El Tea es para mí uno de los ríos más completos que conozco. En sus aguas habitan la mayoría de los peces de agua dulce de Galicia: Truchas, reos, salmones, mújoles, anguilas, lampreas, sollas, cachos, etc.
Las truchas presentas libreas de lo más variopintas en tramos cortos del río. Estas comparten las zonas más remansadas con los cachos, que en estas agua llegan a tamaños de más de medio kilo.
Este puente romano, a pocos metros del río Miño es testigo mudo del remonte de salmones, reos y lampreas.
El río aquí, tiene una anchura media de unos cinco metros y esta zona es ideal para la pesca a mosca seca, aunque el amigo Antonio había sacado el día anterior dos hermosos reos con cucharilla.
En poco trayecto encontramos raseras, pozos, graveras y tablas profundas. En estas últimas Antonio capturó un buen ejemplar de fario, abundantes en estas aguas, pero reacios a ser engañados.
En esta jornada salieron truchas, algún pinto de salmón y hasta cachos (aquí llamados escalos). A pesar de ser unos ciprínidos de boca reducida, se puede capturar con pequeñas cucharillas.
Nido de lamprea.
Hacia el mediodía, nos desplazamos hasta la zona de Ponteareas, situada algunos kilómetros río arriba. Aquí nos encontramos con el problema de la contaminación.
Este reo de 36 cm lo encontramos a un kilómetro río abajo de dicha población. El aumento de la población de este núcleo, hace necesaria una remodelación de la actual depuradora.
Este otro reo de mayor tamaño fue encontrado poco más arriba. Presentaba los signos característicos de la Saprolegniosis. Esta enfermedad se produce por un hongo, principalmente en la época del remonte de los ríos.
Hacia el mediodía, nos desplazamos hasta la zona de Ponteareas, situada algunos kilómetros río arriba. Aquí nos encontramos con el problema de la contaminación.