sábado, 27 de septiembre de 2008

El río Grande en Ponte do Porto: día 3

Después de un día de descanso, pues los jueves no se puede pescar en los cotos, nuestro destino era el río Grande en Ponte do Porto. Partimos pues en dirección Camariñas, villa marinera conocida por su famoso encaje de bolillos.
Puesto que de camino íbamos a pasar por diversos puntos interesantes desde el punto de vista de la pesca, Nino adecuó el viaje para poder visitar dichos lugares, haciendo unas breves paradas.
La serpenteante desembocadura del río Anllóns.
La falciforme y espléndida playa de Laxe.Un río " de cuyo nombre no se quería acordar Nino" pobladísimo de truchas hasta donde te alcanzaba la vista. Aquí volveré sin lugar a dudas.Y por fin llegamos a nuestro destino: el desconocido río Grande.
Una vez allí nos dirigimos al bar para sacar los cotos y de paso preguntar por cómo iba evolucionando el río en cuanto a capturas se refería. Las espectativas no era muy alentadoras después de hablar con varios pescadores ribereños. Aún así nos dirigimos al río con la intención de sacar algún reo.
Nada más llegar a pie de río, desde un puente Nino me dijo: -Ven aquí y mira.
Junto a la base de uno de los pilares del puente y entre dos rocas, un enorme reo de entre 2 y 2.5 kilos, pasaba inadvertido para el ojo inexperto. Aunque lo intenté fotografiar, no fue posible por la corriente del río en esa zona.Tras un rechace de un reo en el primer pozo, comenzamos a pescar con la esperanza de capturar a este astuto pez. Pero se quedó en eso durante un buen rato, pues apenas se observaba actividad y el cambio de la mosca se hacía necesario.Recorrimos un buen trecho y todavía no se había producido la ansiada picada. En uno de mis turnos, Nino tomó mi caña para decirme dónde debía de buscar a los reos. Maldita fue la explicación pues en la deriva de la mosca, esta desapareció como si de magia se tratase ...... para ser tomada por este bello ejemplar de reo, que poco pudo hacer ante el experimentado pescador en este tipo de combates entre pez y hombre.La tarde iba transcurriendo y seguimos buscando más reos, pero los peces no estaban por conceder más oportunidades. Una vez llegamos al límite superior del coto, bajamos por la orilla para afrontar el tramo final de la jornada.De vuelta hacia la parte inferior del coto cruzamos por encima del puente en el que se encontraba el reo de gran porte que comenté anteriormente. Era hora de cambiar la mosca por el risco.Aprovechando la complicidad de la noche, intentamos sacar algún reo con un señuelo tan nuestro como es el risco. El pozo Lalo fue el lugar en el que lanzaríamos estos artificiales. Para finalizar, lancé varias veces bajo el puente en el que se encontraba el reo que me había mostrado Nino al principio de la jornada, pero en la corriente el reo no es tan vulnerable como en los pozos y tablas paradas.
EL RISCO
Como estoy seguro que hay gente que desconoce la existencia del risco, a continuación os comento en qué consiste este señuelo de invención gallega.El risco no es más que un señuelo flotante, que trata de imitar a un ratón o musaraña cruzando a nado el río (al menos esa es la explicación más extendida). La fabricación de estos artilugios es de los más variopinta. Desde los primeros hechos con tendón de vaca o tocino, hasta los más novedosos de silicona o espuma, pasando por corcho, goma de borrar, pelo de diferentes mamíferos, etc.
Los riscos que se muestran arriba "riscan" o "rayan" la superficie en mayor o menor medida, provocando una estela que el reo detecta en el agua y creyendo que se trata de alimento, lo ataca.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cambio de planes: Del Ulla al Mandeo, día 2

En este segundo día, Nino y Zalo tenían cotos para pescar en el coto de Sinde, situado unos kilómetros más abajo de dónde habían pescado el día anterior.El Ulla discurría con mucha agua lo que imposibilitaba pescarlo a mosca. Optaron por utilizar peces artificiales, ya que estos suelen dar buenos resultados junto a las mosca ahogadas.A pesar de encontrarnos a los otros dos pescadores que tenían ese día permisos para pescar el coto, Nino y Zalo se equiparon para afrontar la jornada de pesca.Gonzalo insistía en las corrientes y en las zonas someras de la orilla opuesta. Un poco más arriba, por debajo de la presa que marca el límite superior del coto, los otros pescadores sacaron varios reos con la mosca ahogada.
Ante este panorama, decidimos irnos hasta el río Mandeo (Mano de Dios), así que emprendimos el viaje desde la zona norte de Pontevedra hasta su homóloga coruñesa.

Para pescar la zona a la que íbamos, Nino dispone del coche perfecto. No tratéis de hacer con vuestros coches lo que vais a ver en el vídeo.

