Hace unos días me llama Walter y me dice: - Jose, mañana va a ser un día muy bueno para pescar doradas. ¿Te vienes?
Mientras el cerebro termina de procesar la información, ya comienzo a articular un rotundo !!! Si ¡¡¡
Pero Walter me dice: -Lo que pasa es que tenemos que ir temprano, por lo que tendrías que venir ya.
Aún no había terminado de decirlo y le contesté: -Sin problema. Así que sin tiempo para la reacción, pasé por casa e inicié el viaje.
Me encontré con Walter a la hora de la cena, así que yo también me dispuse a cenar.
Este me comentó que se había dado un golpe en un tobillo, por lo que la jornada dependería de su estado al día siguiente.
Así que nos fuimos a dormir. Aunque yo no dormí mucho a causa de los nervios y un mosquito que se empeñaba en querer degustar el delicioso néctar que fluye por mis venas jejeje.Poco antes del amanecer ya estábamos con los cebos en el agua.
Y como Walter había pronosticado, las primeras picadas no se hicieron esperar. Fueron picadas de buenos y desconfiados ejemplares.
En frente teníamos a unos astutos adversarios, pues con precisión quirúrgica, lograban comer los cangrejos, devolviéndonos en varias ocasiones las patas de estos, que previamente habíamos afianzado con el hilo de licra.El sol fue tomando posición en el cielo y entonces empezaba a temerme lo peor. Recordaba anteriores jornadas con Walter, en las que las doradas nos habían sido esquivas.
La visión de estas y su poderosas mandíbulas nos devolvían un cangrejo recién lanzado, con una dentellada precisa, pero sin alcanzar los afilados anzuelos.Walter me animaba, mientras seguía preparando cangrejos. Hablábamos y nos echábamos unas risas, pero el sexto sentido de mi compañero intuía la más leve picada y por enésima vez tomaba la caña, tras la picada de una dorada.
Esta vez fue diferente ... contuve la respiración y entonces Walter clavó con firmeza.
La reacción al otro lado de la línea no se hizo esperar ... el animal comenzó a tirar y la bobina del carrete giraba inevitablemente ante tan despliegue de fuerza.
Fue entonces cuando Walter exclamó:
!!! Eh, que me deja sin hilo ¡¡¡
En una marea con poco tiro de corriente, la dorada había puesto en serios aprietos a mi compañero, pero el buen hacer del pescador hizo que en poco más de 6 minutos, la dorada terminase en la embarcación.
En esta ocasión sacamos oro, !!!!De 24 kilates¡¡¡. Mientras la observaba en el fondo de la red, Walter le calculó 4 kilos. Finalmente comprobaríamos que el ejemplar se quedaba a escasos 100 gramos de este peso.
Las imponentes piezas dentales que portan estos peces le confieren la capacidad de destrozar cualquier cebo duro con mucha facilidad.
Me impresionaron los tonos violáceos que presentaba el cuerpo, justo después de sacarla del agua. Las que yo había capturado hace años, no presentaban esta característica. Walter me comentó que los colores de la cabeza se resaltarían con el transcurso del tiempo.
Habían pasado escasos minutos, cuando otro ejemplar quedaba prendido del anzuelo.
Al igual que la anterior, esta comenzó sacando muchos metros de linea, pero mi brazo no se amilanó ante lo que podía ser otro buen ejemplar.
Las sensaciones iniciales fueron indescriptibles. Tras una larga carrera, llegaron unos tirones violentos, que la caña y el freno del carrete trataban de contrarestar.
Cuando recuperaba algo de línea, la dorada los sacaba de nuevo.
La noble batalla entre el mar y la tierra se decantaba del lado del primero, pero tras unos minutos, la dorada comenzó a dar signos de fatiga.
Tras un poco más de tiempo, al fin pude contemplarla acercándose a la embarcación y en cuanto miró el salabardo, está comenzó a desplegar su carácter indómito y otra vez a empezar.
Casi 7 minutos de intensa lucha, me proclamaron vencedor de la contienda.
Allí estaba yo, flotando en una atmósfera de júbilo, agua y salitre.
Casi 4 kilos de dorada que posaban ahora en mi mano.
!!! Lo conseguí ¡¡¡Mientras admiraba la impresionante librea del bello ejemplar, Walter echó mano de una de las cañas ... era otra ... el tiempo se ralentizó ... y cuando el pez le hizo la señal, el Tanero efectuó la clavada.
Pero esta vez el espárido había ganado la partida.
Nos repusimos del momento y ya estábamos nuevamente con los cinco sentidos pendientes de las evoluciones de las cañas.
Uno de los punteros mostraba el signo inequívoco de la presencia de otro pez. Tomé la caña ... y en el momento justo, clavé con decisión.
!!! Otra dorada ¡¡¡
Eran momentos que no se pueden explicar con la más extensa de las narraciones, pero tocaba lidiar otra vez en la plaza del reino de Neptuno, con una de sus hijas.
Nuevamente una lucha de varios minutos que endulzaban un poco más esos momentos.
