jueves, 1 de junio de 2017

Madagascar día 1: Gigante de los mares

 Pues aquí llega al fin el resumen del segundo viaje de pesca a Madagascar en el que al fin pudimos pescar, ya que en el primero nos quedamos con las ganas (enlace).

Antes de nada, quiero comentaros que en el primer viaje, visitamos un árbol sagrado, donde la gente va a pedir deseos. Walter no pudo hacer ofrenda alguna, porque había que ir descalzo y Hür tampoco la hizo, supongo que por algún motivo. Sin embargo, yo si fui y pedí que el viaje de pesca fuese todo un éxito. Pues hoy puedo deciros que el deseo se cumplió.

Acto seguido, comienzo a narraros esta aventura y trataré de contar las situaciones más significativas, para haceros partícipes de este viaje.
 Nuevamente, baile de aviones: Santiago - Barcelona, Barcelona - París, París - Saint-Denis (Reunión), Saint-Denis - Nossy Be. El de París a Saint-Denis fue una paliza de las gordas y por alguna razón se evitaba sobrevolar Libia ... Unas 11 horas de vuelo sin ser capaz de dormir, aunque batí el récord de ¿Quién quiere ser millonario?, versión inglesa jejeje.
Os contaré como anécdota que en el aeropuerto de Reunión nos montamos en un autobús para recorrer 30 metros. Hubiera llegado antes andando jejeje.
  Una vez en el aeropuerto de Nosy Be, pude reconocer a Alain. Con él nos fuimos hasta un restaurante en el que comimos con Ludo, el cual nos llevaría a Nosy Mitsio.
La comida estaba deliciosa y al terminar, pudimos comprar algunas camisetas a los vendedores ambulantes.
 Después de una travesía en lancha, de algo más de 2 horas, a todo gas, llegábamos al campamento.
Llegar a un lugar en plena noche, donde apenas se veían unas cuantas luces, nos permitió gozar de un cielo estrellado como nunca antes habíamos visto. Fue algo sobrecogedor.
La temperatura era muy agradable en el comedor, el cual estaba engalanado con banderas de varios países. La bandera de España era única, luego os diré porqué jejeje.
 Habiendo dejado el equipaje en las cabañas, nos fuimos a reponer fuerzas.
La cena tenía una pinta bárbara y ya hacía casi 4 horas que no probaba bocado jejeje, así que nos pusimos manos a la obra.
 Al final de la cena, Ludo y Thierry nos mostraron un licor con unas escolopendras enormes en su interior. Nos dijeron que esa bebida actuaba como antídoto frente a una eventual picadura de dicho insecto y que no les gustaba que se rechazase el ofrecimiento. A mi me parecía un cuento chino, pero me decidí a probarlo porque me atraía la idea de comprobar a qué sabía.
El licor desprendía un olor como a putrefacción, así que serví un chupito y me lo bebí ...¡¡Craso error!! Supongo que la gasolina, el disolvente y el barniz a partes iguales, deben saber muy parecido jajaja.
 Tras la cena, nos fuimos a dormir. Yo apenas pude conciliar el sueño a causa de los nervios y de que algo se movía por el interior del techo de la habitación. Busqué la linterna en la maleta y me dispuse a escuchar. Mis acompañantes eran unos roedores que venían a husmear, valiéndose de la oscuridad para moverse a sus anchas jejeje.
 Al día siguiente me levanté el primero. En vista de que estaba sólo, me dí una vuelta por el campamento. Cuando regresaba al bar, pasé bajo una rama baja de un árbol de mango. Esta estaba situada a unos dos metros del suelo. Tomé carrerilla y con la punta del pie la golpeé. Entonces, los camareros del bar, que me estaban viendo en la distancia, me dijeron que lo repitiese. Volví a hacerlo y se pusieron eufóricos. Desde aquel momento me bautizaron como "El niño", supongo que por mi agilidad jejeje.
Antes os comenté que la bandera de España era única y es que por la mañana, el viento la había plegado contra el techo. El caso es que Ludo nos dijo que todos los días le ocurría eso jejeje ¡¡Spain is different!!
Vi a Walter llegar desde su cabaña, así que nos fuimos a desayunar juntos.
Café con leche, tostadas, tortilla con huevos de las gallinas del campamento, crepes con miel, mermelada de papaya, guayaba y pok-pok. ¡¡Todo exquisito!!
 Al terminar volví a dar una vuelta por el campamento, para echar un vistazo en los alrededores.
Aquí donde se dejan reposar los equipos de pesca tras endulzarlos.
