Aprovechando el festivo de ayer, y en vista de que las lubinas no dan señales de actividad, me acerqué con unos compañeros a la búsqueda de algún sargo.En esta ocasión fuimos Ángel, Antonio, Rubén y yo.
Aunque yo no soy un experto de la pesca del sargo, en este caso ejercería de maestro, ya que mis tres compañeros afrontarían su primera jornada de pesca del sargo con boya.
Aunque yo no soy un experto de la pesca del sargo, en este caso ejercería de maestro, ya que mis tres compañeros afrontarían su primera jornada de pesca del sargo con boya.
En vista del mar previsto, fuimos a observar las condiciones en un punto bastante bueno para esta modalidad.
Desde la altura me quedé observando un rato las evoluciones del mar, para ver si sería factible bajar a pescar en esta zona.El color del agua era bueno y se mantenía, pero cada poco tiempo llegaba una ola que trepaba por las rocas de la orilla, haciendo peligroso cualquier intento de permanecer abajo.
Por ello buscamos una zona más resguardada, que nos permitiera pescar con tranquilidad, sacrificando puestas a priori mejores.En el nuevo emplazamiento, me encargué de ir explicando las nociones básicas de esta modalidad, montando los aparejos y atando los anzuelos, por tener algo más de destreza en este apartado.
Rubén fue el primero en ponerse a pescar, y poco después lo hicimos los demás.
Y no sé si es que se suele cumplir aquello de "la suerte del principiante", pero este sacó un bonito sargo.
Eso sí, la forma en la que lo elevó, hizo peligrar en todo momento la captura.Su rápido estreno nos hizo presagiar una buena jornada, aunque las aguas seguían estando muy claras.
Las nubes que tapizaban el cielo, parecían disiparse ante el avance del día, cosa que jugaba también en nuestra contra.Después de un buen rato sin sentir picada alguna, salvo por una boga que capturó Ángel, cambiamos de lugar.
Nos acercamos a una puesta en la que el mar estaba un poco más tranquilo, para pescar con algo más de seguridad.
Poco permanecimos en esta nueva zona, ya que las picadas brillaron por su ausencia y un par de submarinistas (sin boya señalizadora) se acercaron hasta donde nos encontrábamos.Nueva peregrinación hasta un nuevo emplazamiento y de nuevo a buscar alguna pieza que engañar.
Aquí también teníamos un mar cuya actividad aumentaba, pero nuestra posición elevada y las picadas constantes, nos hicieron decantar por permanecer allí.Cuando aguardábamos por ver el hundimiento de la boya, parecíamos estar ansiosos por ver quién la tenía más larga: la caña jejeje. En este caso yo ganaba por goleada, pues la mía es de más de siete metros (me refiero a la caña).Cuando Antonio capturó un sargo, que por mala suerte terminó en una profunda grieta, pensé rápidamente en el bolo.
Y es que la atención hacia mis compañeros fue constante:
-Jose, ¿Cómo era ese nudo que hacías?
-¿Cómo se pone el cebo?
-¿Me empatas el anzuelo, que yo no soy capaz?
Pero como mis maestros (Anxo y Fran) fueron pacientes conmigo, pues yo también he optado por seguir la misma línea.Y parece que el todopoderoso me concedió el don de la providencia, pues concatené tres capturas (de bogas), con un tremendo picadón por medio, que presumiblemente pudo tratarse de uno de nuestros amigos cebreados.
A continuación, me acerqué hasta José Antonio, para recuperar el sargo que se había quedado aprisionado en una grieta.
Con un invento improvisado conseguí sacar el pez de su cárcel de roca, para después volver a retomar la pesca.Al mediodía, tres submarinistas aparecieron por el lugar. Iban muy separados unos de otros, pero sólo el último llevaba la boya señalizadora.
Intuimos que no estaban haciendo nada bueno, pues esta conducta no es la normal en este gremio.Con todo decidido, Rubén y yo empezamos a recoger los bártulos. José Antonio y Ángel exprimieron el tiempo hasta el último momento, por lo que deduje que esta modalidad de pesca les había enganchado. Lo mismo puedo decir de Rubén, pues se demoró más de una hora en su partida.Al final, con un mar desapacible, aguas claras y cielo despejado, todos pudimos tocar escama.
Salimos bastante tarde del pedrero, por lo que tuvimos que hacer una parada para sosegar la sensación de sed y hambre. De camino a casa, hubo dos paradas más, pues había que celebrar que en el mundo de la pesca del sargo, hay tres nuevos sargueros.
Desde la altura me quedé observando un rato las evoluciones del mar, para ver si sería factible bajar a pescar en esta zona.El color del agua era bueno y se mantenía, pero cada poco tiempo llegaba una ola que trepaba por las rocas de la orilla, haciendo peligroso cualquier intento de permanecer abajo.