Quedaban atrás los recuerdos de las manos doloridas anzuelando cangrejos, preparando los cebos y pasando frío.
Y a pesar de ser más corta que los primeros ejemplares, estaba muy gorda. Esto no me impidió piropearla como se merecía, pues me había ofrecido una noble lucha hasta el final.
Y casi sin darnos tiempo a sentarnos ...
!!! Doradaaaaa ¡¡¡
Cuando Walter la iba acercando, se dio cuenta de que era un ejemplar de menos porte que los anteriores. Rondaría los 2 kilos de peso, por lo que mi compañero le daría el indulto, y para ello sujetó con firmeza la caña y no cedió ni un ápice de línea.
La tremenda sacudida de la dorada le propició la libertad instantáneamente y entonces me percaté de lo cauto que hay que ser con el freno del carrete.Tras unos minutos comentando las evoluciones de la jornada, contemplamos alguna lubina de caza por las inmediaciones de la embarcación.Mientras continuábamos preparando los cangrejos, Walter pronunció su característico !! Eh, eh, eh, eh, eh ¡¡, que da a entender que otro pez está sucumbiendo a los encantos del crustáceo que usamos como cebo.
Una certera clavada da el pistoletazo de salida a otra épica contienda entre pescador y pez.
Los minutos son una amalgama de sentimientos, pero al final hay uno que sobresale por encima de los demás, y este es la alegría.
!!! Otra bella pieza ¡¡¡La mañana había sido espléndida pues se habían sacado cinco ejemplares de buen porte y se había indultado a otra.
Como mi compañero había dicho, los ejemplares tenían ahora los colores muy marcados y podíamos observar con mayor nitidez, la variedad cromática que estos espáridos presentan.
Era el momento de tomar unas fotos e irse a descansar, pues el madrugón había sido soberbio.Como no podía ser de otra manera, había que posar con esos casi 8 kilos de oro puro, reencarnados en seres terrenales, de espina y escamas.La alegría de haber vencido a uno de estos ejemplares fue para mí, el momento más agradable de la mañana. !! Y aún quedaba la tarde ¡¡.
Así que recogimos las cañas y nos fuimos a tomar un merecido descanso antes de comer.Tras el reconfortante descanso, comimos con tranquilidad, comentando la jornada matinal.
A Zack no le interesaba nada nuestra conversación, sino lo que nos llevábamos a la boca, y por suerte para él, algo cayó.
El aspecto bonachón de este perro, se corresponde con la realidad, por suerte para mí jejeje.Tras la comida, Walter aprovechó para contestar a los diversos comentarios de su blog (http://dorada-tanero.blogspot.com/).
La sonrisa no se debe a los efectos de la Estrella Galicia, sino al comentario de un lector.
Por la tarde pescamos poco tiempo, pues la marea no dejó hacerlo con comodidad.
Al rato de llegar tuvimos una picada, y en poco tiempo, el Daiwa GS-9 comenzó a emitir una música celestial.
Tras unas horas con picadas fallidas cambiamos de lugar, pero en el nuevo emplazamiento no se sintió actividad alguna, por lo que dimos por concluida la jornada.
!!! 6 doradas de buen porte y muchas picadas ¡¡¡
¿Qué mas se puede pedir? ... Pues repetir pronto jejeje.
Agradezco a Walter la jornada compartida, pues aquí sólo hay una pequeña muestra de lo que fue una jornada de muchas horas.
Me ha demostrado que la dorada es un animal único en su clase, dentro de los moradores del mar, ya que presenta una lucha, sólo al alcance de peces de mucha mayor envergadura. Y que esta sólo se ha vencido cuando yace en nuestras manos, pues hasta el último momento, muestra su casta de pez indomable.
Muchas gracias compañero.
Pero Walter me dice: -Lo que pasa es que tenemos que ir temprano, por lo que tendrías que venir ya.
Aún no había terminado de decirlo y le contesté: -Sin problema. Así que sin tiempo para la reacción, pasé por casa e inicié el viaje.
Me encontré con Walter a la hora de la cena, así que yo también me dispuse a cenar.
Este me comentó que se había dado un golpe en un tobillo, por lo que la jornada dependería de su estado al día siguiente.
Así que nos fuimos a dormir. Aunque yo no dormí mucho a causa de los nervios y un mosquito que se empeñaba en querer degustar el delicioso néctar que fluye por mis venas jejeje.Poco antes del amanecer ya estábamos con los cebos en el agua.
Y como Walter había pronosticado, las primeras picadas no se hicieron esperar. Fueron picadas de buenos y desconfiados ejemplares.
En frente teníamos a unos astutos adversarios, pues con precisión quirúrgica, lograban comer los cangrejos, devolviéndonos en varias ocasiones las patas de estos, que previamente habíamos afianzado con el hilo de licra.El sol fue tomando posición en el cielo y entonces empezaba a temerme lo peor. Recordaba anteriores jornadas con Walter, en las que las doradas nos habían sido esquivas.
