martes, 24 de febrero de 2009

Toma de contacto con la carpas

Este domingo había quedado con Javi y Alejandro para intentar sacar alguna carpa, en una pequeña laguna formada en un meandro de un afluente del río Sil.
La falta de previsión me iba a jugar una mala pasada, ya que la falta de boyas adecuadas, plomos y otros accesorios no me permitirían buscar a estos ciprínidos en su ubicación.Nuestro anfitrión Javi, montó sus equipos y probó en dos lugares bien distintos. La gran cantidad de lluvia caída días antes habían provocado la subida del nivel de las aguas, lo que se tradujo en falta de espacio para lanzar.Alejandro aprovechó para probar su recién adquirido carrete de casting, mientras el sol no hacía acto de presencia. La temperatura todavía era baja, por lo que los esfuerzos se concentraban en buscarlas en el fondo.En alguna ocasión se miraba una leve actividad de la boya, pero seguramente se trataba de pequeños ciprínidos que intentaban comerse el apetecible manjar que portaba el anzuelo.
El sol ya había comenzado a calentar las aguas y creíamos que las posibilidades de sacar algún pez aumentarían.Cuando casi habíamos perdido la esperanza, la boya de Javi se hundió y este acudió a clavar el ejemplar. A pesar del tamaño de la captura, he comprobado que la carpa tira de la línea considerablemente. Es un combate que se puede prolongar si se pesca con hilos finos, pues la prisa no es aconsejable en la mayoría de los casos.
Tras su liberación, haríamos una breve visita por los alrededores.El río Lor en su parte final dónde se une al río Sil, es todo un espectáculo pese a encontrarnos en invierno. Aguas turquesas albergan ánades y garzas reales. Por sus orillas los ratoneros comunes planean aprovechando el aire caliente ascendente, mientras los córvidos se dedican a posarse en la ramas de abedules y chopos.El cuerpo de un corzo yacía en el margen de una carretera. Los atropellos de animales salvajes son frecuentes en la Galicia interior. Las grandes masas forestales son seccionadas por carreteras que acaban siendo una trampa para la fauna salvaje, en especial para los mamíferos.Era una cita obligada admirar los imponentes cañones del Sil. Grandes carpas, basses y truchas habitan las aguas del afluente más importante del río Miño. Las vistas desde el catamarán que recorre estas aguas deben ser impresionantes, pero más lo será si se hace desde un kayak.Nos fuimos a comer a las orillas del embalse de Vilasouto donde probamos en equipo de casting de Alejandro.
El bosque autóctono está presente en cada rincón. Grandes castaños y robles rodean a este embalse, que será protagonista en alguna jornada futura. Al menos esa fue una promesa que nos hicimos.

Música : Nightwish - Bless The Child

domingo, 15 de febrero de 2009

San Valentín de spinning

Si este fuera un blog en inglés, el título de esta entrada sería "Bass & Seabass fishing", ya que las lubinas y los basses iban a ser los protagonistas de nuestra búsqueda.
En esta ocasión la jornada contaba con un plus añadido y es que ir en el todoterreno de Juan nos permitía ahorrar el tiempo de las caminatas hasta la zona de pesca. (Por cierto, el todoterreno es un Suzuki, que es el nombre que recibe la lubina en Japón).La jornada arrancó en una de las muchas zonas que la costa gallega tiene para la práctica del spinning marino. En vista de las condiciones que se nos presentaban, Juan no dudó en cambiar de escenario. Así que nos fuimos para el coche.El la baca del coche, mi compañero llevaba montado un invento de gran utilidad. Se trata de una especie de portacañas, pero con la particularidad de que se pueden llevar los equipos montados, al disponer de suficiente distancia entre los portacarretes y el techo del vehículo.
Una gran comodidad, pues si hay que cambiar de lugar, resulta engorroso tener que montar y desmontar los equipos cada vez que se accede a la nueva zona.Comenzamos a pescar en esta nueva ubicación con paseantes, pero un poco más adelante optamos por montar unos minnows. Desde su atalaya, Juan clavó una joven lubina con una particularidad que me quiso mostrar antes de devolverla a su medio.A la lubina le faltaba más de la mitad de un opérculo. Seguramente propiciado por el enganche del anzuelo de un artificial. Esto pudo ocurrir, tanto en el clavado como en la liberación del pez.
Otra más de las muchas anécdotas que se presentan en las salidas de pesca.Cambiamos una última vez de lugar, para intentar sacar alguna lubina más, pero no tardamos en concluir, pues había que hacer unas compras de última hora.
Después nos dirigiríamos a tentar a los basses de un embalse cercano.Llegados al embalse, y puesto que yo no había llevado equipo para el bass, me limité a observar las evoluciones de mi compañero. En el verano, este embalse sufrió una importante sequía, y esta jornada era simplemente para comprobar que todavía quedaban basses en sus aguas. Se observaban a los alevines por las orillas, pero no se miraba a ninguno de porte que fuera susceptible de ser engañado con un vinilo.
Juan los decidió buscar en profundidad emulando a los pescadores de jigging. Y funcionó, ya que capturó tres basses.
Nos agradó comprobar que el embalse aún albergaba basses y que habían ganado algo de peso, ya que meses antes presentaban un cuerpo desproporcionado, debido a la escasez de alimento.

