martes, 30 de julio de 2013

Black Bass Minnow

Esta mañana me fui hasta un embalse cercano para intentar sacar algún bass.
La jornada no sería muy fácil, ya que el nivel de agua ha bajado bastante desde la última vez, por lo que las zonas que considero mejores, ahora mismo estaban en seco.
Nada más empezar, miré algunos grupos de pequeños basses. Estos son muy voraces, por lo que no fue difícil engañar a alguno para librarme del bolo.
Tras cruzarme con varios pescadores que estaban capturando peces de escaso porte, decidí "pinchar" unos cuantos, para que no fueran excesivamente fáciles de engañar.
En una récula contemplé la posibilidad de engañar a algún ejemplar mayor, por lo que necesitaba un señuelo con más peso de lo habitual. Es por ello que me decidí a estrenar el Black Minnow 70 que había comprado en elpezrosa.com.
Efectué un lance oblicuo, tras unos segundos de recogida, noté una parada ... clavé ... y comenzó la lucha.
A los pocos segundo me acordé de la GoPro y me puse a grabar.
Varios ejemplares grandes venían tras la pieza que estaba acercando hasta mi posición. Tras sujetarlo, posó para la foto y volvió por donde había venido.
Las estructuras que buscaría con ahínco cualquier otro día, estaban ahora al descubierto. Con esta situación hay que ir memorizando dichos obstáculos, pues será una ayuda útil para la próxima temporada.

VIDEO
                    

jueves, 25 de julio de 2013

Lubinas en superficie, "a lo Japo"

El pasado domingo había quedado con Marcos y Rubén. La jornada transcurriría en la costa, a la búsqueda de alguna lubina y a priori no nos podíamos imaginar la diversión que nos aguardaba.
Después de pasar un control de alcoholemia, Rubén y yo esperamos por Marcos. Una vez llegó este, conversamos brevemente sobre el lugar en el que pescar. Al final sugerí una zona que hacía tiempo que no tocábamos.
Una vez llegamos al lugar, nos cambiamos y preparamos los equipos. Para mí era día de estreno, pues probaría por primera vez un traje de neopreno, combinado con una botas nuevas y un chaleco de los que suelen utilizar en Japón.
La movilidad que proporciona el traje de neopreno es muy superior a la del vadeador transpirable que utilizaba hasta el momento. A su vez, el chaleco, me liberaba del peso concentrado de la riñonera que hasta ahora siempre me había acompañado. Ahora sólo quedaba utilizar el conjunto en acción de pesca.
 Comenzamos en una zona algo profunda en la que utilicé algunos minnows sin resultado. Quizás por ello nos acercamos hasta una zona más somera en la que los paseantes tomarían el protagonismo.
Con los paseantes en acción, pronto tuvimos las primeras picadas y las capturas no tardaron.
La gran diferencia con otras jornadas, es que los señuelos eran perseguidos en muchas ocasiones por varios ejemplares.
 En uno de los muchos lances que efectué, el paseante (Drivin´Wire) fue atacado por un robalo, pero esta lubineta se adelantó y fue la que se quedó prendida de los anzuelos triples.
Mis compañeros también fueron capturando algún ejemplar joven de lubina y alguna aguja.
 La actividad no cesaba y las cañas se arqueaban al poco tiempo de que el señuelo caía en el agua.
Era curioso que la mayoría de las capturas se producían en una franja alejada de la costa, entre 30 y 50 metros. Algún lance corto resultó efectivo cuando las lubinas perseguían los señuelos hasta distancias más próximas, ya que en el resto de los casos, los lances tenían como objetivo la mayor distancia posible.
 Seguimos un buen rato capturando lubinas, hasta que las capturas cesaron. En este caso avanzábamos unos metros y vuelta a empezar.
 Salvo por alguna ola aislada, el mar presentaba este aspecto tan apacible.
Este hecho, junto a las mareas vivas, nos permitiría pescar en zonas poco habituales.
 La actividad fue tal, que no tomé muchas instantáneas. Y es que esta vez miré más por pasármelo bien, que por quedarme con el recuerdo en forma de imagen, quizás porque toda la acción estaba siendo recogida por mi GoPro.
Las capturas fueron numerosas. Yo saqué un total de 15 lubinas y una aguja. Mis compañeros se movieron por esa cifra, por lo que la jornada se puede calificar de memorable. La única pega es que no pude grabar todas las capturas por falta de espacio en la memoria de la cámara, pero recopilé material suficiente para editar este vídeo. Espero que os guste.