Por ello buscamos una zona más resguardada, que nos permitiera pescar con tranquilidad, sacrificando puestas a priori mejores.En el nuevo emplazamiento, me encargué de ir explicando las nociones básicas de esta modalidad, montando los aparejos y atando los anzuelos, por tener algo más de destreza en este apartado.
Rubén fue el primero en ponerse a pescar, y poco después lo hicimos los demás.
Y no sé si es que se suele cumplir aquello de "la suerte del principiante", pero este sacó un bonito sargo.
Eso sí, la forma en la que lo elevó, hizo peligrar en todo momento la captura.Su rápido estreno nos hizo presagiar una buena jornada, aunque las aguas seguían estando muy claras.
Las nubes que tapizaban el cielo, parecían disiparse ante el avance del día, cosa que jugaba también en nuestra contra.Después de un buen rato sin sentir picada alguna, salvo por una boga que capturó Ángel, cambiamos de lugar.
Nos acercamos a una puesta en la que el mar estaba un poco más tranquilo, para pescar con algo más de seguridad.
Poco permanecimos en esta nueva zona, ya que las picadas brillaron por su ausencia y un par de submarinistas (sin boya señalizadora) se acercaron hasta donde nos encontrábamos.Nueva peregrinación hasta un nuevo emplazamiento y de nuevo a buscar alguna pieza que engañar.
Aquí también teníamos un mar cuya actividad aumentaba, pero nuestra posición elevada y las picadas constantes, nos hicieron decantar por permanecer allí.Cuando aguardábamos por ver el hundimiento de la boya, parecíamos estar ansiosos por ver quién la tenía más larga: la caña jejeje. En este caso yo ganaba por goleada, pues la mía es de más de siete metros (me refiero a la caña).Cuando Antonio capturó un sargo, que por mala suerte terminó en una profunda grieta, pensé rápidamente en el bolo.
Y es que la atención hacia mis compañeros fue constante:
-Jose, ¿Cómo era ese nudo que hacías?
-¿Cómo se pone el cebo?
-¿Me empatas el anzuelo, que yo no soy capaz?
Pero como mis maestros (Anxo y Fran) fueron pacientes conmigo, pues yo también he optado por seguir la misma línea.Y parece que el todopoderoso me concedió el don de la providencia, pues concatené tres capturas (de bogas), con un tremendo picadón por medio, que presumiblemente pudo tratarse de uno de nuestros amigos cebreados.
A continuación, me acerqué hasta José Antonio, para recuperar el sargo que se había quedado aprisionado en una grieta.
Con un invento improvisado conseguí sacar el pez de su cárcel de roca, para después volver a retomar la pesca.Al mediodía, tres submarinistas aparecieron por el lugar. Iban muy separados unos de otros, pero sólo el último llevaba la boya señalizadora.
Intuimos que no estaban haciendo nada bueno, pues esta conducta no es la normal en este gremio.Con todo decidido, Rubén y yo empezamos a recoger los bártulos. José Antonio y Ángel exprimieron el tiempo hasta el último momento, por lo que deduje que esta modalidad de pesca les había enganchado. Lo mismo puedo decir de Rubén, pues se demoró más de una hora en su partida.Al final, con un mar desapacible, aguas claras y cielo despejado, todos pudimos tocar escama.
Salimos bastante tarde del pedrero, por lo que tuvimos que hacer una parada para sosegar la sensación de sed y hambre. De camino a casa, hubo dos paradas más, pues había que celebrar que en el mundo de la pesca del sargo, hay tres nuevos sargueros.
Otra vez sera hay que seguir intentandolo, el día que salgan saldran todos juntos y seguidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Otra especialidad más la de sargero, es una buena alternativa para variar del spinning. Vaya acantilados más guapos se ven en esas fotografías.
ResponderEliminarUn saludo Jose, Anxo y fran
Buen título para esta entrada, hacía tiempo que quería probar esta modalidad y tenías razón en que engancha, a mí por lo menos. Es de admirar y agradecer la paciencia que mostraste con nosotros, sólo te faltó lanzarte al agua y clavar el pescado en todas las cañas. Por cierto, gracias por haberme dejado una, saludos.
ResponderEliminarPreciosas puestas como nos tienes acostumbrados, esas espumosas aguas seguro que esconden algo mas que sargos, al menos pinta de ello tienen.
ResponderEliminarBuen gesto el estar siempre pendiente de los compañeros, a mi me pasa cuando viene mi mujer, asi casi siempre me moja la oreja jeje.
A seguir por esos lares que tienen que esconder cosas buenas.
Saludos.
jornada entretenida y con buen tiempo y compañia .s2
ResponderEliminarJose, se te resisten los sargos eh...