viernes, 6 de febrero de 2009

Artesanía gallega ( El bolo francés o anguila)

Después de mucho tiempo quedando con mi tocayo Jose, por fin me he acercado hasta su taller de señuelos para que me mostrase alguno de los inventos que este artesano ha ideado para la pesca.
A este gran pescador y excelente persona, lo conocí pescando truchas en el embalse de Eiras. Fueron bastantes las jornadas que compartí con él y en algunas de las últimas hablábamos largo y tendido sobre la construcción de señuelos artificiales.
Después de bastante tiempo en el que no supe de él, hace poco que me lo encontré pescando en la costa. Allí quedamos un día para que él me mostrase algunos de sus curiosos y efectivos señuelos.
En este escenario fue pionero introduciendo la pesca con peces artificiales que tan buenos resultados le proporcionó. Por desgracia, hoy en día el embalse no se parece en nada a aquellos tiempos de abundancia de grandes truchas.

Volviendo al día de hoy, me quedé alucinado al mirar la cantidad de artificiales que había creado a lo largo de muchos años. Sin duda Jose es conocido por sus "chivos" y sus "bolos", pero estos últimos han traspasado fronteras tras el rotundo éxito con las especies marinas a las que están destinados.

Una vez se entra en su taller, sorprende la cantidad de fotografías de grandes lubinas que ha capturado hasta estas fechas, pero cuando uno echa un vistazo al entorno, se da cuenta de la dedicación y el empeño que ha puesto en todas y cada una de sus creaciones.
Estas son "rañas" para pescar pulpos. La raña, es un pieza de mármol o plástico duro que tiene dos anzuelos con forma de garfio. Sobre la pieza dura se coloca un cangrejo de goma, rojo o plateado o sí aún queremos darle más realismo lo que se coloca al lado del cangrejo un trozo de cebo real atado con un alambre o goma (el cebo puede ser un trozo de sardina u otro pescado similar).
El "bolo" que originalmente imita a los lanzones (Ammodytes tobianus) es un artificial muy popular entre los pescadores de mar. Hace años se fabricaban en Francia, por lo que aquí era conocido con el nombre de "bolo francés". Hace años que se dejó de fabricar. Tras algún tiempo Jose comenzó a elaborarlos en su taller ya que la demanda es muy grande.
En esta foto se puede apreciar de arriba abajo: un "bolo francés" original, uno copiado por un chico gallego, un bolo serpentiforme de Jose y tres prototipos creados también por este último.
Si se amplía la fotografía, se puede observar la mejora de los ojales en los que va el anzuelo triple. En los dos primeros son de alambre cerrado con unas vueltas en el exterior, mientras que en los de Jose, están cerrados en su interior, de esta manera, las posibilidades de que una buena captura abra el alambre son nulas.
Además el babero es de policarbonato revestido con resina, lo que le da una consistencia casi irrompible.Aquí se pueden apreciar distintas fases de la elaboración del "bolo". Partiendo del alambre de acero inoxidable, la creación del alma de plomo, el cuerpo exterior y el pintado. Para finalizar el artificial, Jose crea el babero que le dará el movimiento característico de natación, que tan bien simula a un pez herido. El "bolo" de abajo ya está jubilado pues el ambiente marino, los golpes contra las piedras y las repetidas capturas van deteriorando el señuelo.En el centro se pueden apreciar los tres colores que comercializa actualmente. Estos a su vez se pueden encontrar en distintos pesos para poderlos utilizar en función del mar y la acción de la caña.
Con respecto a estos señuelos, os contaré una anécdota: Encontrándose Jose pescando en las Islas Canarias, un italiano le quiso comprar a toda costa estos señuelos, después de comprobar la efectividad de los mismos tras sacar varios peces seguidos desde una playa.
El italiano insistió comentándole que en Italia no existían esos artificiales, y Jose no accedió a vendérselos pues eran los únicos que se había llevado en ese viaje.