VÍDEO


La valoración en cuanto a la vestimenta elegida es de un 10 en todos los sentidos. La mejor inversión que se puede hacer, para pescar en la costa.
La movilidad con el traje de neopreno es muy alta, por lo que podemos movernos rápidamente si es necesario.
Las botas son más ligeras que las que utilizaba hasta ahora, por lo que las piernas se fatigan menos. A su vez, los clavos que incorporan las suelas, añaden un agarre extra en las zonas donde las piedras están más pulidas, sobre las algas más pequeñas o el verdín.
El chaleco Shimano XEFO float jacket VF-281I es de lo más confortable y se ajusta muy bien al torso, por lo que no hay movimientos indeseados de este. Además el peso de las cajas de señuelos y las herramientas, se reparte de tal manera que llegamos a tener la impresión de no llevar peso alguno.
La libertad de los brazos es total, por lo que se lanza y recoge con comodidad.

Por añadir una pega, diré que el talón de la caña golpea en ocasiones el alicate que llevo en el exterior de uno de los bolsillos, al mover los paseantes. Esto se soluciona llevando el alicate dentro de uno de los bolsillos.
 Lo más destacado es sin duda el chaleco.
Incorpora un triple sistema de cierre, mediante dos enganches (interno/externo) y una cremallera un tanto especial. El material que ayuda a la flotación incrementa el confort de la prenda.
 En su parte interna nos encontramos con un espacio para cubrir con nuestros datos personales, así como el grupo sanguíneo. Justo al lado incorpora un silbato.
 En el lado opuesto, se encuentra un pequeño bolsillo con cremallera, en el que se aloja una bolsa estanca para el teléfono móvil.
 El frontal del chaleco dispone de dos amplios bolsillos y otros más pequeños.
En los hombros y los bolsillos frontales, incorpora unas bandas reflectantes.
Las argollas en las que sujetar los accesorios son abundantes y bien repartidas.
 En la parte posterior incluye dos grandes bolsillos, en los que podemos llevar distintos tipos de cajas o útiles de pesca.
 Las cremalleras de los bolsillos llevan unos tiradores que facilitan su apertura y cierre, incluso usando guantes.
La denominación XEFO (Extreme Fusion) es sinónimo de calidad, como pude comprobar en su día con una gorra de la misma gama.

Podéis ver más sobre esta prenda en el siguiente enlace:

 Para llevar los señuelos organizados, utilizo 4 cajas. 2 Plano 3500-22 en los bolsillos frontales y 2 cajas más estrechas (Decathlon) en los bolsillos traseros.
 A su vez he comprado una tijera Shimano para llevar en el chaleco y una herramienta que podría calificar de "revolucionaria", ya que permite hacer el nudo de unión del bajo (leader) y el trenzado (braid) de forma rápida y fácil.
Aquí podéis ver cómo se utiliza: Daiwa Sokkou Knot Tool
Y por último, he adquirido este alicate de Berkley, después de que mi amigo Walter me lo recomendase como una buena opción de alicate resistente a la corrosión.
Incorpora dos cuchillas que seccionan el trenzado con facilidad. Permite abrir las anillas o llaveros de nuestros señuelos con facilidad y además es muy ligero.

Aprovecho este espacio para enviar mi más sentido pésame a las familias de las víctimas del accidente ferroviario de Santiago de Compostela. Un hecho catastrófico que ha conmocionado a toda la sociedad.

