Día 1:
El domingo por la tarde, mi amigo Antonio me informó de su regreso de Sevilla. Acordamos entonces ir de pesca al mar, en busca de la reina de nuestras costas: la lubina.
Por supuesto, nos interesamos por su forma adulta, cuando ya reciben el nombre de robalo.
A las 6:00 am recogí a Antonio y pusimos rumbo a nuestro destino.El mar presentaba unas condiciones bastante buenas y el cielo nos iba a regalar un día encapotado, algo que reduce la luz que penetra en el agua y por lo tanto oculta un poco más los engaños que les ofrecemos a nuestras plateadas amigas.La primera "captura" de la jornada la recogió Antonio con sus manos de entre la piedras. Creo que en cada salida de pesca me ocurre algo anecdótico. En este caso mi compañero encontró un macuto, con varios bolsillos, un tanto desvencijado. La sorpresa fue comprobar que dentro de los bolsillos había un gran número de aparejos de mosca ahogada, una cuchara ondulante y un pez artificial que a priori me parecía de la casa Bagley. En el babero se leían unas letras que confirmaron mi vaticinio. Es la ventaja de "devorar" catálogos y catálogos de pesca.Antonio prueba suerte en una punta de roca desde donde se aprecian las islas Cíes (al fondo). El día anterior mi compañero había sacado tres lubinas en esta misma zona y por eso había que insistir.
Aún era pronto para aventurar resultados pero después iríamos a una zona que había propuesto yo.Nos dirigíamos ahora hacia el faro blanco. La espuma nos indicaba que el mar rompía con más fuerza en esa zona. Había que prospectar costa ya que las lubinas recorren estas zonas zonas en busca de pequeños peces e invertebrados.Muchos de los emplazamientos en los que lanzábamos nuestros artificiales, presentaban una condiciones más propias de la pesca del sargo. Son lugares en los que se deben extremar las precauciones. Un mal paso y una posterior caída pueden costarnos un susto.El azote de las olas cincela formas caprichosas en estos parajes. Las partes más duras quedan en pie mientras las blandas se erosionan con el monótono golpeo de las olas. El resultado son unas cortantes formaciones que resultan extremadamente bellas.Bajamos ahora a un escenario bien distinto. La orografía granítica de este lugar hace que las rocas tengan una apariencia más bondadosa. Aún así, hay que caminar por gargantas pétreas sujetando la caña con una mano y con la otra aferrándose a la vida. Aquí hay que tener un ojo puesto en el mar y otro donde se pisa.Enormes colonias de percebes se sitúan anclados a la roca a escasos metros de nosotros. Tranquilos en su casi inexpugnable ubicación, sólo deben temer a unos pocos osados que se ganan la vida con su extracción. Ellos serán testigos mudos de nuestro empeño por capturar alguna lubina.Poco antes de regresar ante el empeoramiento del mar, Antonio sacó esta lubina que le costó una buena mojadura.
A mí me pasó lo mismo al recuperar el pez artificial de entre las piñas de percebes.
No había que tentar a la suerte así que tocó retirada.
Día 2:Al día siguiente habíamos madrugado con dos compañeros más. Un fatal accidente hizo que Antonio se clavase uno de los anzuelos en un dedo. En vista de que el arponcillo había atravesado la carne, hubo que ir hasta el centro de salud más cercano para que se le fuese extraído el anzuelo.El desafortunado incidente ya nos nos dejaba mucho tiempo de pesca pero el mar estaba más calmado que el día anterior. La presencia de algas dificultó mucho la pesca y redujo aún más el tiempo real de pesca. Aprovechamos todo lo que pudimos pero no había mucho más que hacer.
Al final Antonio sacó una aguja y "El Meji" esta lubina de 1,5kg. El día anterior había sacado una de 2,7kg por lo que estaba en racha.
Día 3:En esta jornada habíamos quedado Antonio, Tirso y yo para pescar en la playa de Patos. Las previsiones daban bastante mar así que había que busca un ambiente más resguardado.
Al poco de comenzar Antonio sacó una lubina de tamaño aceptable.La entrada de este gran transatlántico eclipsó momentáneamente a las islas Cíes. La llegada de estas moles de metal que se dirigen al puerto de Vigo, siempre llaman la atención del espectador.
Me hizo recordar la vez en que mi amigo Luis y yo habíamos asistido a la primera llegada a puerto del Queen Mary 2. Impresionante en todas sus dimensiones.
Sin moverse del sitio, Tirso sacó tres lubinas que debido a su tamaño, fueron devueltas a su medio.Cambiamos de escenario y llegamos a un nuevo punto de la costa. El mar permitía la pesca así que nos pusimos manos a la obra. Al segundo lance clavé una lubina que también fue devuelta al agua. Antonio sacó otra más desde su atalaya.Efectuamos los últimos lances de la jornada ante un mar violento. Las grandes olas sólo nos mojaban en los lugares desde donde nos encontrábamos. No son momentos en los que haya que arriesgar lo más mínimo.
Nos fuimos con la satisfacción de que todos habíamos tocado escama aunque no finalmente no hiciera acto de presencia ningún robalo.