En los laterales aparecen unos artificiales destinados a la pesca de los túnidos.
Aquí vemos moscas destinadas a la modalidad de cola de rata u otro tipo de aparejos múltiples.
Estos le fueron encargados por pescadores andaluces. La variedad de colores es muy amplia, lo que permite adecuar la coloración a las distintas condiciones de luz o claridad de las aguas.Este señuelo mitad chivo, mitad vinilo es una de sus últimas creaciones. La capacidad de lanzado de este señuelo junto con un sugerente movimiento de cola, lo hace muy propicio para pescar lubinas en condiciones de mar que no son válidas para los peces artificiales.
Además de lo aquí expuesto, cuenta con un surtido de chivos en una gran variedad de acabados.

NOTA:
En vista de que el teléfono de Jose "hierve" durante toda la semana y en ocasiones resulta agobiante, este me ha dicho que si alguien quiere comprar alguno de estos señuelos me mande a mí un e-mail, para que luego yo le traslade el pedido.

domingo, 18 de enero de 2009

Fuerte temporal

Juan y yo habíamos quedado para pescar a las 8:00 am a pesar de que había un fuerte temporal rondando la costa.
Al llegar, Juan me comunicó una mala noticia de un pescador al que el mar lo había arrastrado y que estaba grave. (noticia).
Esta tarde me he enterado de que ha fallecido. Mi más profundo pésame para su familia y allegados.
Volviendo a la jornada, en el horizonte se apreciaban unas olas de unos 4 ó 5 metros que rompían con fuerza. Sin embargo las que nos llegaban a la orilla no alcanzaban los dos metros.Las lluvia nos quitaba el sabor salado del agua que nos salpicaba en alguna ocasión.
El mar imponía con cada minuto que la marea seguía subiendo. En las zonas de arena las olas nos hacían flotar por momentos, ya que se llevaba la arena de debajo de nuestros pies.Nos desplazamos entonces hacia unas rocas, ya que en la playa se nos estaba complicando la pesca. Lo intentamos este saliente durante un rato, para después proseguir hacia el sur, hasta donde el mar nos lo permitiera.La isla de Toralla era testigo mudo, como en otras ocasiones, de como un mar enfurecido puede complicar una jornada de pesca en un lugar "abrigado" del temporal reinante.

Con la pleamar el mar se tornó violento y esto nos hizo reconsiderar la jornada.
Con la pleamar, el atlántico nos mostró su peor cara. Otros pescadores desistieron en sus intentos por obtener la ansiada picada. Nosotros no íbamos a ser imprudentes, así que decidimos volver sobre nuestros pasos, lanzando siempre que el mar nos diese una tregua.Y en uno de estos lances noté un leve toque y clavé con decisión debido a la considerable distancia a la que se hallaba el artificial.
La sorpresa fue mayúscula al acercar el pez y comprobar que era un precioso mújol.
Y digo precioso porque este no es uno de esos mújoles que frecuentan los puertos y que tan mala fama tienen.

La lucha duró un buen rato y nos permitió grabar parte de ella. La potente defensa que mostró el pez en todo momento, le hizo justo merecedor de volver a su hábitat.

