Con este sencillo juego de palabras en el título de la entrada, quiero referirme a la jornada que pasé el sábado en compañía de otros colegas de pesca, en busca de las carpas.
Y tuvo que ser así, ya que el temporal previsto en la costa, no dejaría acercarse a esta para intentar hacer unos lances en busca de las lubinas.La jornada fue planificada en el último momento, pero aún así llegué temprano al lugar.
Aitor auguraba mal tiempo, pero le dije que no se preocupara, ya que la previsión para el interior de la comunidad, era bien diferente a la de la costa.Estábamos charlando junto a las cañas, cuando un pato se acercó a la orilla. Advertí a mi compañero Aitor, que las intenciones del ave eran bien sencillas: atiborrarse del maíz de la lata que había en la orilla. Dicho y hecho.Mi compañero le ofreció algo de maíz y luego el pato se marchó.Al cabo de un tiempo y sin ninguna picada por nuestra parte, llegaron Miguel y Jesús. Poco después también se uniría Pablo.
Todos fueron armando sus aparejos y se dispusieron a esperar la picada de las carpas.El nivel del embalse estaba subiendo y diez cañas estaban expectantes a que se produjese la primera picada.
Los cascabeles permanecían inmóviles sin dar noticia de actividad alguna por parte de los peces.Ya llevábamos varias horas sin actividad y parecía que la cosa iba a seguir las mismas trazas.
Comimos y seguimos charlando por la tarde y en el transcurso de esta, comenzó a soplar algo de viento.El pato volvió a hacer acto de presencia. En esta ocasión se sumergía para comer los granos de maíz que se quedaban cerca de la orilla, después de cebar la zona.La confianza de la anátida, hizo que Miguel la pudiese coger con las manos.
Por lo menos uno de nosotros había "tocado pluma" en lugar de escama.La primera y única captura del día fue esta boga que picó en la caña de Miguel.
No fue una jornada digna de recordar por las capturas, pero estuvimos entretenidos todo el tiempo.
A última hora, mientras Aitor recogía sus cosas, comenzó a llover tímidamente. Habíamos evitado el temporal durante todo el día, pero en la costa la cosa fue muy diferente.
La carpas no dieron la cara ese día Jose, pero otra vez será, para mí fue una jornada muy entretenida y divertida a pesar del bolo géneral jeje.
ResponderEliminarHno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarTanta paciencia,...tanta paciencia, al menos dió un pez.
Gracioso lo del pato, Otro "hermano de los anzuelos", ja, ja. pareciera que está cebado de tantas visitas de pescadores con maíz, ja, ja, ja.
Un abrazo grande y,...
Un afectuoso sapukay.-
"Carpaman" :-) Donde es este embalse?
ResponderEliminarPena de carpas, que no picaran, porque los escalos es que le tengo una tirria :D
Un abrazo!
Bueno aunque las capturas no acompañasen estuvisteis muy entretenidos con el pato jejeje y entre amigos siempre se pasa bien.
ResponderEliminarA seguir dándole caña a los peces y a las lobas que por ahí tenéis ahora que se acerca una buena época para ellas.
un saludo!
Está claro que estuvimos con la mente ocupada en todo momento Aitor.
ResponderEliminarLa paciencia tiene que ser una característica del pescador, aunque el que espera ... desespera jejeje
Es el embalse de Velle, Alex y los escalos y bogas son un premio de consolación cuando no se presenta la especie perseguida.
Pues ahora ya estamos a la búsqueda de las lobas y los sargos Álvaro. Y esperemos que nos den la cara de vez en cuando.
Saludos.