CONTINUACIÓN ...
Después de comer, Manel y yo teníamos que reunirnos con Sergio. Con él, nos iríamos a pescar doradas desde embarcación.
En el puerto pude divisar algunas lubinas, que según nos comentó nuestro anfitrión, no hacían caso a los señuelos que se le ofrecían.
Ya centrados en la pesca de la dorada, pusimos rumbo a la zona de pesca.
Organizamos el material y en poco tiempo ya estábamos pescando. Manel fue el primero en estrenarse con las cabezonas. Su tándem de galeras, funcionó en un tiempo récord.
La segunda también sucumbió a la galera de Manel, pero fue Sergio quién se encargó de sacarla.
Nuestro compañero comprobó la potencia de estos espáridos una vez han picado. Las carreras y violentas sacudidas hicieron que el equipo se empleara a fondo.
Era la primera dorada que sacaba Sergio, por lo que estoy seguro que no olvidará la épica lucha que el pez le proporcionó.
El siguiente en tocar escama fui yo. Un pequeño cangrejo montado con un sólo anzuelo, despertó el apetito de otra cabezona, que se defendió con toda la potencia que cabía esperar.
Hubo tiempo de hacer un doblete, si bien la que Sergio acercaba se quedó por el camino. Manel tuvo más fortuna y su ejemplar llegó hasta la sacadera.
Bellos colores para otro combativo pez.
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Me tocó a mí nuevamente hacerme con otra cabezona. No apuré la captura en vista de que todavía estaba con fuerzas. Regulé el freno del carrete e intenté asegurar la dorada. Finalmente todo se resolvió a mi favor.
Hubo algunas picadas fallidas, que hicieron que el cebo comenzara a escasear. Pero tuvimos tiempo para lograr otro doblete. La dorada que yo trataba de acercar se soltó durante la lucha, pero la de Sergio llegó hasta la embarcación y pudimos subirla a bordo.
Llegó la hora de marchar, pues había que recorrer un buen trecho hasta puerto. El balance de la jornada era muy positivo, ya que todos habíamos tocado escama. 6 doradas en pocas horas, es un buen motivo para volver pronto.
Aprovechamos para cenar en un bar cercano, pues había mucho que comentar sobre el día. La mañana tras las lubinas y la tarde con las doradas como protagonistas. Al final nos dieron las uvas y tuvimos que despedirnos hasta la próxima.
Llegué a casa a las 3:00 am. Casi 24 horas sin dormir. Sin embargo, a las 7:00 am ya estaba a pie para ir a pescar con Walter. Tuve que hacer una parada obligada durante el camino, pues el sueño me sometía a su voluntad y no era cuestión de llevarme un susto.
Por la tarde intentamos capturar alguna lubina, ya que el mar no estaba muy propicio para tentar a la dorada.
Tuve un ataque a mi paseante al poco tiempo de comenzar. Repetí el lance sobre la misma zona y miré como una lubina tomaba sin recelo mi señuelo. La acerqué y la liberé, pues se trataba de una lubina de pequeño tamaño.
La gran cantidad de sardinilla que rondaba por la zona hizo imposible que engañáramos alguna lubina más en aquel lugar. Por ello, Walter cambió de zona, para probar fortuna con los vinilos.
Sin embargo, la reina de las espuma se encontraba esquiva.
Regresamos a puerto, para luego ir a cenar y ver el partido del mundial de esa noche, ya que el cuerpo ya pedía una tregua.
Después de comer, Manel y yo teníamos que reunirnos con Sergio. Con él, nos iríamos a pescar doradas desde embarcación.
En el puerto pude divisar algunas lubinas, que según nos comentó nuestro anfitrión, no hacían caso a los señuelos que se le ofrecían.
Ya centrados en la pesca de la dorada, pusimos rumbo a la zona de pesca.
Organizamos el material y en poco tiempo ya estábamos pescando. Manel fue el primero en estrenarse con las cabezonas. Su tándem de galeras, funcionó en un tiempo récord.
La segunda también sucumbió a la galera de Manel, pero fue Sergio quién se encargó de sacarla.
Nuestro compañero comprobó la potencia de estos espáridos una vez han picado. Las carreras y violentas sacudidas hicieron que el equipo se empleara a fondo.
Era la primera dorada que sacaba Sergio, por lo que estoy seguro que no olvidará la épica lucha que el pez le proporcionó.
El siguiente en tocar escama fui yo. Un pequeño cangrejo montado con un sólo anzuelo, despertó el apetito de otra cabezona, que se defendió con toda la potencia que cabía esperar.
Hubo tiempo de hacer un doblete, si bien la que Sergio acercaba se quedó por el camino. Manel tuvo más fortuna y su ejemplar llegó hasta la sacadera.
Bellos colores para otro combativo pez.
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Me tocó a mí nuevamente hacerme con otra cabezona. No apuré la captura en vista de que todavía estaba con fuerzas. Regulé el freno del carrete e intenté asegurar la dorada. Finalmente todo se resolvió a mi favor.
