con el anzuelo sin muerte, ya que les brindaba alguna opción más para soltarse.

A algún reo lo había que meter en la sacadera, porque estaba eléctrico. Y tras la foto, otra vez al agua, para seguir su camino, remontando el río.
Proseguí un rato más y llegué a un gran pozo. Lancé una cucharilla, tratando de prospectar toda la masa de agua. Y en una de las recogidas, un pez de talla formidable persiguió el señuelo sin muchas ganas. Cuando lo divisé de cerca, me di cuenta de que se trataba de un gran reo o de un salmón pequeño. Me quedé con la miel en los labios, porque hubiera sido un broche de oro para una jornada tan entretenida. Supongo que quedará para otro momento en el que me decida por el mismo escenario.

domingo, 28 de abril de 2024

Cumpleblog y más

 Este mes de abril el blog cumplía 17 años. Muchos años compartiendo vivencias y otra cosas relacionadas con la pesca. Es cierto que este tipo de plataforma ha dejado paso al Instagram (donde ahora ya voy adelantando cosas) o el Facebook. Sin embargo todavía tengo nostalgia de blog, porque es una especie de diario, a través del cual he conocido a gente maravillosa y por lo que tengo que estar eternamente agradecido. A ver si llega un día en que me canso jejeje.

Por otro lado, en marzo comenzó la temporada de la trucha y tocó volver a cumplir con las tradiciones, en la mejor compañía. Luis, Xiao, Jose, David y Fabián fueron unos compañeros de excepción en un arranque bueno, con las pintonas dando la cara.

Pocos días después me pude hacer con el primer black bass de la temporada. Un buen tarugo para retomar esta bella pesca. Y en compañía de mi amigo Jose, que inmortalizó la escena.

En este número tan curioso que marcaba el cuentakilómetros, hay muchas salidas de pesca. Espero llegar al millón y que quede constancia jejeje.

Este mes también tocó tunear una caña del amigo Jose, para hacerla más confortable para la pesca. Tenía que haber tomado una instantánea del antes, pero se me olvidó ;).

Y también tocó volver a por lubinas en compañía de dos colegas. Y estrenando señuelo, se lleva mucho mejor.
Adrián también capturó una loba con un equipo ligero, que le brindó grandes sensaciones.
Y Jorge no se quedó atrás, engañando a otra lubina en un entorno paradisíaco.

Y el día que volví a por los basses, tuve una jornada inolvidable con muy buenas capturas, lo cual me colmó de júbilo. Especialmente porque fue una jornada de orilla, donde hubo que lidiar con bonitos ejemplares.

Este fue especial, porque tras clavarlo la primera vez, me rompió el bajo de línea. Un sentimiento de rabia se apoderó de mí, porque el pez se quedaba con el anzuelo clavado. Tocó insistir hasta que el pez picó nuevamente. En esta ocasión, pudo posar para la foto.
Este también costó, porque se soltó la primera vez, después de golpearse contra una rama sumergida. Sin embargo, un poco de fortuna y cabezonería, hicieron que tuviera la opción de hacerlo posar para la foto jejeje.
Y después de despedirme de mi compañero Jorge, me aventuré un rato más y salió otro pez de tamaño interesante para finalizar la jornada.

Y esta semana volví a por las lubinas un ratito, en compañía de mi amigo Jose. Y fue un señuelo fabricado por él mismo el que me brindó la captura jejeje.

Ahora no queda nada para la apertura del reo y del salmón, así que ya toca prepararse para este mes tan especial.

Un saludo y que la pesca os acompañe.