Si alguien pronuncia las palabras "progreso" y "naturaleza", inmediatamente uno piensa en alguna catástrofe o desastre natural provocado por la mano del hombre.
Y es que la experiencia adquirida a través de tantas noticias leídas, escuchadas o vistas en diversos medios, hace que este binomio sea empleado asiduamente en las conversaciones cotidianas.
Las obras del AVE, han acaparado un gran número de minutos en los medios de comunicación por casos muy destacados. Pero existen agresiones de menor impacto pero en mayor cantidad, que pasan desapercibidas por el hecho de ser más "humildes", pero más importantes que otras, para el que las vive de cerca.
Coincido plenamente en que hay que prosperar, pero teniendo en cuenta el precio que se paga, porque igual que se derrocha dinero en un proyecto que no se lleva a cabo de manera adecuada, también se puede invertir parte de los multimillonarios presupuestos en tomar medidas para que los daños al entorno no sean tan grandes.
La localidad en la que vivo está siendo especialmente castigada, ya que todos los cursos fluviales, ya sean ríos o arroyos, son víctimas mudas de agresiones constantes e impunes.
Túneles, viaductos, desmontes y terraplenes son parte de este paisaje, que se muestran como heridas en el entorno.
Pero hay cosas que pasan desapercibidas para el ojo conformista, como lodos y restos de hormigón que van a parar a estos cauces, destrucción total de la vegetación de rivera, fondos removidos y cauces alterados sin piedad, etc.
En la foto de arriba se aprecia una pequeña factoría de la que salen camiones cargados del material que dos enormes tuneladoras van extrayendo de las entrañas de la montaña, con sus garras de carburo de tungsteno. Además, se fabrican in situ las piezas que conforman ambos túneles.
Otros túneles van tomando forma a base de explosiones controladas que alteran las aguas subterráneas y que después van lavando y portando elementos químicos que cambian el ph del agua.Mastodónticas cantidades de tierra y mineral son depositadas en montañas artificiales temporales, sin ningún medio que evite que los lodos vayan a parar a los cursos fluviales.
La orografía gallega es una de las razones que hace que estas titánicas obras sean más costosas y difíciles. Para haceros una idea os diré que en un tramo de unos 6 km se están construyendo 3 grandes túneles y 2 viaductos.En el centro de la fotografía se puede intuir un río, que ha sido reconducido por la mano del hombre y encauzado mediante unos bloques de piedra.
En este pequeño tramo de río, convivían varios tipos de árboles como sáuces, alisos, robinias, castaños y plantas de menor porte como saúcos, calas, dedaleras, etc.
Aves como el mirlo acuático, el martín pescador, la lavandera ¿cascadeña o boyera? (nunca supe cual de las dos especies es la que habita en esta zona), anuros como sapos y ranas verdes, urodelos como el tritón ibérico o la salamandra rabilarga (endemismo de la península), mamíferos como el visón o el desmán, han sido desplazados de este tramo por culpa de las obras.
No sé si los reos, las truchas y las anguilas siguen ahí, pero estas obras están mermando mucho el hábitat de la fauna ictícola.Los camiones circulan a sus anchas sobre el río gracias a unos tubos provisionales que canalizan el río.
Bidones de aceite vacíos, mallas de plástico, rocas, montones de tierra, barras y planchas de hierro son ahora los dueños y señores de las riberas de los cursos fluviales de la localidad.
Justo al lado de la zona anterior, desemboca un arroyo que albergaba gran cantidad de truchas. Los años y el progreso se han encargado de consumirlo hasta dejarlo prácticamente estéril.
Para la colocación de los pilotes se practican profundos agujeros, por debajo del nivel freático. Esto provoca desvíos de las aguas subterráneas y posterior contaminación al aplicar hormigón en los cimientos de los pilares.
El mayor de los viaductos va tomando forma, por encima de los árboles. El impacto visual también es notable, pero es algo fundamental en este tipo de obras.
Las cisternas de los tractores extraen el agua de los ríos y arroyos. Por suerte estamos en la estación húmeda, pero en verano, estas acciones son más dañinas para el medio.Estas balsas de decantación poco pueden hacer cuando las copiosas lluvias arrastran lodos hasta el río, desde las partes altas de las excavaciones.Las riberas que en otros tiempos bullían de vida, están ahora tapizadas por inertes bloques de granito rosa.
Los sacos de arena y los plásticos que en su momento contenían la fuerza del agua, se van deteriorando y desprendiendo y derivando río abajo. ¿Destino? ..... el mar.Por suerte, esta cascada que ha tardado siglos en formarse, seguirá albergando en su seno a las tumultuosas aguas de este tramo de río.
Las lluvias caídas estos últimos meses aportan suficiente agua como para que la cascada discurra por dos lugares paralelos.
Solo espero que este prodigido del incesante poder modelador del agua siga ahí durante muchos años más y que de aquí al 2015 (fecha estimada de la finalización de las obras) algo se haya aprendido sobre cómo ejecutar unas obras haciendo el menor daño posible a la tierra que nos sustenta.