ResponderEliminara ver si para la próxima, no te decimos la próxima vez será...jajajjaaj
un saludo.
Ya te queda menos por aprender y enseñar..
ResponderEliminarEstamos en plena temporada sarguera,hay que seguir dándole duro..
S2
Me alegro por tus colegas Jose, este mundo engancha rapido.
ResponderEliminarLa puestas tiene muy buena pinta, pero que muy buena.
Como ha dicho Tanero la siguiente todos juntos.
Un saludo a los cuatro.
Una pena Jose,pero al menos sentisteis algo.
ResponderEliminarLo de algún submarinista ya es de escándalo,igual que los hay que respetan a los demás,hay otros que no respetan absolutamente nada ni a nadie,hasta que un día haya un buen accidente, y a ver lo que pasa.
Saludos.
No estuvo nada mal la jornada, con buena compañía y sitiendo algo de pescado que mas se puede pedir.
ResponderEliminarsaludos
Si damos con un grupo, es posible que salgan unos cuantos Walter.
ResponderEliminarPor intentarlo no será.
Saludos
Pues sí Miguel.
ResponderEliminarMás que nada es por variar, porque las lubinas están un poco esquivas.
Saludos
Se lo digo a todo el mundo José Antonio. Y el día que tengas clavado un sargo de cierto porte, verás como aún te enganchas más.
ResponderEliminarSaludos
Esos lugares esconden mucha vida Fito.
ResponderEliminarSi yo fuera un iniciado en alguna modalidad, me gustaría que me echaran una mano, por eso yo hago lo mismo.
Saludos
Casi hubiera firmado por un tiempo más desapacible Vitu.
ResponderEliminarSaludos
Marcos, no te preocupes que ya tendré tiempo de sacarme la espina de los sargos.
ResponderEliminarY a ver si es en la próxima.
Saludos
Fermintxo, nunca se deja de aprender y enseñar, si bien no todo el mundo vale para lo segundo jejeje.
ResponderEliminarYo lo hago lo mejor que sé.
Saludos
Doy fe de ello Maky.
ResponderEliminarDe hecho recuerdo un día en que triunfé con los sargos y me lo pasé excepcionalmente bien.
Saludos maestro virtual.
Eso mismo comentamos Manel. Si una lancha termina por golpear a uno de estos inconscientes, entonces sí que se lia gorda.
ResponderEliminarDe hecho no hace mucho, murió un submarinista que andaba de furtivo al marisco. Al que iba con él, creo que le cayó una buena.
Saludos
Pues menos mal que sentimos algunos peces, sino quedaba fatal jejeje.
ResponderEliminarSaludos
AUPA JOSE
ResponderEliminarLa familia crece ehh?? jeje.
Estoy seguro de que fuiste buen anfitrión y te centraste más en tus colegas que en pescar tu....
Para la próxima ya tienen más experiencia y sacareis unos cuantos más...
Enhorabuena por la jornada y a seguir disfrutando.
UN ABRAZO FIERACRACK
Bonita jornada José, este año parece haber mucho sargo y poca lubina, de ahí que muchos nos estemos amoldando a los tiempos que corren y dedicar horas a otras modalidades tan beneficiosas como la del sargo.
ResponderEliminarUn saludo.
Seguro que sí Ander. Siempre y cuando demos con ellos.
ResponderEliminarAunque por otra parte, me conformo con que las condiciones sean mejores.
Saludos
Hay que tirar de lo que hay Sergio, pues las lubinas están desaparecidas en muchas zonas.
ResponderEliminarA ver qué nos depara la primavera.
Saludos
Felicidades por esos tres nuevos sargueros Jose, pero ahora a Ruben lo aturas tu ehhh, lleva cuatro dias rompiendome el coco en el trabajo con las boyas de neopreno para sargo, anzuelos para sargo, cañas de 7m para sargo, cañas de 6m para sargo, bajos de fluro para sargo, carnada para sargo, carretes para sargo, engodo para sargo y la medre que lo pario, gracias Jose, eres un amigo, pero ten cuidado ya encontrare la forma de devolverte la jugada....jajaja..
ResponderEliminarNo te pongas así Diego.
ResponderEliminarLa próxima te vienes tú y le rompes tú la cabeza jejeje.
Ahora ya no dormiré tranquilo jajaja.
Saludos
vin este articulo pero nin me fijara no personal.hoxe falando con angel me di que el e seu cuñaaaao foron os sargos contigo e recordei este articulo e dixen !haber si van a ser eles¡ ni mas ni menos.boa xente eses dous.saludos jose.
ResponderEliminarClaro que sí Gabi.
ResponderEliminarBuenos compañeros y mejores personas. En definitiva, gente con la que ir a pescar es todo un placer.
Saludos