En esta ocasión, me fui con José Antonio a prospectar un nuevo escenario de pesca, el cual a su vez serviría de preparación para ir cogiendo fondo de cara a futuras jornadas..
La mañana se presentaba fría y las brumas matinales todavía permanecían en el fondo del valle.
Hubo que cambiarse a toda prisa, ya que el frío no es nada agradable mientras se está parado.
Con todo listo, comenzamos con la pesca, en un río que se presentaba con un buen caudal.
Tener que luchar con la corriente en algunos puntos, fortalece las piernas, lo que facilita la pesca posterior en zonas menos complicadas.
José Antonio fue el primero en estrenarse y poco después me tocó a mí.
A pesar de tratarse de un tramo libre sin muerte, no se veían demasiadas truchas por el lugar, si bien la mejor parte abrirá en mayo, con la desveda del reo y salmón.
Pudimos hacernos con alguna truchita más, si bien el anzuelo sin muerte dificulta la tarea.
Hay que andar raudos si se quiere admirar la librea de estas pintonas tan bravas.
En una zona de cierta dificultad, mi compañero logró engañar a esta trucha, si bien mis reflejos fueron necesarios para meterla en la sacadera.
Las redes de silicona facilitan enormemente la liberación de los peces, además de resultar menos lesiva para su mucosa corporal.
Las ranas aparecían en muchas zonas tapizadas de mullidos musgos. En estos ambientes proliferan gran cantidad de insectos y estos anuros están al acecho.
Supongo que se tratan de ranas bermejas, ya que estas son abundantes en esta zona de la península.
Conmigo se portaron bien, pero cuando José Antonio quería tomar una foto, estas se precipitaban al agua.
Desde este punto pudimos divisar el límite superior de este tramo libre sin muerte. Se trataba de una tabla con cierta profundidad, que podía albergar algún ejemplar de cierto porte, ya que este río se llena de grandes truchas en invierno, si bien el único objetivo de estas es la procreación.
Quizás algún "listillo" fuera conocedor de este hecho y por eso colocó un "durmiente" atado al puente de metal que limita dicho tramo.
Son prácticas que no tienen que ver con este deporte, pero que a veces se siguen llevando a cabo.
Hubo que cambiarse a toda prisa, ya que el frío no es nada agradable mientras se está parado.
Con todo listo, comenzamos con la pesca, en un río que se presentaba con un buen caudal.
Tener que luchar con la corriente en algunos puntos, fortalece las piernas, lo que facilita la pesca posterior en zonas menos complicadas.
José Antonio fue el primero en estrenarse y poco después me tocó a mí.
A pesar de tratarse de un tramo libre sin muerte, no se veían demasiadas truchas por el lugar, si bien la mejor parte abrirá en mayo, con la desveda del reo y salmón.
Pudimos hacernos con alguna truchita más, si bien el anzuelo sin muerte dificulta la tarea.
Hay que andar raudos si se quiere admirar la librea de estas pintonas tan bravas.
En una zona de cierta dificultad, mi compañero logró engañar a esta trucha, si bien mis reflejos fueron necesarios para meterla en la sacadera.
Las redes de silicona facilitan enormemente la liberación de los peces, además de resultar menos lesiva para su mucosa corporal.
Las ranas aparecían en muchas zonas tapizadas de mullidos musgos. En estos ambientes proliferan gran cantidad de insectos y estos anuros están al acecho.
Supongo que se tratan de ranas bermejas, ya que estas son abundantes en esta zona de la península.
Conmigo se portaron bien, pero cuando José Antonio quería tomar una foto, estas se precipitaban al agua.
Desde este punto pudimos divisar el límite superior de este tramo libre sin muerte. Se trataba de una tabla con cierta profundidad, que podía albergar algún ejemplar de cierto porte, ya que este río se llena de grandes truchas en invierno, si bien el único objetivo de estas es la procreación.
Quizás algún "listillo" fuera conocedor de este hecho y por eso colocó un "durmiente" atado al puente de metal que limita dicho tramo.
Son prácticas que no tienen que ver con este deporte, pero que a veces se siguen llevando a cabo.
Bonito río Josiño, las truchas tienen pinta de ser bravas de narices. Todavía seguimos encontrándonos a sinvergüenzas por el río, a ver si con el tiempo se van extinguiendo...
ResponderEliminarSaludos!
Estos ríos no conocen las repoblaciones, pero el furtivismo si, por desgracia. Si se extingue, no lo echaré de menos.
EliminarSaludos
Veo que Josiño, ya te encuentras en fase de preparación para afrontar las duras jornadas de río. Me parece que el pescador que no tenga costumbre en las corrientes, tendrá fijo dolores o agujetas, tener las rodillas fueras es más que necesario.
ResponderEliminarVeo que también pudiste retirar un sedal durmiente "apeiro" le llamamos cuando se pone en el mar. Es una pena que algunos tengan que recurrir a estos métodos prohibidos para coger una trucha, pero seguro que no es el único en ese rió.
Un saludo Josiño, mis felicitaciones por el artículo y fotos claro jejeje
Digamos que este es un entrenamiento para mar y río, porque vale para coger fondo para ambos escenarios.
EliminarDesconocía el término "apeiro" y por ello tomo nota.
Son "técnicas" prohibidas de gente que nunca llegará al estatus de "Pescador".
Saludos
noraboa por la jornada Jose, preciosos parajes y libreas, sl2
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarYa sabes que en Galicia tenemos lugares con encanto.
Saludos
Preciosas piezas y entorno...
ResponderEliminarEnhorabuena!
Igualitas al vinilo Savage que compré ahora impulsivamente...
Sds y a por más
Más vale que te funcione ese vinilo, ya sea en el mar o con estas truchas jejeje.
EliminarSaludos
Un rio precioso y unas truchas de muy bonita librea,un buen contacto para la nueva temporada. Lo de los furtivos tema a parte....pero parece que ya quedan menos. Enhorabuena por la jornada!
ResponderEliminarEs una lástima tener unos ríos así, donde no se respetan las normas.
EliminarEspero que con el tiempo la situación vaya cambiando.
Saludos