Ayer por la tarde me acerqué hasta la costa, pues las previsiones no eran muy malas y podía intentar hacer algunos lances, pero una vez allí, me di cuenta que las malas condiciones se resisten a abandonar nuestras costas. Con un poco de suerte, este fin de semana la cosa estará más sosegada.Por la carretera de la costa pude observar como unos operarios estaban reparando los destrozos que el mar había ocasionado. En Baiona, gran cantidad de residuos orgánicos terminaron en aceras y paseos, debido al enorme tamaño de las olas.
Hace unos días, el viento dejó rachas de 158 kilómetros por hora y se generaron olas que alcanzaron los 10 metros de altura en la costa atlántica. La red de boyas de Puertos del Estado registró la ola más alta de España en Cabo Silleiro, con 18 metros.Busqué a lo largo de la costa un lugar en el que poder pescar, pues en tres ocasiones anteriores este no me dejó. Y esta sería la cuarta.
Con chivo sería factible pescar este mar, pero no llevaba el equipo que destino a esta modalidad.Había cortos espacios de tiempo en los que el mar parecía bastante calmo, pero era una ilusión efímera, pues sólo descansaba antes de comenzar a enviar grandes series de olas.
No debía arriesgarme de ninguna manera.Desde una zona cercana al faro se podía divisar el panorama de forma nítida, al igual que permitía hacerme una idea de las olas que derrumbaron el muro de la carretera.
Días atrás se formó un tornado en esta misma zona.No había nada que hacer, así que me dispuse a agotar el resto de la tarde visitando algunas zonas de interés.En un embalse cercano una garza real hacía su ronda en busca de alimento.
El nivel de este era muy bajo a pesar de las lluvias de días atrás, pero me temo que aquí ha intervenido la mano del hombre.Más tarde me fui a la caza de algunas fotos más y en esta ocasión tendría que ascender a uno de estos picos.El mar está a bastantes kilómetros, pero desde esta altura se percibe cercano y el día plomizo mostraba una enorme gradación de tonos grises.Una visón celestial fue la que capté justo antes de llegar a la cumbre, como si una deidad fuese a hacer acto de presencia.
El camino no se hizo duro, pues resultaba más fácil que las caminatas que realizo con mis compañeros de pesca por los pedreros.La niebla frustró mi intento de obtener una fotografía de la costa desde el punto más alto del lugar y la amenaza de la lluvia precipitó mi salida de dicho lugar.
En fin, que una vez más me vine con la ganas de pescar un rato, pero según las previsiones, ya queda menos para la mejoría.
Con chivo sería factible pescar este mar, pero no llevaba el equipo que destino a esta modalidad.Había cortos espacios de tiempo en los que el mar parecía bastante calmo, pero era una ilusión efímera, pues sólo descansaba antes de comenzar a enviar grandes series de olas.
No debía arriesgarme de ninguna manera.Desde una zona cercana al faro se podía divisar el panorama de forma nítida, al igual que permitía hacerme una idea de las olas que derrumbaron el muro de la carretera.
Días atrás se formó un tornado en esta misma zona.No había nada que hacer, así que me dispuse a agotar el resto de la tarde visitando algunas zonas de interés.En un embalse cercano una garza real hacía su ronda en busca de alimento.
El nivel de este era muy bajo a pesar de las lluvias de días atrás, pero me temo que aquí ha intervenido la mano del hombre.Más tarde me fui a la caza de algunas fotos más y en esta ocasión tendría que ascender a uno de estos picos.El mar está a bastantes kilómetros, pero desde esta altura se percibe cercano y el día plomizo mostraba una enorme gradación de tonos grises.Una visón celestial fue la que capté justo antes de llegar a la cumbre, como si una deidad fuese a hacer acto de presencia.
El camino no se hizo duro, pues resultaba más fácil que las caminatas que realizo con mis compañeros de pesca por los pedreros.La niebla frustró mi intento de obtener una fotografía de la costa desde el punto más alto del lugar y la amenaza de la lluvia precipitó mi salida de dicho lugar.
En fin, que una vez más me vine con la ganas de pescar un rato, pero según las previsiones, ya queda menos para la mejoría.
Yo creo que falta menos para empeorar. Aqui el mar fué a más y es que no se da estabilizado el tiempo y así no hay manera. Que pena al final mucha caminata y se queda uno sin mojar el señuelo. A mi hoy me paso lo mismo que a ti.
ResponderEliminarUn saludo José y paciencia
Pues sí que está bien la cosa. No me pilla desprevenido otra vez. Para la próxima llevo el equipo de chivo. Por lo menos para montar y hacer unos lances, que ya tengo gorila en lugar de mono.
ResponderEliminarSaludos Miguel.
P.D: Paciencia no me falta.
Pues fijate como estoy yo Jose sin mojar desde Octubre, las moscas claro jeejjjeee, que ya falta menos hombre yo este fin de semana voy ha hacer los primeros intentos ya te contaré, un saludo.
ResponderEliminarAntonio, no sé si lo consigues con jornadas maratonianas de montaje, vídeos de pesca o en sueños, pero yo no aguanto un mes sin pescar ... pero ni de broma.
ResponderEliminarVas a tener que aficionarte al mar compañero.
Un saludo.