martes, 16 de junio de 2020

Un gran cambio

La situación de la pesca puede cambiar mucho de unos años para otros, ya sea por la climatología, el factor humano, etc.
Y este año desde luego, es muy diferente al anterior, ya que algunos escenarios han experimentado grandes cambios.
En mi primera incursión tras los basses, me encontré con un nivel de agua atípico para esta época, aunque me pude hacer con algún ejemplar decente.
Las orillas estaban difíciles, a causa de la vegetación, por lo que tampoco insistí demasiado, ya que coincidió con unos días de sol y calor, que también ayudaban a desistir de pescar mucho tiempo.
Hace unos días me fui a otra zona, en compaía de Luis y Bulma, y me llamó la atención no ver peces, donde habitualmente los había. Fue entonces cuando comencé a observar basses muertos en el fondo.
Supongo que a algún pescador no le hace mucha gracia su presencia, pero siendo así, casi sería mejor que los dejase fuera de la vista de otros pescadores, por que la verdad, si me imagino la misma estampa, pero con truchas, a alguno le daría un ataque.
Hay estudios que dicen que los salmónidos tienen los días contados, prinicipalmente por la pérdida de calidad de las aguas. Será entonces cuando los peces menos exigentes tomen el relevo y creo que a día de hoy es sensato pensar en ellos, aunque solo sea para quitar presión sobre los salmónidos.
En vista del panorama, nos fuimos a otro lugar. Aquí el problema de la ausencia de basses, es que la perca sol se está adueñando de las orillas y dada su voracidad, los peces que desovan en las zonas someras, cada vez lo tienen más difícil. Otro duro cambio que hace pensar en que habrá que ir buscando nuevos escenarios.
Menos mal que Bulma siempre está a las duras y a las maduras jejeje.
Si ampliáis la foto, podéis ver en el centro a ... ¿Un cocodrilo? Ah, no ... !!Es Bulma, que no puede pasar un minuto alejada de Luis¡¡ jejeje.
Como no tenía opción a quedarse cerca, se dio media vuelta y lo esperó en la orilla.
A la vista de que los basses estaban desaparecidos, fuimos caminando por una bella senda, hasta el coche. Y de ahí nos fuimos al punto de partida, por si había opción de engañar alguna trucha.
El hecho de no haber llevado el vadeador, me dejó casi sin opciones de pescar, así que me puse a recoger basura de la orilla.
Nuevamente Bulma se quedaba lejos de Luis, pero no lo perdió de vista desde la distancia.
Con la jornada finalizada, estas son las "capturas" que me traje para casa. Unas cuantas latas que pescadores y paseantes fueron dejando en plena naturaleza.