Este domingo tocaba acercarse al mar, para poder sentir de nuevo la atmósfera yodada en los pulmones. A medida que pasa el tiempo, la pesca en el mar se convierte en una droga y como suele ocurrir, uno termina por tener mono.
Con el equipo montado y la indumentaria lista, comencé pescando en una pequeña playa.
Aquí no había grandes algas que limitasen las zonas a batir, pero sí restos de algunas que flotaban en las ensenadas.La previsión había fallado en cuanto al mar, pero alguna rompiente aparecía momentáneamente.
Aquí sería donde concentraría todos mis esfuerzos, pues las aguas estaban bastante claras.Caminando por las piedras me encontré con una gaviota que tenía un ala rota. Su debilidad era extrema por lo que pude cogerla con facilidad.
Mi sorpresa fue enorme cuando comprobé que el ave estaba totalmente desnutrida y con el buche vacío. Un puñado de huesos, piel y plumas que apenas podía caminar y cuya herida presentaba un aspecto horrendo.
Ante tal panorama, opté por terminar con su agonía, pues considero que la muerte por inanición, debe de ser una de las más crueles que existe.Observé a un pescador intentando engañar alguna lubina en una buena rompiente.
Mientras me acercaba, este cambió de lugar, dejando libre el que me parecía más propicio para sacar alguna pieza.
Bastó un lance diagonal entre unas rocas para sentir la picada. Una lubineta había sido engañada a plena luz del día con un Rapala Max Rap de llamativos colores.
La aparatosidad con la que esta se clavó los anzuelos, hizo que me apresurase a liberarla. Un desgarro en uno de los laterales fue el precio de su ataque, pero por suerte no manó sangre de la herida.El sol ya se podía intuir en la espalda y ya no tenía muchas esperanzas de capturar pieza alguna.
Pero observé que las olas que golpeaban una gran roca, creaban un espectáculo digno de admiración.
Fue por ello que dediqué unos minutos a "capturar" estos momentos.Puse mi equipo a buen recaudo ... tomé la cámara sumergible ... y me acosté sobre las rocas para tomar algunas instantáneas.
Sabía que me iba a mojar, pero alguna fotografía merecería la pena.
Había que esperar una ola, no demasiado grande, pero que golpeara en el preciso momento, para poder captar la fragmentación de la masa de agua ... y ahí venía la primera.Tras unas cuantas que no fueron de mi agrado, llegó otra buena.
Esta me metió agua en uno de los oídos y propiciaba mi salida del lugar ... pero aún se podía mejorar ... !!Qué demonios¡¡
!!! Esta era la que yo quería ¡¡¡
Con la cámara empapada me apresuré a ver el resultado.
Parte iluminada por el sol y parte en la sombra, con borbotones de agua por todos lados y cuya espuma ocupaba casi todo el plano.
!!! Genial ¡¡¡El antes ...... y el después.
Ni la cámara más moderna es capaz de igualar la cantidad de matices que captura el ojo humano, mientras se genera el instante elegido.
Y por desgracia para nosotros, cada matiz es único e irrepetible.
Aquí no había grandes algas que limitasen las zonas a batir, pero sí restos de algunas que flotaban en las ensenadas.La previsión había fallado en cuanto al mar, pero alguna rompiente aparecía momentáneamente.
Aquí sería donde concentraría todos mis esfuerzos, pues las aguas estaban bastante claras.Caminando por las piedras me encontré con una gaviota que tenía un ala rota. Su debilidad era extrema por lo que pude cogerla con facilidad.
Mi sorpresa fue enorme cuando comprobé que el ave estaba totalmente desnutrida y con el buche vacío. Un puñado de huesos, piel y plumas que apenas podía caminar y cuya herida presentaba un aspecto horrendo.
Ante tal panorama, opté por terminar con su agonía, pues considero que la muerte por inanición, debe de ser una de las más crueles que existe.Observé a un pescador intentando engañar alguna lubina en una buena rompiente.
Mientras me acercaba, este cambió de lugar, dejando libre el que me parecía más propicio para sacar alguna pieza.
Bastó un lance diagonal entre unas rocas para sentir la picada. Una lubineta había sido engañada a plena luz del día con un Rapala Max Rap de llamativos colores.
La aparatosidad con la que esta se clavó los anzuelos, hizo que me apresurase a liberarla. Un desgarro en uno de los laterales fue el precio de su ataque, pero por suerte no manó sangre de la herida.El sol ya se podía intuir en la espalda y ya no tenía muchas esperanzas de capturar pieza alguna.
Pero observé que las olas que golpeaban una gran roca, creaban un espectáculo digno de admiración.
Fue por ello que dediqué unos minutos a "capturar" estos momentos.Puse mi equipo a buen recaudo ... tomé la cámara sumergible ... y me acosté sobre las rocas para tomar algunas instantáneas.
Sabía que me iba a mojar, pero alguna fotografía merecería la pena.
Había que esperar una ola, no demasiado grande, pero que golpeara en el preciso momento, para poder captar la fragmentación de la masa de agua ... y ahí venía la primera.Tras unas cuantas que no fueron de mi agrado, llegó otra buena.