lunes, 22 de julio de 2013

Carpas a mosca en Galicia

Cuando hablamos de la pesca de la carpa, uno piensa en esos enormes peces engañados con boilies, maíz o cebos naturales. Digamos que es una visión muy amplia ya que el carpfishing es una pesca muy extendida a nivel mundial. Sin embargo hay algunos pescadores que son capaces de engañar a estos formidables peces con equipos de mosca, por lo que el reto resulta a priori, mucho más complicado.
Desde que miraba las entradas en el blog de Luis Guerrero (http://comopezenelaguapesca.blogspot.com.es/), ya me imaginaba a mí intentándolo.
Y con el tiempo he descubierto que son muchos los que también tienen éxito en esta tarea: César (http://amoscaporextremadura.blogspot.com.es/), Carlos (http://pescarlitos.blogspot.com.es/), Jorge (http://escamasdoradas.blogspot.com.es/), etc.
Y si ellos han podido, pues yo también. Así, este sábado quedé con Yago (que ya ha conseguido engañar algunas carpas a mosca) para pescar en aguas del río Miño, para intentar sacarme la espina del año pasado.
 El cielo se presentaba nublado, por lo que tendríamos algunos problemas para localizar los peces, pero prefería eso, a que soplara viento, ya que entonces estaríamos perdidos.
 La mañana transcurrió con pocos peces divisados por parte de Yago, sin embargo fue capaz de clavar una carpa que al final logró escaparse.
En ocasiones se podían ver las hierbas de la orilla moviéndose tras el paso de alguna carpa y algún que otro salto fuera del agua.
 Después de un buen rato de infructuosos resultados, Yago clavó otra carpa. Esta vez parecía estar bien sujeta, ya que me dio tiempo a llegar hasta su lado para grabar la escena.
 Las carreras del pez eran toda la banda sonora que necesitábamos, aunque deberíamos ser pacientes si queríamos verle las escamas.
 Sin embargo se impuso la tozudez del animal y este logró abrir el anzuelo tras una larga lucha.
Quizás estábamos destinados a sufrir un batacazo, como en otras ocasiones.
 A media mañana el sol apareció tímidamente, para ir ganando presencia en el cielo. Esto provocó que una leve brisa comenzase a rizar la superficie del agua.
No era tarea fácil, pero fui capaz de clavar tres carpas, si bien la rotura del bajo en el primer caso y la fuga por parte de los peces en los otros dos, me pusieron los pies en la tierra.
 Mi compañero desistió por un momento y se dedicó a sacar algunos basses con distintos engaños.
En este tiempo pude ver una anguila, varias tencas y algunos pequeños black bass.
Cuando me encontraba cerca de Yago, divisé un buen ejemplar de carpa. Sobre unos 10 kilos. Mi sorpresa fue mayúscula cuando la clavé, pues aquel animal empezó a sacar línea poco a poco, pero casi sin pausa. A continuación miré como el backing salía de la bobina, poniendo agua de por medio.
Tras una lucha de unos cinco minutos, la carpa logró soltarse del anzuelo, concediendo una tregua a mi maltrecho brazo, que ya pedía un respiro.
Al final no hubo manera.
Después de comer nos fuimos a ver si sacábamos algún bass. Alguno salió, pero de escaso porte.
En la orilla pudimos contemplar a varios ejemplares de perca sol, los cuales atendían a sus nidos.

Hubo tiempo para hacer una visita a otro embalse, si bien no hubo suerte de cara a las capturas.

En esta ocasión ganaron las carpas, pero esta vez he estado más cerca que nunca. Espero que en la próxima, ya pueda sostener en mis manos el ansiado premio.

VIDEO DE LA JORNADA

                  

