El mes pasado, algunos de los miembros del foro Vigospinning habíamos quedado para hacer una salida al mar. Un belga, dos argentinos y dos gallegos habíamos quedado en la playa de Melide, frente a las Islas Cíes, para intentar sacar alguna lubina o algún espárido.El día no parecía muy propicio para la modalidad. Es lo malo de quedar con tanta antelación. El mar tenía un oleaje aceptable, pero la marea no nos convencía.Después nos fuimos hasta un pequeño espigón, pues pescando con boya podría picar algún serránido. Como yo no había llevado el equipo necesario para esta modalidad, me limité a observar.La playa en la que habíamos estado anteriormente comenzó a llenarse de bañistas, pero el oleaje fue creciendo.Incluso los omnipresentes cormoranes parecían esperar el momento idóneo para zambullirse en el océano.Al cabo de un rato, le sugerí a Diego que fuésemos a una zona de espuma que había a nuestra derecha, pues veía muchas más probabilidades de éxito.No hubo que esperar mucho tiempo para que picase el primer pez. Maragotas y pintos fueron dando buena cuenta de los gusanos que habíamos llevado. Como no era de un tamaño aceptable, fueron volviendo al mar, con la esperanza que alcancen un tamaño mayor.Con la pleamar me despedí de los compañeros pues yo iba a pescar a una zona muy prometedora. La única pega es que debía esperar a que el mar bajase un poco más para disponer de espacio suficiente. Hasta entonces, me fui a dar un paseo fugaz de unos 7 kilómetros hasta el monte del Facho, desde el que se puede divisar la Costa de la Vela junto con las Islas Cíes. Además este monte cuenta con un castro celta, que se está excavando en la actualidad, y con un asentamiento romano. Las vistas desde este lugar son magníficas. Rápidamente volví al coche para cargar el equipo y comenzar el descenso a la zona de pesca.El mar rompía con fuerza y no era muy tranquilizador. Aquí abajo, sin cobertura de teléfono, es mejor no tener un traspiés. En cuanto tuve oportunidad, puse la carnada en los anzuelos y lancé a la rompiente, para después esperar la ansiada picada. Al cabo de un rato, observé a un chaval con una mochila que se movía de forma nerviosa. Cada poco miraba hacia mí y entonces me dí cuenta de que debía estar a mariscar. Seguramente no contaba que estuviera alguien allí abajo.
Observé a mi alrededor y entonces dije: -Es posible que sean ... Sí, sí que son ... Y qué grandes.
¡¡¡PERCEBES!!!
Piñas y piñas de percebes, de esos que para comprar un kilo hay que dejarse el sueldo del mes. Qué pena de no bajar una cacerola y un camping gaz. Las rocas circundantes rebosaban mejillones (las partes oscuras) y percebes (las partes claras).Volviendo a la pesca, hice unos lances en otras zonas que con la bajada de la marea me parecieron más prometedoras. Quedaban pocas oportunidades antes de emprender el ascenso.Con las gaviotas de regreso a sus zonas de reposo nocturno, puse fin a la jornada. Espero que la próxima vez que vuelva por la zona, lo haga con unas condiciones un poco más favorables.De vuelta a casa paré un momento para inmortalizar una escena que siempre quise tener en mi colección. No es otra cosa que la vista del puente de Rande por la noche. En este lugar tuvo lugar una importante guerra hace poco más de 300 años y en el fondo de la ría descansan los restos de varios galeones, esperando a ser rescatados. Para los que quieran saber más de este suceso.
Vídeo Chill Out.
Observé a mi alrededor y entonces dije: -Es posible que sean ... Sí, sí que son ... Y qué grandes.
¡¡¡PERCEBES!!!