Al final del vídeo se puede apreciar un guepardo. ¿Sois capaces de verlo?
Por supuesto, nos interesamos por su forma adulta, cuando ya reciben el nombre de robalo.
A las 6:00 am recogí a Antonio y pusimos rumbo a nuestro destino.El mar presentaba unas condiciones bastante buenas y el cielo nos iba a regalar un día encapotado, algo que reduce la luz que penetra en el agua y por lo tanto oculta un poco más los engaños que les ofrecemos a nuestras plateadas amigas.La primera "captura" de la jornada la recogió Antonio con sus manos de entre la piedras. Creo que en cada salida de pesca me ocurre algo anecdótico. En este caso mi compañero encontró un macuto, con varios bolsillos, un tanto desvencijado. La sorpresa fue comprobar que dentro de los bolsillos había un gran número de aparejos de mosca ahogada, una cuchara ondulante y un pez artificial que a priori me parecía de la casa Bagley. En el babero se leían unas letras que confirmaron mi vaticinio. Es la ventaja de "devorar" catálogos y catálogos de pesca.Antonio prueba suerte en una punta de roca desde donde se aprecian las islas Cíes (al fondo). El día anterior mi compañero había sacado tres lubinas en esta misma zona y por eso había que insistir.
Aún era pronto para aventurar resultados pero después iríamos a una zona que había propuesto yo.Nos dirigíamos ahora hacia el faro blanco. La espuma nos indicaba que el mar rompía con más fuerza en esa zona. Había que prospectar costa ya que las lubinas recorren estas zonas zonas en busca de pequeños peces e invertebrados.Muchos de los emplazamientos en los que lanzábamos nuestros artificiales, presentaban una condiciones más propias de la pesca del sargo. Son lugares en los que se deben extremar las precauciones. Un mal paso y una posterior caída pueden costarnos un susto.El azote de las olas cincela formas caprichosas en estos parajes. Las partes más duras quedan en pie mientras las blandas se erosionan con el monótono golpeo de las olas. El resultado son unas cortantes formaciones que resultan extremadamente bellas.Bajamos ahora a un escenario bien distinto. La orografía granítica de este lugar hace que las rocas tengan una apariencia más bondadosa. Aún así, hay que caminar por gargantas pétreas sujetando la caña con una mano y con la otra aferrándose a la vida. Aquí hay que tener un ojo puesto en el mar y otro donde se pisa.Enormes colonias de percebes se sitúan anclados a la roca a escasos metros de nosotros. Tranquilos en su casi inexpugnable ubicación, sólo deben temer a unos pocos osados que se ganan la vida con su extracción. Ellos serán testigos mudos de nuestro empeño por capturar alguna lubina.Poco antes de regresar ante el empeoramiento del mar, Antonio sacó esta lubina que le costó una buena mojadura.
A mí me pasó lo mismo al recuperar el pez artificial de entre las piñas de percebes.
No había que tentar a la suerte así que tocó retirada.
Día 2:Al día siguiente habíamos madrugado con dos compañeros más. Un fatal accidente hizo que Antonio se clavase uno de los anzuelos en un dedo. En vista de que el arponcillo había atravesado la carne, hubo que ir hasta el centro de salud más cercano para que se le fuese extraído el anzuelo.El desafortunado incidente ya nos nos dejaba mucho tiempo de pesca pero el mar estaba más calmado que el día anterior. La presencia de algas dificultó mucho la pesca y redujo aún más el tiempo real de pesca. Aprovechamos todo lo que pudimos pero no había mucho más que hacer.
Al final Antonio sacó una aguja y "El Meji" esta lubina de 1,5kg. El día anterior había sacado una de 2,7kg por lo que estaba en racha.
Día 3:En esta jornada habíamos quedado Antonio, Tirso y yo para pescar en la playa de Patos. Las previsiones daban bastante mar así que había que busca un ambiente más resguardado.
Al poco de comenzar Antonio sacó una lubina de tamaño aceptable.La entrada de este gran transatlántico eclipsó momentáneamente a las islas Cíes. La llegada de estas moles de metal que se dirigen al puerto de Vigo, siempre llaman la atención del espectador.
Me hizo recordar la vez en que mi amigo Luis y yo habíamos asistido a la primera llegada a puerto del Queen Mary 2. Impresionante en todas sus dimensiones.
Sin moverse del sitio, Tirso sacó tres lubinas que debido a su tamaño, fueron devueltas a su medio.Cambiamos de escenario y llegamos a un nuevo punto de la costa. El mar permitía la pesca así que nos pusimos manos a la obra. Al segundo lance clavé una lubina que también fue devuelta al agua. Antonio sacó otra más desde su atalaya.Efectuamos los últimos lances de la jornada ante un mar violento. Las grandes olas sólo nos mojaban en los lugares desde donde nos encontrábamos. No son momentos en los que haya que arriesgar lo más mínimo.
Nos fuimos con la satisfacción de que todos habíamos tocado escama aunque no finalmente no hiciera acto de presencia ningún robalo.
Al final del vídeo se puede apreciar un guepardo. ¿Sois capaces de verlo?