lunes, 12 de enero de 2009

El esquivo sargo

Tras unos días preparando una salida de pesca marina, algunos compañeros del foro vigospinning habíamos quedado este domingo para ir tras los sargos.
Estuvimos un buen rato buscando la postura propicia para esta modalidad.
Las previsiones auguraban una mañana fría y había que ir pertrechado con ropa de abrigo para no padecer las inclemencias meteorológicas.Los cinco íbamos a comenzar en una zona que parecía propicia. Fuimos confeccionando los aparejos para después depositar nuestras boyas sobre el agua. La gamba pelada fue el cebo aconsejado por Juan.Las islas Cíes eran testigos presenciales de nuestro afán por hacernos con alguno de estos rayados espáridos. Los pequeños mordiscos en la gamba, indicaban que algún ejemplar de escaso porte rondaba la zona.
Tras un buen rato cambiamos de zona. Y es que en este tipo de pesca, si un lugar no te da la ansiada captura, es mejor buscar otro lugar según el mar va cambiando.
Mientras los compañeros se colocaban en otra ubicación, me reencontré con un buen compañero de pesca al que hacía años que no miraba.
Tras una larga charla, me dispuse a reunirme con los colegas que se hallaban cerca del parador de Baiona (el primer pueblo que recibió la noticia del descubrimiento de América).
Las horas pasaban y el sargo no aparecía. Pero no cejábamos en nuestro empeño por sacar alguno, ya que Juan nos había mostrado las fotos de capturas recientes.
Ahora que el sol brillaba sobre nuestras cabezas, Luis y Diego aprovechaban para descansar.
Al mediodía Juan decidió cambiar de estrategia e intentarlo con la técnica del plomo corrido. El mar arreciaba por momento y se negaba a entregarnos a alguno de sus moradores.
La proximidad con la hora de la pleamar fue el momento escogido para retirarnos. Pero lo hacíamos con la cabeza bien alta por haberlo intentado.
Además la jornada nos sirvió para que algunos foreros se conocieran en persona.
Compartir una jornada de pesca con los compañeros también es algo que nos enriquece como personas y añade a la pesca el componente humano, ya que la captura no lo es todo.
Entonces nos despedimos con la promesa de intentarlo en otra ocasión y en compañía de otros que por diversos motivos no pudieron acudir.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Visitando ríos, embalses y costa (2)

En esta segunda jornada, Nino y yo nos dispusimos a visitar la zona media del río Eume. Esta zona es de difícil acceso, a no ser que se disponga de un coche todoterreno para poder alcanzar las partes más profundas de los valles horadados por diversos ríos y arroyos desde el comienzo de los tiempos.Tras ir preguntando a las gentes del lugar, llegamos al punto donde desemboca un tributario del río Eume. Antes de llegar a este punto, pasamos un mal trago tras haber bajado por un lugar erróneo , hasta alcanzar una zona de captación de agua, en la que dar la vuelta se convirtió en una odisea.Las aguas turquesa de este afluente, de cuyo nombre no me acuerdo, terminan aquí su recorrido para unirse al majestuoso Eume.El Eume, con sus orillas en estado de reposo, muestra un aspecto más melancólico, pero con su encanto en forma de manto de hojas caídas, frutos invernales, árboles desnudos y un sinfín de matices propios del momento.En el ascenso, la mirada no puede dejar de observar el color cobrizo de las hojas que todavía se resisten a tocar el suelo. El verde de los laureles y las hiedras resaltan en el entorno, demostrando que la llegada del invierno no afecta a todos por igual.
Una vez en la carretera, llegamos al puente que hay junto a la central eléctrica. Desde aquí se puede apreciar la majestuosidad de este río de frías aguas que baja erosionando al pétreo cauce y va modelando a su antojo las riveras.Desde el puente acertamos a mirar lo que creíamos que era la silueta de un gran reo. La distancia no nos permitió saber más, pero preferíamos creer que si lo era. De aquí emprendimos el camino hacia el embalse que está situado unos kilómetros más arriba de donde nos encontrábamos.
En este valle de roca se asienta uno de los embalses del río Eume. Este es el punto más alejado del mar al que los reos pueden acceder en su migración anual. Es por ello que desde el puente que hay más abajo hasta aquí, el tramo está vedado. Esto permite que año tras año el Eume registre una buena población de este salmónido migratorio.Con el embalse al límite de su capacidad, los aliviaderos crean una cortina de agua que golpea con gran estruendo el lecho del río. La gran altura del muro hace que en verano, cuando la presa suelta agua de la parte baja del embalse, el agua discurra con una temperatura muy baja. Es por ello recomendable vadearlo, en las zonas que lo permita, con vadeador de neopreno o uno transpirable usado junto con un forro polar.La vista del embalse se pierde en el horizonte, ya que las aguas embalsadas alcanzan los 13 kilómetros. Las orillas en esta zona son intransitables por lo que la pesca se hace muy difícil.De vuelta a casa pasamos junto a la central térmica de As Pontes. Esta central, la más potente de las centrales térmicas de España, cuenta con esta chimenea de 357 metros (33cm más alta que la torre Eiffel), 36.5 metros de diámetro en la base, 19 metros en la parte superior y 88.200 toneladas de peso.
Al mismo tiempo es una de las construcciones más contaminantes de Europa.
Noticia
Mirando junto a las chimeneas que expulsan el vapor de agua, apreciamos parte del almacén de carbón.
Este almacén fue en su momento la estructura sin apoyos, más grande de Europa.
Mide casi 600 metros de largo por 170 de ancho. Bajo su cubierta se podrían construir varios campos de fútbol.
Y desde este lugar, donde fotografié la chimenea y el almacén, pude observar una de las maravillas de la maquinaria moderna.
La gigantesca excavadora de noria de la marca Krupp. En este lugar había 6 ó 7.
Se trata de la máquina terrestre autopropulsada más grande del mundo.
Sus cifras:
Mide 95 metros de alto y 215 de largo (como dos campos de fútbol).
Pesa más de 45.000 toneladas
Se han necesitado 5 años para su diseño y construcción, y otros tantos para su montaje, costando 100 millones de dólares.
Puede excavar a una velocidad máxima de 10 metros por minuto.
Puede mover unos 76.000 metros cúbicos de carbón, piedra y arena cada día.
Más fotos de la Krupp.
Y antes de marcharnos para casa, queríamos mirar el río Chamoselo (afluente del río Eume) ,
que este verano fue protagonista por provocar la muerte de muchos reos en el Eume.