Piñas y piñas de percebes, de esos que para comprar un kilo hay que dejarse el sueldo del mes. Qué pena de no bajar una cacerola y un camping gaz. Las rocas circundantes rebosaban mejillones (las partes oscuras) y percebes (las partes claras).Volviendo a la pesca, hice unos lances en otras zonas que con la bajada de la marea me parecieron más prometedoras. Quedaban pocas oportunidades antes de emprender el ascenso.Con las gaviotas de regreso a sus zonas de reposo nocturno, puse fin a la jornada. Espero que la próxima vez que vuelva por la zona, lo haga con unas condiciones un poco más favorables.De vuelta a casa paré un momento para inmortalizar una escena que siempre quise tener en mi colección. No es otra cosa que la vista del puente de Rande por la noche. En este lugar tuvo lugar una importante guerra hace poco más de 300 años y en el fondo de la ría descansan los restos de varios galeones, esperando a ser rescatados. Para los que quieran saber más de este suceso.
Vídeo Chill Out.
Mandame una caja de percebes Jose!! jejeje.
ResponderEliminarMuy completita la entrada, un saludo.
El marisco in situ se puede comer hasta reventar, pero sacarlo de allí sin la licencia correspondiente ya sería delito. Si vienes por aquí te llevo hasta el lugar en cuestión y si de paso quieres pescar...
ResponderEliminarCreo que si alguna vez voy a pescar por aquella costa lo hare con el estomago lleno...,¡vaya!nunca habia escuchado nada parecido a lo de los percebes.
ResponderEliminarPd.Esperamos tus entradas.
Saludos.
¡Qué vacaciones che! Eso si que es vida.
ResponderEliminarH´no de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarHabrá algunos que sepan nadar y se crucen el atlántico?,...asi los puedo encontrar en algún estero de estas zonas,..ja, ja, ja.
Preciosas fotos.
Un afcetuoso sapukay.-
Pues estoy seguro que no Leo. Los percebes nacen, crecen se reproducen y mueren cuando los cogen los percebeiros y van a la cazuela. Y menos la última parte, todo lo hacen bien sujetos a las rocas.
ResponderEliminarLo siento pero vas a tener que cruzar tú el atlántico para degustarlos aquí.
Menudas aventuras te corres Jose. El entorno es increible. La costa gallega es una de las maravillas de nuestro pais...y parte del extranjero.
ResponderEliminarPrecioso
Enhorabuena
Es la historia de siempre, una ilusionante salida de pesca que no nos regala las capturas deseadas, el mar es así, habrá que seguir insistiendo, a más intentos más probabilidades de triunfo ¿verdad?, el entorno elegido perfecto y los percebes mejor. Un saludo Jose y a ver si hay más suerte en la próxima.
ResponderEliminarLo cierto es que hay lugares preciosos donde pescar por toda la costa pero también hay que conocerlos un poco para llegar a conocer las mejores posturas. Dentro de la ría de Vigo he pasado muchas jornadas de pesca sin conocer en bolo, pero en los lugares nuevos hay que lidiar con el entorno.
ResponderEliminarLas vistas como bien dices son preciosas Jose una pena que no acompañara la pesca pero el mar es asi de jodio, igual bolo que igual sacas un pedazo de pez, pero por intentarlo que no quede, a seguir con esas fantasticas jornadas, saludos
ResponderEliminarJoder que percebes.
ResponderEliminarEl año pasado fui dos veces a Galicia, una en viaje de novios y otra en vacasiones en verano y no veas los que me comí, jajaja.
Visité las Islas Cies y son preciosas me encantaría repetir.
Tienes una fotos magníficas, que pena que no esté cerca para poder ir con frecuencia a pescar.
Dias como el que echaste aunque no pesques, pero llegas a casa completamente nuevo, con todo el estress de la semana fuera.
Saludos.
cervecerosconanzuelos.blogspot.com
Xa vexo que atopaches un furtivo. Non deberías de levar a nadie coller, hai familias que viven de eso, e se todos imos e collemos cen gramiños, ao final oltamos ao de antes, que estiveron esquilmados. Un saludo grande de un ex-percebeiro.
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