En vista de que los temporales y el frío no dejan muchas oportunidades para pescar, es un buen momento para visitar los ríos que serán protagonistas de las jornadas de pesca del año que viene.
Con poco tiempo y la lluvia amenazando, hice un largo recorrido por varios ríos.
El Oitavén discurre con un buen nivel y sus márgenes están limpios gracias a las riadas.Las grandes rocas sobre las que se camina en verano, están ahora cubiertas por las aguas y bajo ellas se encuentran las codiciadas pintonas, que aquí crecen muy despacio.
Las aguas frías y rápidas, hacen que el metabolismo de los peces se ralentice y que se quemen gran parte de las energías que estos obtienen de los alimentos que ingieren.Los colores turquesa abundan ahora que los lodos han desaparecido de los fondos. Con paciencia y unas gafas polarizadas, podremos ver a alguno de los moradores del río.Las gravas y la arena se depositan en las zonas más remansadas, donde posteriormente abundarán los efemerópteros.
Dichos lugares serán aptos para la pesca con mosca, en cuanto se produzcan las primeras eclosiones de la temporada.Con este panorama, es difícil contener las ganas de hacer unos lances, pero las vedas hay que respetarlas.Los pequeños afluentes también aportan una buena cantidad de agua a los ríos principales y en estos suele haber sorpresas cuando se inicia la temporada, pues algunas truchas eligen estos cauces para la reproducción.El afluente más importante del Oitavén es el río Parada y ahora mismo, su pétreo cauce es testigo del paso de grandes cantidades de agua que discurren desde la sierra.Los puentes son lugares privilegiados desde los que se puede contemplar el espectáculo del maravilloso ciclo del agua.A escasos kilómetros de la cumbre de la sierra, podemos admirar el estado juvenil de un río, el cual no porta excesivo caudal, pero ya muestra lo dificultosa que puede ser una visita a sus aguas.
Ahora ya sólo queda esperar la llegada de la nueva temporada y que estos cauces puedan traernos gratas sorpresas.
El Oitavén discurre con un buen nivel y sus márgenes están limpios gracias a las riadas.Las grandes rocas sobre las que se camina en verano, están ahora cubiertas por las aguas y bajo ellas se encuentran las codiciadas pintonas, que aquí crecen muy despacio.
Las aguas frías y rápidas, hacen que el metabolismo de los peces se ralentice y que se quemen gran parte de las energías que estos obtienen de los alimentos que ingieren.Los colores turquesa abundan ahora que los lodos han desaparecido de los fondos. Con paciencia y unas gafas polarizadas, podremos ver a alguno de los moradores del río.Las gravas y la arena se depositan en las zonas más remansadas, donde posteriormente abundarán los efemerópteros.
Dichos lugares serán aptos para la pesca con mosca, en cuanto se produzcan las primeras eclosiones de la temporada.Con este panorama, es difícil contener las ganas de hacer unos lances, pero las vedas hay que respetarlas.Los pequeños afluentes también aportan una buena cantidad de agua a los ríos principales y en estos suele haber sorpresas cuando se inicia la temporada, pues algunas truchas eligen estos cauces para la reproducción.El afluente más importante del Oitavén es el río Parada y ahora mismo, su pétreo cauce es testigo del paso de grandes cantidades de agua que discurren desde la sierra.Los puentes son lugares privilegiados desde los que se puede contemplar el espectáculo del maravilloso ciclo del agua.A escasos kilómetros de la cumbre de la sierra, podemos admirar el estado juvenil de un río, el cual no porta excesivo caudal, pero ya muestra lo dificultosa que puede ser una visita a sus aguas.
Ahora ya sólo queda esperar la llegada de la nueva temporada y que estos cauces puedan traernos gratas sorpresas.
Que ganas ya Jose!! ya queda menos.
ResponderEliminarAquí las riadas también han hecho una buena limpieza de los cauces, esperemos que no lo hagan también con las puestas de las truchas. Hasta pronto.
Que bonito todo el entorno, buenas fotos.
ResponderEliminarYa me has puesto los dientes largos....jejeje
ResponderEliminarNo queda mucho ya para que comience la temporada, pero tambien son los meses en que mas despacio pasa el tiempo....y la verdad con la mala suerte que he tenido en la eleccion de cotos..no se yo lo que tocare este año.....
Tenemos que hacer alguna que otra salida de pesca tu y yo.
Un saludo amigo!
Muy buen reportaje Jose. Qué maravilla de lugares tenéis por allí, me encantan...Yo también suelo dedicar los meses previos a la primavera a buscar nuevos rios o carriles que me lleven a las mejores zonas de los conocidos. Es un "trabajo" que hay que hacer si quieres luego disfrutar.
ResponderEliminarSaludos.
Preciosos paisajes José, sobre todo para los que somos del Sur y vivimos en entornos tan distintos al tuyo, buenas fotos.
ResponderEliminarPrecioso Jose una maravilla de lugares para perderse, algunos bien pueden parecer sacados de un libro místico, rezumando aires mitológicos.
ResponderEliminarUn Saludo.
Efrén, aún queda bastante, pero ocurre que cuando acaba la temporada de los salmónidos, uno ya comienza a contar los días que faltan para que comience la nueva jejeje
ResponderEliminarMuchas gracias Walter. Espero que algún día quieras verlo en vivo.
Pablo, no dudes que tenemos pendientes varias salidas de pesca, con distintas especies como objetivo.
Tienes razón Miguel. Lo ideal es ojear los ríos antes de la apertura, para así poder visitarlos al inicio con más garantías.
Antonio, a mí me llaman mucho los lugares distintos a los de aquí (que están muy vistos). El año que viene espero poder admirar los alcornocales y encinares del sur.
Gaizka, he de decir que en alguno de ellos ya es un privilegio poder mojar las botas.
Saludos a todos y a seguir aguardando el ansiado comienzo de la nueva temporada.
Hno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarQué lindo semblante de tus ríos.
Bellos lugares.
Un abrazo y,...
Un afectuoso sapukay.-
Como dice la cancion. "Hay un paraiso" y ese es tu tierra .
ResponderEliminarPreciosos esos escenarios que sin duda visitaré algun dia.
Un saludo