"CATÁSTROFE DEL EUME"
Vídeo
Este era el aspecto que tenía el río Chamoselo. La verdad es que no se ha avanzado mucho en lo que respecta a solucionar este problema. De continuar así, estoy seguro que el año que viene volveremos a ver a los reos agonizando en el Eume.

martes, 23 de diciembre de 2008

Visitando ríos, embalses y costa (1)

Este fin de semana me he ido con Nino a visitar a los que serán algunos de los escenarios de pesca de la próxima temporada.
Aprovechamos esta primera salida para echar un vistazo a algunos lugares conocidos y para descubrir otros nuevos.De camino hacia nuestro destino pasamos por la localidad de Pontedeume, en donde desemboca el que está considerado mejor río para pescar reos de toda Galicia. Este año dicho "galardón" se ha visto empañado por una catástrofe ocurrida en un afluente del Eume.En la villa marinera de Mugardos, Nino me recomendó que probase el pulpo preparado "a la mugardesa". Lo cierto es que esta preparación no tiene nada que envidiar al "pulpo á feira".
La bocana de la ría de Ferrol es dragada a menudo por este tipo de embarcaciones, que no se miran por las rías bajas.Bordeando la costa llegamos a las orillas del río Xubia, con su nueva escala, situada en la "Presa do rei", funcionando mejor que la anterior. Los reos más grandes de Galicia ya pueden acceder a la parte media del río, que antes les estaba vetada.Este obstáculo infranqueable, pasa a ser un mal recuerdo para los reos que año tras año, se quedaban a la espera de que las lluvias le aportasen la suficiente agua para ascender.
Vídeos de reos remontando la presa
Al atardecer llegamos al embalse das Forcadas, importante embalse truchero de la provincia de A Coruña.
En sus aguas se permitía la pesca con redes hasta no hace mucho tiempo, debido a la abundancia del salmónido. Las familias que se dedicaban a este tipo de pesca han tenido que reconvertir sus prácticas, tras la prohibición de la venta de los salmónidos.
La actividad en la superficie iba en aumento con la pérdida de luz y este momento fue el que marcaba la salida hacia el punto final.
De camino hacia Cedeira pudimos admirar la caída de la noche sobre la zona de Valdoviño. Impresionantes las vistas de la laguna de A Frouxeira junto al mar.
Ya de noche llegamos al pueblo marinero de Cedeira, donde las últimas horas del día son aprovechadas para reparar los aparejos que horas después se echarán al mar para sacar el pescado, que sustenta la economía del lugar.

Una vez de vuelta en casa, rememoramos la jornada y nos dedicamos a exponer anécdotas y temas de pesca. Con el reloj marcando las 6:30 am, nos fuimos a dormir, puesto que en unas horas se iniciaría el segundo viaje, que nos llevaría a contemplar la Galicia mejor conservada y la que se encuentra en el extremo más opuesto ...