Hubo algunas picadas fallidas, que hicieron que el cebo comenzara a escasear. Pero tuvimos tiempo para lograr otro doblete. La dorada que yo trataba de acercar se soltó durante la lucha, pero la de Sergio llegó hasta la embarcación y pudimos subirla a bordo.
Llegó la hora de marchar, pues había que recorrer un buen trecho hasta puerto. El balance de la jornada era muy positivo, ya que todos habíamos tocado escama. 6 doradas en pocas horas, es un buen motivo para volver pronto.
Aprovechamos para cenar en un bar cercano, pues había mucho que comentar sobre el día. La mañana tras las lubinas y la tarde con las doradas como protagonistas. Al final nos dieron las uvas y tuvimos que despedirnos hasta la próxima.
Llegué a casa a las 3:00 am. Casi 24 horas sin dormir. Sin embargo, a las 7:00 am ya estaba a pie para ir a pescar con Walter. Tuve que hacer una parada obligada durante el camino, pues el sueño me sometía a su voluntad y no era cuestión de llevarme un susto.
Por la tarde intentamos capturar alguna lubina, ya que el mar no estaba muy propicio para tentar a la dorada.
Tuve un ataque a mi paseante al poco tiempo de comenzar. Repetí el lance sobre la misma zona y miré como una lubina tomaba sin recelo mi señuelo. La acerqué y la liberé, pues se trataba de una lubina de pequeño tamaño.
La gran cantidad de sardinilla que rondaba por la zona hizo imposible que engañáramos alguna lubina más en aquel lugar. Por ello, Walter cambió de zona, para probar fortuna con los vinilos.
Sin embargo, la reina de las espuma se encontraba esquiva.
Regresamos a puerto, para luego ir a cenar y ver el partido del mundial de esa noche, ya que el cuerpo ya pedía una tregua.
Muy buena entrada como siempre Josiño.
ResponderEliminarQue bonitas son las condenadas...se ve que lo pasasteis muy bien,os lo montais de puta madre.Un saludo artista
Muchas gracias. Son muy chulas, pero las truchas también lo son.
EliminarSaludos
Eses peixes fáciles jajaja...vaya taneros que sois.
ResponderEliminarEsas no son de las que pesco contigo jejeje.
EliminarEn lugar de "los 3 tenores", "los 3 tanores" jajajaja.
Saludos
Buena jornada doradera José, enhorabuena por tan bonitas capturas, Saludos
ResponderEliminarLa verdad es que no hubo queja, porque todos tocamos escama.
EliminarSaludos
Jojojolines !!! Enhorabuena
ResponderEliminarTe te te ha gus gus gus tado jejeje.
EliminarSaludos
Enhorabuena josiño,bonitas doradas y que sabrosas,menudo maratón te pegaste,je,je,lo importante es pasarlo bien y en buena compañía,un abrazo meu
ResponderEliminarMuchas gracias. Lo de sabrosas no te sabría decir, pero el maratón son de órdago.
EliminarSaludos
Carallo menuda pescata, enhorabuena!!! lo pasasteis en grande, saludos Jose
ResponderEliminarMuchas gracias. Tratamos de pasarlo en grande, que es de lo que se trata.
EliminarSaludos
Bonita pesquera Josiño, anda que echaste mal día jejjej.. Un abrazo crack
ResponderEliminarMuchas gracias. Fue un día completito.
EliminarSaludos
Hola Josiño;
ResponderEliminarEs increíble como tiran las condenadas...Todo un placer como siempre compartir jornada contigo...Ahora que ya sé como va el tema de la picada, señuelos...habrá que poner más empeño en la gorda..
Un abrazo crack, nos vemos en la próxima...(aunque me ha dicho un pajarito que has repetido,jeje)
¡¡Vaya si tiran!! son expertas en eso. Espero que en la próxima triunfemos aún más.
EliminarSaludos
Enhorabuena, menuda pesquera de doradas, que ¡¡lujazo!!
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias. No se dio mal la cosa, aunque hubo que emplearse a fondo.
EliminarSaludos
Buenas cabezonas, enhorabuena!!!!que envidia, es una de mis asignaturas pendientes, he estado a ellas por Galicia y por Asturias pero nunca he cogido una deporte, siempre peques.
ResponderEliminarSaludos.
Pues si quieres intentarlo de nuevo, se puede organizar algo con tiempo. El caso es que puedas lograr esa asignatura.
EliminarSaludos
Mejor tarde de pesca que cena.... me parece.
ResponderEliminarSaludos.
Pues si. Pero luego había que recuperar fuerzas jejeje.
EliminarSaludos
Que vicio que tienes....menudo maratón de pesca que te pegaste...pero claro, con esa buena compañía que tuviste ...las horas pasan a velocidad de vértigo...
ResponderEliminarEnhorabuena por tan estupendas capturas.
Un saludo a todos.
Pues bien se podía llamar maratón, porque hubo kilómetros a montones. Pero bueno, coincido en que cuando uno está a gusto, las horas pasan muy rápido.
EliminarSaludos