 Ya en la playa, dispusimos todo para salir a pescar. Me parecía tarde, pero habíamos esperado a que la marea fuera la adecuada para salir.
Tras untarnos con el protector solar, se encendió el motor de la lancha.
!!Comenzaba la pesca al fin¡¡
Enseguida, Walter, Hür y yo nos dimos que nos encontrábamos en el paraíso, pues apenas habíamos avanzado 100 metros cuando divisamos una pajarera.
Ludo dio la orden de prepararse para capturar "bonitos" (bacoretas) y "skipjacks" (listados). Cogimos los equipos ligeros, montados con cucharas pesadas como señuelos, para efectuar lances largos que nos proporcionasen las primeras capturas.
 Y así comenzamos a clavar nuestros primeros peces en aguas del Índico.
Ya me imaginaba que los túnidos eran muy potentes, pero no tanto, porque con sus carreras sacaban hilo a una velocidad vertiginosa.
!!Fue realmente divertido¡¡
Y además, tras sacar varios ejemplares, el brazo te quedaba "calentito". Fue un ejercicio muy bueno para ir preparándonos para otros peces mayores.
 Comenzamos a abandonar la ensenada,  que estaba flanqueada por pequeñas islas. Al ver la vegetación tan exuberante en ellas, no pude evitar acordarme de la película de King Kong jejeje.
 Con un fondo de entre 30-50 metros, empezamos a echar los jigs hacia las profundidades.
Walter se hizo con este precioso spangled emperor, que nos maravilló a todos.
Saqué mi cámara e inmortalicé el momento, porque era el primer pez que no conocía y porque Walter me había mostrado por enésima vez, que es un luchador nato, ya que el pez presentó una lucha formidable.
 La sonda mostraba muchísima actividad en el fondo y a continuación pude comprobar que algo interrumpía el ascenso de mi jig, para luego comenzar a sacar hilo como nunca había visto.
Yo tenía clara una cosa y es que iba a tratar de subir todos los peces que clavase, ya que teníamos un par de inconvenientes mientras los peces permaneciesen en el agua, prendidos de nuestros engaños: El coral del fondo y los tiburones.
 Fui cobrando línea cada vez que el pez me lo permitía y así pude hacerme con el pez que más deseaba ... el GT o giant trevally. Cuando intuí su silueta emergiendo de las profundidades, me emocioné. Contemplé su librea plateada junto a la embarcación, luchando hasta el último momento. Y entonces ya sólo quedaba subirlo a bordo. Haberlo visto en fotos y documentales era una cosa ... sostenerlo en las manos, otra muy distinta.
El corazón me latía rápidademente y la sensación de euforia hizo que un hormigueo recorriese todo mi ser. Ya sólo me quedaba devolverlo a su medio y agradecerle la pelea que me había brindado.
 Hür capturó este precioso bohar snapper cuya dentadura nos soprendió, pues estaba muy bien armado. El color rojo era maravilloso bajo el brillo del sol.
 A algunos de los peces había que pincharles la vejiga natatoria, para que al liberarlos, pudieran ir hacia el fondo con facilidad.
 Para descansar un poco del jigging, utilizamos algunas bacoretas y listados como cebo.
Esto nos permitió practicar una pesca más lenta, pero no menos intensa, ya que los peces picaban en el fondo.
En otra de las recuperaciones de Walter, apareció este blood snapper. Las coloraciones de estos peces eran tan magníficas, que sólo podíamos maravillarnos de ellas.
Repetí una picada brutal con salida de hilo a lo bestia. No podía vaticinar nada, ya que podía ser cualquier pez.
Los metros que me separaban de él, se hacían largos, pues no podía dejar de pensar en qué pez había picado.
Se trataba de otro GT que había engullido el cebo con ganas y arrancó como un toro de lidia.
El equipo que llevaba yo, era el más "ligero", lo cual me poporcionaba unas luchas brutales.
Tras la parada para comer, volvimos a la acción con nuevos ejemplares de blood snapper. Algunos de ellos con una frente prominente que nos llamaba la atención.
Deben de ser muy voraces, pues picaban con relativa facilidad.
Los GTs también nos alegraron la tarde, con su potencia. Es uno de los mejores "postres" que uno puede desear como pescador. Peces muy vigorosos, como había imaginado desde que nos subimos a la embarcación.
Los bohar snapper también hicieron acto de presencia con sus bellos colores.
Cuando picaban en profundidad, eran todo un reto para subirlos, por lo que disfrutamos mucho con este bello pez.

