La mañana se presentaba fría y el dolor que tenía en el cuello era muy molesto. Pensé en ir simplemente como observador, pero basta que uno vaya a ver como pescan sus compañeros, para que "suene la flauta".
Llegué al punto de encuentro y esperé por mis compañeros. Primero llegó Rubén y poco después lo hizo Diego. Este último fue parado en sendos controles de alcoholemia, por lo que estaba excusado por la tardanza.
Llamamos a Marcos y le dijimos que iríamos a tomar un café, mientras lo esperábamos. Cuando llegó Marcos, este también se tomó un café y entonces pusimos rumbo a la zona de pesca.
Llamamos a Marcos y le dijimos que iríamos a tomar un café, mientras lo esperábamos. Cuando llegó Marcos, este también se tomó un café y entonces pusimos rumbo a la zona de pesca.
Al poco tiempo de comenzar Marcos sacó una pequeña lubina y acto seguido Rubén hizo lo mismo. La mañana comenzaba con buen pie, pero en la pesca nunca se puede dar nada por seguro.Y después le tocó el turno a Diego.
La mala fortuna hizo que uno de los anzuelos del artificial se le clavase en el vadeador.
Con sumo cuidado se procedió a la liberación del pez.
En uno de los lances, me quedé sin uno de mis señuelos: Un Rapala Max Rap de 17 cm.
Volví a poner un bajo de fluorocarbono nuevo y opté por colocar otro Max Rap. La sorpresa me invadió cuando enganché el señuelo en el primer lance. Otro Rapala Max Rap de 17 cm que fue cobrado por el reino de Neptuno.
Maldije mi suerte y bromeé sobre si me habían echado el "mal de ojo" mis acompañantes. Pero la fortuna volvió a "salpicar" a uno de mis compañeros. Marcos clavó este bonito ejemplar con un paseante. Según nos comentó, el ataque fue brutal y estuvo un buen rato batallando con el proyectil de plata, pues me dio tiempo a recorrer el buen trecho que nos separaba.
El animal estaba ovado y ante tan digno adversario, lo justo fue concederle el indulto, para que así pueda continuar el ciclo que regale al océano una nueva prole, con la que disfrutar en un futuro.
La euforia se respiraba en el ambiente salitroso y húmedo. Ya sólo faltaba mi captura.Me subí a una piedra, miré el frente y pensé:-Un sitio bueno para sacar un robalo.
Efectué un lance largo, arrimado a unas rocas que asomaban tímidamente en el agua.
Cuando el pez artificial pasó junto a las piedras siento una parada en seco y respondo con una clavada instantánea. La bobina comienza a girar y el trenzado se aleja inexorablemente hacia el gran azul. Trato de frenar un poco al animal, pero tiene mucha agua donde combatir con el ser bípedo que se encuentra al otro lado de la línea. Cuando quise acercar la pieza por segunda vez, el pez me respondió con una poderosa carrera junto a las afiladas piedras.
Todavía no había tenido oportunidad de observar la captura, a causa de la abundante espuma. Mi brazo comienza a mostrar síntomas de debilidad, subo y bajo por las rocas para evitar las mayores olas, pero al final consigo conducir la pieza hasta un lugar más o menos seguro.
Sujeto la linea con la mano y cuando tiro para elevar la captura, la tensión hace que el trenzado se abra paso a través de la piel, hundiéndose en la carne de uno de mis dedos.
Da igual. Lo había conseguido.
El pez también estaba ovado, así que tomé unas instantáneas y grabé el vídeo de su liberación.Luciendo las sonrisas propias de una jornada memorable, nos desplazamos hasta otro lugar, ya que la marea debía subir un poco más para poder tener calado suficiente.El sol ya se elevaba sobre nuestras cabezas y el agua estaba bastante clara. Aún así no es fácil doblegar la voluntad de pescadores tan testarudos como nosotros, por lo que la jornada prosiguió con normalidad.
Con un minnow mayor, peiné una zona más profunda y en una de las recogidas observé como una lubina llegó casi hasta mis pies persiguiendo el señuelo.Llegamos hasta una zona en la que el mar golpeaba con más fuerza. Aún así se daban unas buenas condiciones para tener alguna picada.
Tras un buen rato sin obtener respuesta por parte de los moradores del océano, dimos media vuelta y pusimos rumbo a la zona inicial.Ahora disponíamos de calado suficiente para buscar alguna lubina.
Desde diferentes rocas fuimos efectuando lances en las zonas más prometedoras.Los minutos iban pasando y los peces no estaban por la labor.