lunes, 8 de julio de 2013

1º Encuentro Bricoypesca.com

Este fin de semana asistí al I encuentro Bricoypesca.com con mi amigo Rubén. Allí nos reuniríamos con otros compañeros de afición, desafiando al intenso calor que nos invade en estos días.
 El sábado ya llegaron algunos de los asistentes, los cuales pernoctarían en la zona. Así que me fui con Rubén hasta allá para pasar la tarde del sábado con ellos.
 Tras las presentaciones y un poco de charla variada, llegó la que para mí fue la anécdota de la jornada. Walter me mostró un videojuego al que estaba "enganchadísimo". El caso es que no daba pasado la fase en la que se encontraba. Tras comentarme la dinámica del juego me puse a estudiar la estrategia a seguir.
Walter le apostó a mi amigo Rubén una cena a que no lograba pasar la fase. (Rubén estaba seguro de que yo lo lograría, así que no podía fallar).
No tardé ni dos minutos en lograrlo, desatando una euforia descomunal. El caso es que Walter dijo que había sido suerte. Proseguí jugando con tal destreza, que casi terminaba una fase por minuto, salvo algunas más elaboradas, lo que provocó las risas de algunos de los asistentes.
A partir de ahí no sé lo que ocurrió, ya que me quedé absorto con aquel juego, hasta que Walter me pidió que le devolviese el móvil.
 De la sombra del pinar, nos fuimos a la terraza del camping, donde hicimos acopio de bebidas y helados.
Aquí alguno se sorprendió que me comiese 4 helados seguidos, pero lo cierto es que el calor invitaba a ello.
El ambiente era inmejorable y los minutos fueron transcurriendo hasta que llegó el momento de marcharse.
Tocaba retirada hasta casa para intentar dormir algo y madrugar para estar de vuelta a las 6:00 am.
 Al día siguiente, me levanté a las 4:00 am, casi sin dormir ni descansar. Recogí a Rubén y pusimos rumbo al punto de encuentro, donde desayunaríamos en compañía de algunos buenos amigos.
Allí estaba Walter, Mikel, Casti, Berto, Sergio, Anxo, Manel, Santi, Yago, Carlos, Anibal, y muchos más.
Tras el desayuno, rumbo a la zona de pesca en compañía de Manel, tras haber dejado a otros compañeros en sus respectivas zonas de pesca.
Después de cambiarnos, empezamos a pescar. Yo utilicé un Spittin´Wire que pronto cambié por el Drivin´Wire,  ya que este último sería más visible.
Tras un buen rato intentándolo, tuve un primer ataque al paseante. Poco después clavé esta lubina.
Algo más tarde otra picada fallida que aumentaba las posibilidades de éxito.
 De vuelta hacia los coches,  Rubén capturó la primera pieza de tamaño reglamentario.
Una pieza que podía ser muy valiosa a la hora de optar a los premios.
Cambiamos de lugar para probar en una zona más cómoda. En un momento Manel clavó dos piezas y poco después una tercera, con uno de sus vinilos.
Cambié mi señuelo por un Spittin´Wire y me fui a una zona somera. Bastaron unos lances para que una lubina de algo más de un kilo lo atacase, pero por desgracia no se clavó.
Insistí varias veces pero no volvió a picar.
 Más tarde llegaron algunos compañeros que pescaron un rato junto a nosotros, para después irnos a un bar para rehidratarnos.
Unas cervezas y algo de empanada me devolvieron la vida, así que ya podíamos ir al pesaje.
 Con todo el personal alrededor de las capturas, se fue procediendo a tomar nota del peso de las piezas.
Hubo muchas risas a pesar del calor infernal, y es que a mediodía no se paraba ni un minuto bajo el sol.
No fue una jornada muy productiva, pero salieron unas cuantas piezas entre lubinas, agujas y algún pinto.
 Las capturas fueron donadas a un comedor social, lo cual está muy bien.
Con el pesaje terminado, ya sólo quedaba aguardar a la hora de la comida, así que tocaba charla de pesca.
 Después tocó sentarse a la mesa, para dar buena cuenta de los entrantes y el churrasco, si bien la bebida era más demandada por los comensales.
El calor en el comedor era asfixiante, por lo que de vez en cuando, alguno salía afuera para refrescarse o fumarse un cigarrillo.
Tras la comida, Santi ejerció de maestro de ceremonias, para a continuación dar paso a la entrega de premios.
 El tercer clasificado.
 Mi amigo Rubén obtuvo el segundo puesto.!!Enhorabuena¡¡
 Y el primer clasificado.
 La velada finalizó con el reparto de vinilos para todos los asistentes por parte del organizador. Un gran detalle por su parte.
A continuación nos fuimos para afuera y seguimos charlando durante un buen rato. Algunos iban partiendo ya para sus casas, aunque yo no tenía prisa alguna, dado el calor sofocante que aún se respiraba en el ambiente.
Y así llegó la hora de partir, después de despedirnos de nuestros amigos, esperando repetir en breve con otra quedada, ya que en estos eventos me lo paso en grande.

miércoles, 3 de julio de 2013

Una captura que vale por muchas

Madrugué, pero el poco descanso por culpa del calor hizo que me lo pensara.
-Si no voy, no pescaré.
Desayuno rápido y al coche.
Llego a mi destino y contemplo como la luz del sol se abre paso a través de las nubes.
Elijo el señuelo y comienzo a lanzar en los puntos que considero más prometedores.
Un pequeño bass se atreve a atacar el vinilo, pero no se queda prendido.
Observo algunos ejemplares medianos, que rechazan todos los señuelos que les voy ofreciendo.
Entonces pienso: -La cosa pinta muy mal. Este año aún no he capturado mi primer bass y creo que hoy no va a ser el día.
Decido continuar, aunque debo apurar el paso.
Helechos y zarzas tan altas como yo, ocultan lo que en su día fue una senda.
Voy haciendo algunos lances en las zonas en las que puedo, ya que la maleza se ha adueñado de buena parte de las orillas.
Tras unos arañazos en los brazos, llego a una zona algo despejada y diviso un par de ejemplares de buen porte.
Y al igual que antes, no hacen caso a nada.
Sin embargo, recuerdo que llevaba algún IKA, recomendado por mi amigo Alejandro.
Tras el primer lance, observo cierto interés, si bien uno de los basses se asusta.
Tras algún lance más ... mejor ver el vídeo.

Hay dos detalles a tener en cuenta en el vídeo:
1- El anzuelo no se había clavado en la dura boca del bass.
2- Tuve que apurar la captura, pues a la derecha había una zona con muchas rocas, en la que el bass podía ganarme la partida.

Por suerte para mí, ganamos ambos.