Tras una tarde movida, comenzamos a divisar algunas fragatas (aves marinas). 
Este hecho hizo que Ludo y Manuel preparasen todo para hacer un poco de curricán con el cebo que nos quedaba. El objetivo: El marlin negro.
Con todo listo, Ludo nos comentó que en caso de picada, había que dejar que el pez tragase el engaño, luego cerrar el pickup del carrete y prepararse para clavar con la embarcación.
Así fue como en varios minutos intentándolo, el marlin negro picó.
Walter fue el primero en pelear con él. Los saltos fuera del agua fueron su carta de presentación.
A continuación, unas arrancadas que ponían a prueba la fortaleza del carrete. Observar la salida del trenzado a tanta velocidad, me podía los pelos de punta.  
Cuando Walter ya llevaba unos 20 minutos de lucha, me pasó la caña a mí.
!!Era mi turno¡¡ !!Nuevos saltos en el horizonte¡¡
El pez todavía tenía mucha energía. Había que conservar la calma y tratar de cansar al pez.
Quizás fue el hecho de encontrarme muy bien, por ser el primer día, que comencé a cobrar línea poco a poco, siempre que podía, para acortar distancias con el pez.
En unos 15 minutos ya había acercado al pez a la lancha.
Fueron momentos de tensión, pues sabía de casos en los que un marlin saltaba dentro de la embarcación, al encontrarse bastante fresco.
Manuel se dispuso para afianzar al pez, pero este comenzó a sacar hilo nuevamente.
!!Tiró y tiró con fuerza hacia el fondo¡¡
Walter me avisaba de que el trenzado estaba muy cerca del asiento lateral del barco, pero yo le dije que no doblegaría mi brazo tal y como estaba, con él estirado. En la foto se puede ver esa situación, de la que al final pude salir.
Era el turno de Hür. El pez aún tenía fuerzas para ponernos a prueba.
Más saltos y más carreras que nos hacían pensar en cuanto nos quedaría para ganarle la partida.
Todavía volvió Walter a coger las riendas de la situación, para ser él quien pusiese en seco al marlin.
Cuando Manuel agarró al pez por la espada, respiré aliviado.
Entonces me quedé maravillado por dos hechos. El primero es que al fin teníamos al pez a bordo y el segundo es que Walter nos dio todo un ejemplo de superación, a pesar de contar con algunas limitaciones. !!En la pesca no hay quien lo pare¡¡
El marlin venía con algunas pequeñas rémoras que se soltaron del cuerpo del pez, una vez dejaron de sentir el agua.
!!Al fin¡¡ !!Un pez casi tan ancho como la embarcación!!
Aquel momento de euforia había que inmortalizarlo.
Sobre 1 hora de lucha para doblegar a un oponente tan majestuoso.
Manuel estaba satisfecho por haberlo conseguido y por ello, todos lo celebramos.
Ahora tocaba liberar al pez que tanta adrenalina nos había hecho descargar.
Sólo podíamos agradecer los momentos que nos brindó, pues este gigante de los mares es un pez codiciado por muchos pescadores.
De vuelta a casa, el sol se marchaba para descansar sobre el océano.
Una puesta de sol que interrumpió la conversación sobre todo lo vivido en esta primera jornada.
Después de una larga cena en la que rememoramos cada lance del día, accedimos a jugar a la petanca con nuestros anfitriones. Admito que conocía el juego, pues en la zona en la que vivo es muy popular, sin embargo, nunca se me había dado por jugar. El caso es que tras unas partidas, la petanca ya me había enganchado. Yo jugué formando equipo con Ludo, mientras que Walter lo hizo con Thierry.
El resultado era lo de menos, pero puedo decir que Ludo estaba más rodado que su compatriota en este juego.
Fue una manera magnífica de poner punto y final a nuestro primer día en Mitsio.