La insistencia sería nuestra mejor baza en este caso y echamos mano de ella para intentar llevar a cabo alguna captura más.Rubén lo intentó en una zona más somera ...... mientras Marcos y Diego probaban en un lugar con más calado.Es por ello que me acerqué a la ubicación de Rubén y me puse a lanzar a su lado.
Mientras tomaba esta instantánea, la caña de mi compañero se curvó y comenzó la lucha.
Inicialmente la lubina nadó hacia la orilla, por lo que pensamos que había perdido el pez, pero no tardó en sacarnos de nuestro error, pues comenzó una concatenación de potentes sacudidas, aderezadas con alguna carrera.
Al igual que antes, la espuma no dejaba ver la silueta del adversario, pero finalmente emergió la figura fusiforme de un bonito robalo.
Ayudándose de la caña, Rubén logró ponerla sobre una roca, a la espera de que la siguiente ola le ayudase a inmovilizarla. Pudimos ver que era otro robalo ovado.
La ola cumplió su cometido e introdujo al pez en un estrecho pasillo, pero mi compañero no logró sujetar al pez, por lo que metí la pierna en una de las salidas de dicho pasillo, para así poder agarrar la pieza.
Mientras filmaba la captura, alcé la mirada y contemplé como una ola se nos echaba encima.
La masa fluida nos arrastó a mi compañero y a mí, y proporcionó la libertad al pez que en ese momento ya estaba sujeto por Rubén.
En fin, que se despidió un poco antes de lo previsto.Además de no poder posar con el último robalo, Rubén contempló el estado en el que se quedaron sus cigarrillos, después de la entrada de agua que sufrió en sus carnes.
Por suerte había ropa de recambio.
Una jornada excelente compañeros.
NOTA: Al llegar a casa, me di cuenta que llevaba puesta la camiseta oficial de Peskacor¿Coincidencia?
La mala fortuna hizo que uno de los anzuelos del artificial se le clavase en el vadeador.
Con sumo cuidado se procedió a la liberación del pez.
En uno de los lances, me quedé sin uno de mis señuelos: Un Rapala Max Rap de 17 cm.
Volví a poner un bajo de fluorocarbono nuevo y opté por colocar otro Max Rap. La sorpresa me invadió cuando enganché el señuelo en el primer lance. Otro Rapala Max Rap de 17 cm que fue cobrado por el reino de Neptuno.
Maldije mi suerte y bromeé sobre si me habían echado el "mal de ojo" mis acompañantes. Pero la fortuna volvió a "salpicar" a uno de mis compañeros. Marcos clavó este bonito ejemplar con un paseante. Según nos comentó, el ataque fue brutal y estuvo un buen rato batallando con el proyectil de plata, pues me dio tiempo a recorrer el buen trecho que nos separaba.
El animal estaba ovado y ante tan digno adversario, lo justo fue concederle el indulto, para que así pueda continuar el ciclo que regale al océano una nueva prole, con la que disfrutar en un futuro.
La euforia se respiraba en el ambiente salitroso y húmedo. Ya sólo faltaba mi captura.Me subí a una piedra, miré el frente y pensé:-Un sitio bueno para sacar un robalo.
Efectué un lance largo, arrimado a unas rocas que asomaban tímidamente en el agua.
Cuando el pez artificial pasó junto a las piedras siento una parada en seco y respondo con una clavada instantánea. La bobina comienza a girar y el trenzado se aleja inexorablemente hacia el gran azul. Trato de frenar un poco al animal, pero tiene mucha agua donde combatir con el ser bípedo que se encuentra al otro lado de la línea. Cuando quise acercar la pieza por segunda vez, el pez me respondió con una poderosa carrera junto a las afiladas piedras.
Todavía no había tenido oportunidad de observar la captura, a causa de la abundante espuma. Mi brazo comienza a mostrar síntomas de debilidad, subo y bajo por las rocas para evitar las mayores olas, pero al final consigo conducir la pieza hasta un lugar más o menos seguro.
Sujeto la linea con la mano y cuando tiro para elevar la captura, la tensión hace que el trenzado se abra paso a través de la piel, hundiéndose en la carne de uno de mis dedos.
Da igual. Lo había conseguido.
El pez también estaba ovado, así que tomé unas instantáneas y grabé el vídeo de su liberación.Luciendo las sonrisas propias de una jornada memorable, nos desplazamos hasta otro lugar, ya que la marea debía subir un poco más para poder tener calado suficiente.El sol ya se elevaba sobre nuestras cabezas y el agua estaba bastante clara. Aún así no es fácil doblegar la voluntad de pescadores tan testarudos como nosotros, por lo que la jornada prosiguió con normalidad.