Esta me metió agua en uno de los oídos y propiciaba mi salida del lugar ... pero aún se podía mejorar ... !!Qué demonios¡¡
!!! Esta era la que yo quería ¡¡¡
Con la cámara empapada me apresuré a ver el resultado.
Parte iluminada por el sol y parte en la sombra, con borbotones de agua por todos lados y cuya espuma ocupaba casi todo el plano.
!!! Genial ¡¡¡El antes ...... y el después.
Ni la cámara más moderna es capaz de igualar la cantidad de matices que captura el ojo humano, mientras se genera el instante elegido.
Y por desgracia para nosotros, cada matiz es único e irrepetible.
Uff, vaya olas!! yo no me pondría tan cerca...
ResponderEliminarbuenas fotos si señor.
saludos
Bonitas fotos Jose!
ResponderEliminarBuenas Jose;
ResponderEliminarLa fotografía y la pesca son el complemento perfecto y un recurso si falta alguno de los dos complementos.
Si la pesca falla, ahí está la fotografía que, con imágenes como esa tampoco necesitan de róbalo como acompañante.
En cuanto a la pesca toca sufrir, mirándolo objetivamente pues como en la mayoría de deportes.
Un saludo y ánimo, a seguir dándole que ya caerán.
Muy buenas fotografías lo malo es la falta de pescado, pero ya entrarán. Bien hecho matando a la paloma y que no sufra mas.
ResponderEliminarsaludos
Buenas fotos Jose,hay que esperar el momento ideal y no desesperar en el intento.
ResponderEliminarFelicidades por esa lubineta,algo es algo,hay que seguir intentandolo.
Saludos.
Carlos, tú eres más nde interior ¿no? jejeje
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Roballiza.
ResponderEliminarHabrá que seguir intentando otras perspectivas.
Saludos
Llevas razón pescadicto. En alguna jornada en la que me tengo venido bolo, estaba como loco por ver algunas de las fotos de la jornada, ampliadas.
ResponderEliminarSi Dios quiere ... septiembre será un buen mes.
Saludos
Eso espero Anxo. Este año está siendo muy malo.
ResponderEliminarSaludos
Hay que aguantar hasta el momento preciso, pero no siempre es posible hacerlo.
ResponderEliminarMenos mal que tú vas tocando escama regularmente.
Saludos
Hola Jose, por las fotos creo que el otro pescador era yo, me alegro que tuvieses mas suerte que yo, por que no note ni toque en toda la mañana y eso que la zona estaba bonita.
ResponderEliminarun saludo y nos vemos por las piedras...
bonitas fotos, noraboa
ResponderEliminarHno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarLo cautivante de la vida es eso,...nada es repetible,...solo parecido,...y diferente.
Por muchas bellas aventuras más.
Un abrazo enorme y,...
Un afectuoso sapukay.-
Me hubiera gustado ver una foto tuya del despues de la instantanea de la ola rompiendo delante de tus narices...jejeje
ResponderEliminarYo tambien tengo basatnte abandonada la pesca este mes...a ver si le meto en septiembre los ultimos achuchones al rio y luego voy al mar
un saludo Jose
Como bien dices ninguna cámara capta todos los matices y menos aun la emoción y susto que te pone el corazón a mil tras una ola inesperada. Cuando escuchas el estruendo y la ves venir sabiendo que te vas a mojar .. Ese instante es la leche jajaja Enorabuena por tu blog las fotos son insuperables eres un artista . Sigue deleitándonos con tu arte un saludo.
ResponderEliminarMe hubiera gustado charlar un rato sobre la situación de estos últimos meses.
ResponderEliminarNos vemos por las piedras Xenxo.
Saludos
Muchas gracias Vitu.
ResponderEliminarEspero hacer pronto el artículo.
Saludos
Leo, tú de esto sabes mucho.
ResponderEliminarSaludos compañero.
Pues sí anónimo. Hay cosas que pasan desapercibidas para una cámara, pero no para el ojo.
ResponderEliminarPero uno de los ojos lo hay que tener puesto en el mar, que este es muy peligroso.
Saludos y me alegro que te gusten las fotos.
Pablo, se me pasó por la cabeza ... pero como no llevaba el trípode, se quedó en proyecto.
ResponderEliminarYa se hará jejeje.
Saludos
AUPA JOSE
ResponderEliminarMuy guapas,de esas me he llevado yo unas cuantas y las más traicioneras son las pequeñas,que las ves venir, no les das importancia y luego te rompen en la piedra de al lado que hace de trampolín y te la comes enterita jejeje...qué te voy a contar yo a ti que no sepas ya.
UN SALUDO FIERA
Opino como Pescadicto..lo ha explicado de maravilla..
ResponderEliminarParece increíble como pueden tirarse a un pez de ese color pero es así..
Enhorabuena y gracias por esas fotos..
S2
A mi las que más me preocupan, son las que puedan tirarme contra las piedras Ander.
ResponderEliminarEl remojón se soluciona rápido jejeje
Saludos
Fermintxo, el color RH (red head) es muy efectivo y no conozco pez con esos colores, salvo uno blanco que esté vomitando sangre jejeje
ResponderEliminarSaludos