Las obras del AVE, han acaparado un gran número de minutos en los medios de comunicación por casos muy destacados. Pero existen agresiones de menor impacto pero en mayor cantidad, que pasan desapercibidas por el hecho de ser más "humildes", pero más importantes que otras, para el que las vive de cerca.
Coincido plenamente en que hay que prosperar, pero teniendo en cuenta el precio que se paga, porque igual que se derrocha dinero en un proyecto que no se lleva a cabo de manera adecuada, también se puede invertir parte de los multimillonarios presupuestos en tomar medidas para que los daños al entorno no sean tan grandes.
La localidad en la que vivo está siendo especialmente castigada, ya que todos los cursos fluviales, ya sean ríos o arroyos, son víctimas mudas de agresiones constantes e impunes.
Túneles, viaductos, desmontes y terraplenes son parte de este paisaje, que se muestran como heridas en el entorno.
Pero hay cosas que pasan desapercibidas para el ojo conformista, como lodos y restos de hormigón que van a parar a estos cauces, destrucción total de la vegetación de rivera, fondos removidos y cauces alterados sin piedad, etc.
En la foto de arriba se aprecia una pequeña factoría de la que salen camiones cargados del material que dos enormes tuneladoras van extrayendo de las entrañas de la montaña, con sus garras de carburo de tungsteno. Además, se fabrican in situ las piezas que conforman ambos túneles.
Otros túneles van tomando forma a base de explosiones controladas que alteran las aguas subterráneas y que después van lavando y portando elementos químicos que cambian el ph del agua.Mastodónticas cantidades de tierra y mineral son depositadas en montañas artificiales temporales, sin ningún medio que evite que los lodos vayan a parar a los cursos fluviales.
La orografía gallega es una de las razones que hace que estas titánicas obras sean más costosas y difíciles. Para haceros una idea os diré que en un tramo de unos 6 km se están construyendo 3 grandes túneles y 2 viaductos.En el centro de la fotografía se puede intuir un río, que ha sido reconducido por la mano del hombre y encauzado mediante unos bloques de piedra.
En este pequeño tramo de río, convivían varios tipos de árboles como sáuces, alisos, robinias, castaños y plantas de menor porte como saúcos, calas, dedaleras, etc.
Aves como el mirlo acuático, el martín pescador, la lavandera ¿cascadeña o boyera? (nunca supe cual de las dos especies es la que habita en esta zona), anuros como sapos y ranas verdes, urodelos como el tritón ibérico o la salamandra rabilarga (endemismo de la península), mamíferos como el visón o el desmán, han sido desplazados de este tramo por culpa de las obras.
No sé si los reos, las truchas y las anguilas siguen ahí, pero estas obras están mermando mucho el hábitat de la fauna ictícola.Los camiones circulan a sus anchas sobre el río gracias a unos tubos provisionales que canalizan el río.
Bidones de aceite vacíos, mallas de plástico, rocas, montones de tierra, barras y planchas de hierro son ahora los dueños y señores de las riberas de los cursos fluviales de la localidad.
Justo al lado de la zona anterior, desemboca un arroyo que albergaba gran cantidad de truchas. Los años y el progreso se han encargado de consumirlo hasta dejarlo prácticamente estéril.
Para la colocación de los pilotes se practican profundos agujeros, por debajo del nivel freático. Esto provoca desvíos de las aguas subterráneas y posterior contaminación al aplicar hormigón en los cimientos de los pilares.
El mayor de los viaductos va tomando forma, por encima de los árboles. El impacto visual también es notable, pero es algo fundamental en este tipo de obras.
Las cisternas de los tractores extraen el agua de los ríos y arroyos. Por suerte estamos en la estación húmeda, pero en verano, estas acciones son más dañinas para el medio.Estas balsas de decantación poco pueden hacer cuando las copiosas lluvias arrastran lodos hasta el río, desde las partes altas de las excavaciones.Las riberas que en otros tiempos bullían de vida, están ahora tapizadas por inertes bloques de granito rosa.
Los sacos de arena y los plásticos que en su momento contenían la fuerza del agua, se van deteriorando y desprendiendo y derivando río abajo. ¿Destino? ..... el mar.Por suerte, esta cascada que ha tardado siglos en formarse, seguirá albergando en su seno a las tumultuosas aguas de este tramo de río.
Las lluvias caídas estos últimos meses aportan suficiente agua como para que la cascada discurra por dos lugares paralelos.
Solo espero que este prodigido del incesante poder modelador del agua siga ahí durante muchos años más y que de aquí al 2015 (fecha estimada de la finalización de las obras) algo se haya aprendido sobre cómo ejecutar unas obras haciendo el menor daño posible a la tierra que nos sustenta.
Hno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarSiempre la presencia humana y su actividad causará impacto en el medio natural hasta ese momento virgen. Es inevitable. Lo que se debe buscar es el menor impacto dañino posible.