Con un minnow mayor, peiné una zona más profunda y en una de las recogidas observé como una lubina llegó casi hasta mis pies persiguiendo el señuelo.Llegamos hasta una zona en la que el mar golpeaba con más fuerza. Aún así se daban unas buenas condiciones para tener alguna picada.
Tras un buen rato sin obtener respuesta por parte de los moradores del océano, dimos media vuelta y pusimos rumbo a la zona inicial.Ahora disponíamos de calado suficiente para buscar alguna lubina.
Desde diferentes rocas fuimos efectuando lances en las zonas más prometedoras.Los minutos iban pasando y los peces no estaban por la labor.
La insistencia sería nuestra mejor baza en este caso y echamos mano de ella para intentar llevar a cabo alguna captura más.Rubén lo intentó en una zona más somera ...... mientras Marcos y Diego probaban en un lugar con más calado.Es por ello que me acerqué a la ubicación de Rubén y me puse a lanzar a su lado.
Mientras tomaba esta instantánea, la caña de mi compañero se curvó y comenzó la lucha.
Inicialmente la lubina nadó hacia la orilla, por lo que pensamos que había perdido el pez, pero no tardó en sacarnos de nuestro error, pues comenzó una concatenación de potentes sacudidas, aderezadas con alguna carrera.
Al igual que antes, la espuma no dejaba ver la silueta del adversario, pero finalmente emergió la figura fusiforme de un bonito robalo.
Ayudándose de la caña, Rubén logró ponerla sobre una roca, a la espera de que la siguiente ola le ayudase a inmovilizarla. Pudimos ver que era otro robalo ovado.
La ola cumplió su cometido e introdujo al pez en un estrecho pasillo, pero mi compañero no logró sujetar al pez, por lo que metí la pierna en una de las salidas de dicho pasillo, para así poder agarrar la pieza.
Mientras filmaba la captura, alcé la mirada y contemplé como una ola se nos echaba encima.
La masa fluida nos arrastó a mi compañero y a mí, y proporcionó la libertad al pez que en ese momento ya estaba sujeto por Rubén.
En fin, que se despidió un poco antes de lo previsto.Además de no poder posar con el último robalo, Rubén contempló el estado en el que se quedaron sus cigarrillos, después de la entrada de agua que sufrió en sus carnes.
Por suerte había ropa de recambio.
Una jornada excelente compañeros.
NOTA: Al llegar a casa, me di cuenta que llevaba puesta la camiseta oficial de Peskacor¿Coincidencia?
Precioso robalo Josiño, una gran captura...una alegría saber que sigue por ahí rondando.
ResponderEliminarSi sólo la mitad de los pescadores tuviesen esa conciencia no tendríamos tan esquilmadas nuestras costas.
En fin, enhorabuena por esa jornada.
Cuídate ese dedo¡¡
Un saludo
Menuda envidia, si estuviera cerca cogía la caña de mosca y me liaba con las lubinas, por cierto deja los rapalas que son muy caros y sal con la de mosca, duele menos perderlas…jaja
ResponderEliminarUn saludo.
Bueno Jose la verdad es que está todo muy bien redactado y con bonitas fotos de esos pescaderos, que al final os hubo alegrías para todos, esperamos ver ese video en cuanto puedas.
ResponderEliminarUn saludo Jose y para toda la pandilla.
Enhorabuena por la jornada y las sueltas!!!
ResponderEliminarUn saludo
Buenas Jose, enhorabuena a todos por el gesto en las sueltas.
ResponderEliminarAdemas tambien felicitarte por el post muy bueno con fotos wapas wapas y el video pues idem de lo mismo, al final todo acabo bien pero esa ultima ola podia haber dado un sustito mayor,que por suerte no lo fue.
Saludos
Envidia,esa es la palabra que mejor define lo que he sentido al ver esta entrada.
ResponderEliminarEnhorabuena por soltar esos magníficos peces, algo poco habitual en esa costa.
Un saludo desde Pirineos
Vuestro tesón ha sido recompensado.Un fin de semana tras otro leo impaciente tus crónicas y me asombra vuestra incansable voluntad. Teneis verdadera afición por la pesca y eso, al final, tenía que premiarse.
ResponderEliminarA destacar vuestra responsabilidad con los ejemplares ovados. Creo que no todo el mundo actuaría de ese modo con esas suculentas capturas...
Y cuidadín con las olas, que no es el primer susto que nos dais!!
Enhorabuena por la entrada y por las capturas.
Un abrazo Jose!!
PD: Me alegra mucho que te trajera suerte la camiseta; la que te envié iba bendecida para las grandes capturas, pero no para la pérdida de Rapalas de 15 eurazos, jajajaja!!