La ida fue mejor si cabe que la vuelta. De noche la visibilidad se ve reducida por la maleza, pero lo cierto es que si tuviésemos que hacer el trayecto a pie, desistiríamos de ir hasta allí.El imponente "Ninomóvil" con cientos de miles de kilómetros a cuestas, es una pieza vital para muchas de las salidas de pesca.Para acceder a esta inhóspita zona del Mandeo, todavía quedaba el descenso pronunciado del valle. Una tarea muy incómoda debido a las grandes zarzas y sobre todo al espinoso tojo.
Después de la dura travesía, toca montar los equipos para comenzar a pescar. Gonzalo fue el encargado de afrontar el primer pozo donde seguramente había algunos reos de buena talla.Y así fue. El experimentado Zalo posó su mosca en el lugar apropiado para hacer subir a uno de estos esquivos peces.Río arriba Zalo y Nino fueron clavando varias truchas y fallando algún que otro astuto reo. A medida que aumenta la talla del reo, se incrementa exponencialmente su desconfianza.

Y esto fue lo que dio de sí la jornada, pues tuvimos que contar con hacer el camino de vuelta, más pesado pues ahora tocaba ascender el valle, lo que hace que junto con el cansancio sería toda una odisea.El momento simpático de la jornada lo protagonizó Nino a causa de su peculiar forma de vadear. "Mientras se toque fondo, se puede vadear"

lunes, 22 de septiembre de 2008

De vuelta de vacaciones: Río Ulla día 1

Pues ya estoy de vuelta después de una semana de pesca por tierras coruñesas en compañía de mis buenos amigos Nino y Zalo.
El martes ambos tenían cotos para el río Ulla. Concretamente en Ximonde, donde semanas atrás Nino había sacado un salmón. En este coto han sacado este año 48 salmones. A efectos numéricos es el mejor coto salmonero de España.El Ulla discurría con mucho caudal y la modalidad elegida para pescar el coto fue el lance ligero.Gonzalo tentaba a los reos con peces artificiales por ambas orillas, pero el día no prometía mucho.
Nino hacía lo propio desde zonas del río que permitían el vadeo, pero sin resultados.

Después de comer, nos iríamos a ver el coto que Nino y Zalo pescarían al día siguiente ( Coto de Sinde), de la mano de un guía excepcional: Pepe Casal, preparador físico personal de Pau Gasol, de la selección española de baloncesto en las olimpiadas de Pekín, gran pescador de reos y buen conocedor de este coto.Pepe nos fue revelando las mejores posturas y nos aconsejó sobre los señuelos a elegir. Después de mostrarnos algunos de los que él utiliza, nos despedimos para afrontar el fin de la jornada para pescar con "risco": Señuelo que va rayando la superficie del agua intentado imitar a un ratón o musaraña cruzando el río.Una vez nos envolvió la noche, Zalo y Nino comenzaron a riscar, y a la salida de un afluente del Ulla, donde un reo había delatado su presencia, Zalo logró clavar este bonito ejemplar que mostró todo su potencial para finalmente rendirse a los pies del pescador.

Próximamente, el resto de las jornadas de pesca. Cada una mejor que la anterior. Saludos.

lunes, 8 de septiembre de 2008

La mejor playa del mundo

Ayer me desplacé hasta la costa de la Vela para intentar una de las modalidades que tengo pendientes: El spinning marino.
No son muchas las especies que nos ofrece la costa para esta modalidad. Agujas, caballas y la codiciada lubina son las más representativas.Mientras caminaba hacia la zona de pesca, advertí que mucha gente se fijaba en lo que ocurría en el agua, entonces me di cuenta que divisaban a los delfines que iban bordeando la costa.
Aunque los delfines por esta zona no auguran buenas jornadas de pesca, no me desanimé.
En Cabo Home todos los años se capturan grandes ejemplares de Lubina, y el sólo hecho de pescar en estas aguas te da esa posibilidad.Desde el lugar en el que me encontraba podía divisar la joya de la corona de las playas mundiales, la mejor playa del mundo: La playa de Rodas, situada en las islas Cíes.
Y esto no lo digo yo, sino expertos en la materia.Subiendo y bajando por las afiladas rocas fui lanzando en los lugares idóneos para la pesca del serránido, pero el resto de los pescadores que miraba, estaban pescando con flotador, en busca de espáridos como el sargo.Después de varias horas subiendo y bajando por las rocas, con infructuoso resultado, decidí probar en una zona menos concurrida.Después de varios minutos de dificultosa bajada llegué a la zona donde intentaría los últimos lances.
No había señales de las lubinas y la pleamar iba a coincidir con la puesta de sol.En este momento mágico un pescador de la modalidad de surfcasting que se encontraba cerca de mí se apresuraba a cobrar una pieza.Un bonito sargo sucumbió ante la navaja fresca que portaba un de los anzuelos de un aparejo Paternóster.
Y con el ocaso me despedí de este lugar con la promesa de volver en breve para intentar sacar alguna pieza al surfcasting.