Este domingo tocó madrugar y mucho, para asistir a una quedada de pesca con varios colegas de afición.
A las 4:00 am ya estaba despierto, y una hora después me puse en camino hacia Camariñas.
Algo más de dos horas de trayecto fueron necesarias para cubrir el trayecto en plena noche.
Tras varias llamadas telefónicas, todos fuimos llegando a Ponte do Porto, que era el punto de reunión.
Manel,
Anxo, David,
Mikel, Edi, Casti,
Marcelo,
Rober,
Sergio, Carlos, Suso, Ramón,
Roberto, Alex, Crasko y otros de los que no recuerdo los nombres y a los que pido perdón.
Tuvimos que esperar un poco hasta que algún establecimiento abriera sus puertas, para desayunar por segunda vez. Y es que nos esperaban varias horas de pesca y no era plan de ir con el estómago vacío.
Tras el desayuno, opté por seguir a
Rober y a
Marcelo, pues son buenos conocedores de esta costa.
Después de cambiarnos, foto para el recuerdo.
Antes de partir hacia el agua, Marcelo se puso las gafas y la máscara de neopreno, para transformarse en el "Caballero Jedi de los Mares". Fijaos en su caña láser jejeje.
No hay nada mejor que empezar la jornada con el estómago lleno y un poco de humor.
Tocaba posicionarse en las zonas que considerábamos más prometedoras. Rober pescaría en una pequeña ensenada flanqueada por rocas, mientras que Marcelo y yo lo haríamos cerca de una playa próxima.
Había que ir probando fortuna con distintos señuelos, pero los más adecuados eran los que resistían el mar fuerte, que es lo que reinaba en ese momento.
Sin embargo hubo tiempo de probar suerte con los paseantes en una zona de aguas más calmadas.
Tras bastantes minutos de lances continuos, me fui a la búsqueda de otras zonas. De camino pasé junto al
cementerio de los ingleses. Aquí fueron sepultados los 172 tripulantes del HMS Serpent, que perecieron en el naufragio. (
Suceso).
Cuando Rober, Marcelo y yo nos volvimos a reunir, decidimos probar fortuna en otro lugar.
Las rachas de viento eran bastante fuertes en estas otras zonas, así que buscamos algo más de abrigo.
Las cruces de piedra se salpican por las rocas de esta franja de costa, recordando a los que perdieron su vida aquí.
Y es que el nombre de "Costa de la Muerte", está más que justificado, pues el mar se ha cobrado gran cantidad de vidas a lo largo de los años.
Hicimos una parada para intentar hacer algunos lances en un punto que parecía prometedor, pero al final hubo que desistir, pues el oleaje era altamente amenazador.
En la nueva ubicación, nos acompañaron David y
Mikel. Este último se dirigió a una zona mixta, junto a un pequeño arenal.
David tomó posición en una roca alta y probó fortuna con vinilos pesados.
Mientras tanto, yo opté por usar el
Mákina, pues tenía ganas de estrenarlo con una lubina.
De camino hacia nuevos pesqueros, pasé junto a la "Piedra del Oso".
Según parece, hace algún tiempo alguien se la llevó de aquí, pero finalmente fue recuperada y puesta en su lugar. Noticia:
http://www.diariodeleon.es/noticias/sociedad/piedra-oso-vuelve-coja_86183.html
Rachas de viento fuertes y grandes olas fueron la tónica general durante la mañana.
Algunos puntos que ganaban calado con la subida de la marea, parecían muy propicios para regalarnos alguna lubina, pero los esfuerzos fueron inútiles.
El faro de
Cabo Vilán era testigo de nuestros intentos por hacernos con alguna captura.
Entonces pensé que quizás los que optaron por pescar hacia la ría tuvieran más suerte.
Cuando avisté a David, este me dijo que Rober había capturado una lubina.
Un justo premio para él, pues insistió con los pesados chivos durante la mayor parte de la jornada.
Poco después pude grabar a David capturando otra lubina, que tras una buena pelea, volvió al agua. Y es que la corriente era tan fuerte, que hacía que la lucha con los peces fuera más intensa de lo normal.
Se acercaba la hora de la comida, así que paramos para hacernos la foto de grupo.
Había que llevarse un recuerdo de esta magnífica costa.
Una última instantánea del faro y para el bar.
Al llegar al lugar en el que tendría lugar la comida, nos pusimos a hablar de la jornada y de las condiciones que se encontraron cada uno de los asistentes.
Una vez dentro, conocí a Nordeste (compañero de Javier, del blog
Pescakayakcoruña), el cual comentaba a Marcelo las ventajas del kayak en el momento de pescar. Estuve un buen rato hablando con ambos, hasta que llegó la hora de pasar al comedor.
La mayor parte de los comensales estaban en posición de oración, rezando para que la comida llegara pronto a los platos. Yo sin embargo rezaba para mi interior jejeje.
Tras degustar la empanada de atún y la de sardinillas, llegó el churrasco escoltado por los chorizos criollos y una salsa para chuparse los dedos.
Mikel y yo repetimos de buena gana, pues habíamos sufrido un gran desgaste durante la jornada jejeje.
Durante la comida, charlas de lo más variadas, hasta la hora del café.
Seguimos hablando de pesca durante un buen rato en el comedor. Una vez fuera, seguimos hablando de pesca otra vez. Algunos compañeros fueron partiendo para sus respectivos destinos, así que nos fuimos despidiendo hasta otra ocasión.
El grupo cada vez era más reducido, pero cuando la charla es agradable, uno no tiene prisa.
Al final partimos para casa de noche. De camino al hogar, seguí a Anxo y a su padre, que habían venido por otra ruta. Durante el trayecto, el GPS les jugó alguna mala pasada, aunque al final llegamos al lugar que queríamos. Allí aún tuvimos tiempo de hablar algo más de pesca y es que estas charlas pueden llegar a ser interminables jejeje.
Tras despedirme de ellos, puse rumbo a casa, pensando en lo gratificante que había sido la jornada.
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