Pero claro, mucho daño hace a la naturaleza cuando se emprenden "obras" y lprioritariamente la avaricia domina la mente humana. Poco importa cuán perjudicial será el resultado y menos interés hay por remediar o corregir este impacto. Esto último es una pena, solo muestra algunas miserias nuestras como humanos.
¡Ojalá! con lo que muestras no debamos lamentar males mayores y "despierte" a quienes deben subsanar lo degradado.
Un abrazo y,...
Un afectuoso sapukay.-
Hola Jose, has plasmado perfectamente la realidad de lo que está pasando en muchas zonas de Galicia, (quizas en otras comunidades ya han sufrido esto, nosotros vamos un poco mas retrasados...)pero el caso esq en vez de aprender de los errores, los seguimos cometiendo, y mira qe hay casos y casos (Xallas...Eume...por ejemplo...) Yo creo que las cosas ya se hiciero mal desde hace muchisimos años, con los embalses que cortaron el largo camino de los salmones...aunque eran necesarios como tu bien dices, hay que progresar pero respetando lo que tenemos....
ResponderEliminarun saludo amigo...
No queda nada ya...este año tenemos pendiente una quedada por lo menos...un saludo!
También tú Leo, nos has mostrado imágenes de bellos parajes que en potencia pueden ser explotados por sus recursos, Aunque se hagan zonas protegidas a nivel mundial, estas corren serio peligro si se antepone el interés de los poderosos, al legado que se le puede dejar a las futuras generaciones.
ResponderEliminarPablo, en Galicia vamos de mal en peor.
Con respecto a la quedada, yo iré a pescar reos y tú vendrás a los basses.
Saludos a ambos.
Siempre en todo
ResponderEliminarlos desastres esta la mano del “ hombre”, sea por errores de tipo político, social o económico, como las guerras,el terrorismo, o bien por errores de tipo técnico, como el mal uso de materiales en la construcción de represas, diques, carreteras, puentes, edificios, etc., o también por la imprevisión en las actividades diarias del ser humano.
Es una lástima que el hombre no haya podido tener control y el mismo hombre nos esté llevando a la destrucción, por su propia ambición. Ojala que hagamos conciencia y podamos recuperar el daño que le estamos haciendo a la naturaleza, pero creo que es tarde porque de apoco, se la esta cobrando, con los terremotos, tornados, huracanes etc.
Me olvide;
ResponderEliminarsaludos
Fernanda.
Sabias palabras Fer. El hombre es como una serpiente que se muerde la cola y trata de devorarse a sí misma.
ResponderEliminarCreo firmemente que aún se está a tiempo de rectificar muchas cosas, pero los paises no se ponen de acuerdo en algunas cosas. Esto sí que nos puede llevar más alá de la barrera de la esperanza. Entonces todo estará perdido y comenzará el caos.
Un saludo para Argentina.
José; Cuando hayan cortado el último árbol, contaminado el último río y pescado el último pez, se darán cuenta de que el dinero no se puede comer.
ResponderEliminarun abrazo!!!!
Fer...
Tienes toda la razón Fer. Creo que la película "Ultimátum a la Tierra" refleja esta temática.
ResponderEliminarAunque para entonces es posible que ya no esté aquí, no me gustaría que las futuras generaciones tuviesen que enfrentarse a catástrofes diarias.
Un saludo.
Es un tema complicado. ¿Cuál es el precio que debemos pagar por el progreso? Bueno ¿y qué es el progreso? Yo consideraría progreso a todo aquello que se realice para mejorar la calidad de vida del hombre siempre y cuando no sea necesario pagar un precio muy alto sacrificando el entorno. Estoy convencido de que se pueden hacer las osas mejor y impactando menos, pero para eso hace falta interés, concienciación, compormiso, visión global de futuro, etc... Jose, donde tu ves un río que se muere destrozado, ellos ven un obstaculo a eliminar para hacer más eficaz la obra,y así con todo. Es cuestión de escala de valores y prioridades. Despues yo soy el primero que a la hora de hacer un largo viaje agradezco un túnel para no rodear una montaña, pero debería existír mayor interés por minimizar el impacto de cualquier obra y llegar a un equilibrio en el resultado final.
ResponderEliminarEs complicado. Pero te agradezco que dediques este espacio a este tema pues debemos ser conscientes de este modo de proceder en estas macroobras de las que todos disfrutamos tarde o temprano. Hay que ser conscientes del precio que se suele pagar por todo este despliegue.
Un abrazo Josiño
Un poco de humor:
ResponderEliminarTodo esto del medio ambiente... ¿sera porque ya destruimos la mitad?
Fer.
Luis, creo que has dado con el epicentro de este problema: la escala de valores.
ResponderEliminarHabiendo más gente de a pie que políticos, debería haber menos barbaridades, pero a la gente le falta la unión que proverbialmente hace la fuerza.
Sin eso no se consigue nada.
Fer, es posible que no hayamos destruído la mitad, pero seguramente hayamos rebasado el ecuador de la salvación.
Saludos a ambos.