Oye Jose, no sabía que la URL de Peskacor hubiera cambiado...Anda, que ya te vale el enlace que le has puesto a "Pescakor" con la Marcela mimosa y viciosa, jajajaja, en qué estarías pensando cuando hiciste el enlace, jajajaja
ResponderEliminarBuen video, buenas fotos, buena música y estupenda jornada.
ResponderEliminarSin palabras Jose, Enhorabuena!!!
Merecido lo tienes campeón.
Álvaro, son pequeños gestos que se hacen con la voluntad de aportar un pequeño granito de arena, pero todavía queda mucho por hacer.
ResponderEliminarTodo se andará Carlos. Lo único que me echa para atrás es el manejo de la caña de mosca con peces de una cierta potencia.
Muchas gracias Miguel, me alegro que te haya gustado.
Gracias a tí también Roballiza.
Fito, últimamente tuvimos algunos sustillos.
Una pena no haberte conocido en persona Alfonso. Seguro que me dabas unos buenos consejos para iniciarme con la mosca en el mar.
Miguel, no te lo vas a creer, pero me puse la camiseta por la mañana y luego se me olvidó que la llevaba puesta, que sino os hago una foto dedicada. En cuanto al enlace, creo que tiene que ver con el hecho de que en el buscador puse "pescakor" y no "peskacor".Y copiar a machete sin abrir el enlace ... tiene sus riesgos. Algún colega también me tiene mandado cosas raras por equivocación. De todas formas podrías incorporar a unas cheerleader a vuestro grupo jejeje
Pescadicto, tus ánimos fueron premonitorios.
Gracias a todos por vuestras palabras. Saludos.
Mea culpa Jose
ResponderEliminarA tí te voy a dar pal pelo jejeje
ResponderEliminarBonita jornada, eres un CRACK
ResponderEliminarBonita mañana, y entretenida. Saludos
ResponderEliminarJose enhorabuena por la jornada y mas aún por liberar eses peces que seran los encargandos de dar descendencia a la especie, es algo digno de admirar, puede que no sea gran cosa, pero granito a granito esta demostrado que las cosas funcionan. Un saludo crack!
ResponderEliminarEspero que siempre sea mejorable Walter.
ResponderEliminarPues sí José María. La suerte nos iluminó a todos.
Aunuqe tuviera que soltar todos los ejemplares, firmaba una jornada así cada vez que fuese de pesca al mar.
Saludos.
Una jornada que no deja a nadie indiferente... me ha encantado tanto el video las fotos como la narración.
ResponderEliminarMe agrada mucho veros practicar captura y suelta en el mar. Pues suele ser algo "atípico" Enhorabuena!
Saludos.
Y tan atípico Gaizka. La lubina es un codiciado manjar, pero prefiero tener la conciencia tranquila, por dar una oportunidad a la futura descendencia de estos ejemplares.
ResponderEliminarSaludos
Jose enhorabuena ton esa jornada de pesca y de buenas capturas.
ResponderEliminarsaludos
Hno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminar¡Qué bonita jornada de pesca junto a chamigos!.
Hermosos peces.
¡Felicitaciones!.
Un abrazo fuerte y,...
Un afectuoso sapukay.-
Buena cronica compañero!.
ResponderEliminarLa pesca nunca se sabe, el día que no llevas nada planeado te presentas en el lugar de pesca y te hartas y dias perfectamente estudiados mareas, vientos, presion, temperatura y demas no nos comemos una rosca, pero bueno la pesca es asi.
Los robalos muy buenos si señor y mejor aun las sueltas de los mismos cuando estan ovados, el video muy chulo tambien.
Por otra parte lastima del robalo que se escapo al final, pero por lo menos no os paso nada tras el olazo.
Nada a seguir así y a darles caña en esas zonas tan bonitas que teneis.
un saludo!
Hola Jose, soy Edu (Fontaíña). Te quería preguntar lo siguiente: ¿Como se sabe si una robaliza está ovada?. Un saludo.
ResponderEliminarPues Edu, sabiendo que estamos en la época de reproducción de la lubina, podemos intuir la situación, pero como esto no es matemática pura, pues nos fijaremos en que la barriga (más o menos prominente)tenga un tacto algo fofo. Cuando posee la misma barriga y el tacto es más prieto, suele tratarse de una buena comilona (cangrejos, pececillos, etc).
ResponderEliminarEn los machos, se suele dar el caso de que expulsen esperma al tenerlos en la mano.
Espero haberte ayudado algo.
Un saludo.
Que buena jornada Jose y que guapo el vídeo con las sueltas...
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias Efrén. Me alegra que te haya gustado.
ResponderEliminarSaludos