Muy buenas Jose, siempre me ha impresionado la pesca de la lubina, róbalo, roballiza,etc. por los acantilados. Ahí es donde verdaderamente se nota la fuerza del mar con las tempestuosas aguas blancas de espuma, que no dejan ver a donde estás tirando el señuelo.
ResponderEliminarAhí seguro que cada captura tiene un mejor sabor, después de patearse las rocas resbaladizas y de jugarse la vida.
Yo la verdad que lo poco que he pescado en el mar fue por ahí en un puerto en Galicia cerca de Poio, con la caña de mosca y trocitos de lombriz como cebo. Por ahí caían varios pececillos, pero el grueso de la gente iba a por los calamares y aun cojían. Para otra vez intentaré pescar alguna lubina.
Un saludo.
Pudo haber sido peor pero creo que echamos un buen rato, esta vez no nos tocó la gorda pero no pierdo la esperanza, todo llegará hay que insistir, también podemos arrimarnos a "San Miguel" por si nos pega algo je...jeje
ResponderEliminarEl incidente del triple sabes que se pudo evitar, hay que tener cuidado que los carga el diablo, os agradezco a Tirso y a ti la ayuda prestada.
El video está muy bien pero te ha faltado grabar la gran ola, ya sabes el motivo ¿verdad?, no se puede atender a todo jajajaja, a ver si la próxima cogemos el pepino, de momento vamos mejorando, un saludo Jose.
Bueno Chagua, lo de jugarse la vida ... casi que no.
ResponderEliminarSolemos estar muy atentos, y aún así nos llevamos algún susto.
Si vuelves por Poio, avísame que vivo bastante cerca.
Antonio, lo del anzuelo puede pasarle al más precabido.
En cuanto a la gran ola ... ya vendrá en invierno y con ella los grandes robalos. Y allí estaré yo esperando con el chivo al otro lado de la línea.
Un saludo.
Buenos días,
ResponderEliminarvoy a pasar unos días de vacaciones en galicia y me gustaría saber si por allí existe algún lago intensivo o piscifactoria en los cuales se pueda pescar sin muerte y sin licencia de la comunidad gallega.
Gracias y un saludo.
Sé que en el embalse de Villagudín (Órdenes) quieren hacer una zona sin muerte. No sé si ya está operativa.
ResponderEliminarTe comento que hay licencias por días, aunque en dicho embalse es posible que sea suficiente con sacar el permiso correspondiente.
Un saludo.
Buena crónica Jose y espectaculares los paisajes que de nuevo nos muestras.
ResponderEliminarCuriosamente, este mismo fin de semana, mi compañero David ha tenido un percance similar con la potera de un jerkbait Rapala. Además el momento en sí está grabado y publicado en la entrada de esta semana.
Hace unos cuantos años yo me clavé una y acabé en urgencias. Después de que me hicieran una carnicería y dos puntos de sutura, me inclino más por la "cirujía casera" para liberar la potera:
Nosotros pinchamos la potera en el dedo, o donde esté clavada, siguiendo el recorrido del anzuelo, de manera que la punta del mismo y su muerte vuelven a salir. Ahora es el momento, con la ayuda de unos pequeños alicates (los mismos que usamos para desanzuelar a los peces) de cortar la muerte y sacar sin dificultad el anzuelo por el mismo camino que entró. Un poquito de alcohol y a seguir pescando.
Como te imaginarás, el peor momento es cuando hay que pinchar de nuevo el anzuelo. Duele un poco, pero a cambio consigues resolver la situación sobre la marcha y no te queda cicatriz ninguna.
Saludos
Me resultan alucinantes los parajes de esta entrada Jose. Creo que no puede haber un entorno mejor para pescar o para sentarte a observar la grandeza del mar, que en tu tierra se muestra majestuoso. Es que es precioso.
ResponderEliminarEnhorabuena por las capturas y por la forma de mostrárnoslas.
Un fuerte abrazo, galleguiño.
P.D. El "guepardo"... ¿en el minuto 3.44? ¿qué es?
INPRESIONANTE¡¡¡¡¡¡ esa costa da morte. Recuerdo una ocasion en Muxia que nos pegamos 2 horas imnotizados por el ir y venir de las olas. Unas fotos muy buenas, Jose y tambien el video pero ¿que bicho es ese?.
ResponderEliminarFelicidades por esas capturas que solo por pescarlas en ese escenario ya son un gran trofeo.
Un abrazo y a seguir así.
A Luis y a Barbux, deciros que se trata de un guepardo pintado en la roca, aprovechando una forma natural de la piedra.
ResponderEliminarEl mar aquí estaba muy suave. Hoy he ido a la zona del principio y ya había un poco más de mar. Aún así ya os mostraré el mar en todo su esplendor.
Gracias compañeros.
Hno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarPor el momento no puedo disfrutar de los film (incapacidad de mi CPU).
Pero la narrativa es suficiente para saber que han vivido una hermosa pesca en tres días. ¡Qué seguidilla!!!
Enhorabuena.
Un afectuoso sapukay.-
Espero que puedas visionarlos en breve junto a los de la próxima entrada y que tu computadora se recupere pronto.
ResponderEliminarUn saludo Leo.