CONTINUARÁ ...

Un agradecimiento especial para el equipo de Karan, por hacer posible este sueño.

31 comentarios:

  1. Que fantástico trabajo... Y que infinita paciencia tienes para hacer las cosas lo mejor que sabes y puedes.... Enhorabuena una y mil veces más...porque quedarán muchas más felicitaciones. Gracias por tu entrega para demostrar que se puede llegar a la excelencia en cualquier cosa.

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    1. Muchas gracias Estela. La paciencia es una virtud, o al menos así lo creo.
      El camino de la excelencia se puede recorrer, pero alcanzarla es imposible, porque cuando crees que la alcanzas, hay algo que mejorar.

      Saludos

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  2. Hostia que pasada de viaje y de peces....pena de una buena lotería....la envidia me invade ejejje
    Perfecta entrada tío.
    Saludosssss

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    1. Ojalá que toque esa lotería Alex. O también ahorrando.
      Muchas gracias.

      Saludos

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  3. ¡¡¡NO ME LO CREO!!! Eso es otro montaje, como los que nos tienes acostumbraos en el blog cachondo. Has puesto un Merlín (merlinazo), como podías haber puesto una ballena levantándola con una mano o con la punta del ...ja, ja, ja.
    Parece, que para hacer pesca de Alta Dimensión, hay que irse allende los mares y coger un avión o palizón de aviones y aeropuertos. Por cierto el aeropuerto Nosy Be, tiene que estar muy escondio, no? (chiste malo).
    Este viaje a Madagascar, con los GT , el Merlín y otros bichos raros que habéis cogido, ha recordado a Marcos con su pesca por Australia.
    Cuando cojas aquí una truchita o un barbo común, te dará la risa, no? Ja, ja.
    Extraordinario, Josiño. Como os lo pasáis el equipo ¡Joder!


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    1. Lo siento José Manuel, pero aquí no hay trampa ni cartón.
      Las ballenas las vimos, pero no teníamos señuelos para engañarlas jejeje.
      El aeropuerto "si se ve" jejeje.
      Por otro lado decir que sigo disfrutando de las truchitas, porque si no me hubiera quedado allá.

      Saludos

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  4. Enhorabuena!! Debió ser un increible viaje con el que todos soñamos!!

    Después del primer fiasco, os lo teníais merecido!!

    Espero ansioso las siguiente entregas... ;P

    Saludos!!

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    1. Muchas gracias Lluis.
      El primer viaje fue inolvidable también, pero la pesca era el motivo del viaje.
      En breve, la siguiente entrega.

      Saludos

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  5. Impresionante!!!!
    pedazo de entrada y pedazo de viaje, me has dado envidia muy muy mala! me alegro de que lo pasarais tan bien y que tuvierais ese pedazo de viaje, espero ansioso la segunda parte de la entrada!!!
    un saludazo!

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    1. Muchas gracias Ander. Queda mucho por contar todavía jejeje.

      Saludos

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  6. Olá Josiño!
    Viagem de pesca de avião nunca fiz, não sei se tinha paciência para isso, no entanto cada vez que vou para as minhas jornadas de 2/3 dias acho que levo mais material do que se viajasse de avião hehhehehehe...

    Foi uma viagem produtiva pelos vistos, paisagens bonitas, amigos, boa comida e uns bons troféus...
    Parabéns pelo relato, pelos troféus e pelas fotos que estão muito boas...
    Saúde e força aí...

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    1. O destino é tan lonxe que tocaba viaxar en avión, Pedro.
      Sen dúbida que hai saídas máis preto, no que levamos moito material jejeje.

      Saúdos

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  7. Que pasada, solo de ver las fotos ya me duelen las tendinitis, guapos peces, enhorabuena viajeros, un saludo.

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    1. Muchas gracias Ricardo. Lo cierto es que la espalda llevó su paliza, al igual que los brazos y piernas.

      Saludos

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  8. Muchas gacias Julián. Compartir estas experiencias es haceros partícipes en cierto modo.
    Ojalá nuestros maes no estuvieran tan mal.

    Saludos

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  9. que envidia macho como lo pasades,me alegro un monton,ya podia aver de eso por aqui,je,je,je,un abrazo crack

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    1. No lo descartes Roberto. Con esto del cambio climático, es posible que ocurra jejeje.

      Saludos

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  10. Jojojolines !! Eso si que es un viaje !!!.... Para cuando mi lotería..??
    Enhorabuena y saludos envidiosos ..

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    1. Pues sí Javier. Si llega a haber alquiler de kayaks, me pillaba uno para alucinar jejeje.
      Espero que juegues a la lotería, si no es imposible que toque ...

      Saludos

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  11. Jaja!! Por supuesto que juego...Necesito una zanahoria muy grande delante, para tirar del carro sin desfallecer ...

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    1. Eso no es ser burro, es confiar en que pueda haber un golpe de suerte que resuelva la vida o permita irse a pescar a otro lugar jejeje.

      Saludos y suerte

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  12. Igual que por aquí Josiño jajajajaja menudas pescatas y lo sorprendente la gran variedad de especies, es una pasada amigo uffffffff!!!!Teniendo dinero, sería el viaje ideal para cualquier pescador deportivo, además claro está disfrutar de sus paisajes y manjares de la zona.

    Enhorabuena a todos los participantes del artículo, sois unos auténticos Cracks!!!!

    Un gran saludo desde Caión "Costa da Morte"

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    1. La variedad es enorme, Miguel.
      A ver si con el calentamiento global, se arriman estas especies jejeje.

      Saludos

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  13. Viajazoo!!!
    Como bien te anexo dicho por aquí arriba ENVIDIAAAAAAAA y de la buena.
    Se ve que lo pasasteis en grande además de conocer una cultura totalmente diferente a la de aquí. Viajar te hace más grande.
    Espero pegarme yo un viajecito de esos en breves.
    Un saludo Josiño!!!

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    1. Así me¡gusta Txatxangorri. Que la envidia sea de la buena jejeje.
      Espero que tengas suerte en tu aventura y que te lo pases tan bien como nosotros.

      Saludos

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  14. Expectacular Jose me quedo sin palabras,ese viaje es mi asignatura pendiente y pillar un GT.Una maravilla de viaje y es la primera parte,me alegro ya que el primero no pudo ser.Esperando el segundo capítulo de la aventura,un saludo y saluda a Walter de mi parte.

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    1. Muchas gracias Iván. El GT es un rival espectacular, por lo que si tienes ese sueño, pues adelante.
      Quedan varios capítulos.
      Tus saludos serán dados, compañero.

      Saludos

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  15. Menuda aventura intensa chaval! Que peces más fascinantes, sobre todo el marlin. Enhorabuena José, joder lo que habrás disfrutado. Hay otros mundos, y están en éste... Esperando ya la próxima entrega. Saludos

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    1. El marlin fue toda una sorpresa en la primera jornada, Javier.
      La póxima entega está al caer jejeje.

      Saludos

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  16. Ya llevo unos días con ganas de escribir sobre esta entrada... Un viaje de ensueño!! menudos peces.. menuda compañia.. menudo sol... menuda comida... parece que este viaje no se os va a borrar de la mente tan facilmente. Envidia sana la que siente el que escribe, y con ganas me dejas de poder, en algun día, hacerme con mis compañeros de pesca un viaje de estas dimensiones. Simplemente espectacular Josiño, no dejo de mirar esas librea tan coloridas de esos peces.. y que hablar sobre el marlin... la gota gorda habreis sudado para poder haceros con el... en fin, simplemente genial... dan ganas de hacerse la maleta y olvidarse durante unos dias de la rutina que a veces resulta tan machacante por aqui. Un abrazo y te iva a decir que buena pesca.... pero la envidia me corroe!!!!! jajajajajja un abrazo maquina!

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    1. Yo creo que es una de esas cosas que uno debe hacer al menos una vez en la vida.
      El marlin fue una captura de la que pone los pelos de punta, por el simple hecho de que lo conoces como uno de los grandes del mar.
      Ojalá que el día menos pensado, tengas oportunidad de hacer algo así.

      Saludos

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