La visión de estas y su poderosas mandíbulas nos devolvían un cangrejo recién lanzado, con una dentellada precisa, pero sin alcanzar los afilados anzuelos.Walter me animaba, mientras seguía preparando cangrejos. Hablábamos y nos echábamos unas risas, pero el sexto sentido de mi compañero intuía la más leve picada y por enésima vez tomaba la caña, tras la picada de una dorada.
Esta vez fue diferente ... contuve la respiración y entonces Walter clavó con firmeza.
La reacción al otro lado de la línea no se hizo esperar ... el animal comenzó a tirar y la bobina del carrete giraba inevitablemente ante tan despliegue de fuerza.
Fue entonces cuando Walter exclamó:
!!! Eh, que me deja sin hilo ¡¡¡
En una marea con poco tiro de corriente, la dorada había puesto en serios aprietos a mi compañero, pero el buen hacer del pescador hizo que en poco más de 6 minutos, la dorada terminase en la embarcación.
En esta ocasión sacamos oro, !!!!De 24 kilates¡¡¡. Mientras la observaba en el fondo de la red, Walter le calculó 4 kilos. Finalmente comprobaríamos que el ejemplar se quedaba a escasos 100 gramos de este peso.
Las imponentes piezas dentales que portan estos peces le confieren la capacidad de destrozar cualquier cebo duro con mucha facilidad.
Me impresionaron los tonos violáceos que presentaba el cuerpo, justo después de sacarla del agua. Las que yo había capturado hace años, no presentaban esta característica. Walter me comentó que los colores de la cabeza se resaltarían con el transcurso del tiempo.
Habían pasado escasos minutos, cuando otro ejemplar quedaba prendido del anzuelo.
Al igual que la anterior, esta comenzó sacando muchos metros de linea, pero mi brazo no se amilanó ante lo que podía ser otro buen ejemplar.
Las sensaciones iniciales fueron indescriptibles. Tras una larga carrera, llegaron unos tirones violentos, que la caña y el freno del carrete trataban de contrarestar.
Cuando recuperaba algo de línea, la dorada los sacaba de nuevo.
La noble batalla entre el mar y la tierra se decantaba del lado del primero, pero tras unos minutos, la dorada comenzó a dar signos de fatiga.
Tras un poco más de tiempo, al fin pude contemplarla acercándose a la embarcación y en cuanto miró el salabardo, está comenzó a desplegar su carácter indómito y otra vez a empezar.
Casi 7 minutos de intensa lucha, me proclamaron vencedor de la contienda.
Allí estaba yo, flotando en una atmósfera de júbilo, agua y salitre.
Casi 4 kilos de dorada que posaban ahora en mi mano.
!!! Lo conseguí ¡¡¡Mientras admiraba la impresionante librea del bello ejemplar, Walter echó mano de una de las cañas ... era otra ... el tiempo se ralentizó ... y cuando el pez le hizo la señal, el Tanero efectuó la clavada.
Pero esta vez el espárido había ganado la partida.
Nos repusimos del momento y ya estábamos nuevamente con los cinco sentidos pendientes de las evoluciones de las cañas.
Uno de los punteros mostraba el signo inequívoco de la presencia de otro pez. Tomé la caña ... y en el momento justo, clavé con decisión.
!!! Otra dorada ¡¡¡
Eran momentos que no se pueden explicar con la más extensa de las narraciones, pero tocaba lidiar otra vez en la plaza del reino de Neptuno, con una de sus hijas.
Nuevamente una lucha de varios minutos que endulzaban un poco más esos momentos.
Quedaban atrás los recuerdos de las manos doloridas anzuelando cangrejos, preparando los cebos y pasando frío.
Y a pesar de ser más corta que los primeros ejemplares, estaba muy gorda. Esto no me impidió piropearla como se merecía, pues me había ofrecido una noble lucha hasta el final.
Y casi sin darnos tiempo a sentarnos ...
!!! Doradaaaaa ¡¡¡
Cuando Walter la iba acercando, se dio cuenta de que era un ejemplar de menos porte que los anteriores. Rondaría los 2 kilos de peso, por lo que mi compañero le daría el indulto, y para ello sujetó con firmeza la caña y no cedió ni un ápice de línea.
La tremenda sacudida de la dorada le propició la libertad instantáneamente y entonces me percaté de lo cauto que hay que ser con el freno del carrete.Tras unos minutos comentando las evoluciones de la jornada, contemplamos alguna lubina de caza por las inmediaciones de la embarcación.Mientras continuábamos preparando los cangrejos, Walter pronunció su característico !! Eh, eh, eh, eh, eh ¡¡, que da a entender que otro pez está sucumbiendo a los encantos del crustáceo que usamos como cebo.
Una certera clavada da el pistoletazo de salida a otra épica contienda entre pescador y pez.
Los minutos son una amalgama de sentimientos, pero al final hay uno que sobresale por encima de los demás, y este es la alegría.
!!! Otra bella pieza ¡¡¡La mañana había sido espléndida pues se habían sacado cinco ejemplares de buen porte y se había indultado a otra.
Como mi compañero había dicho, los ejemplares tenían ahora los colores muy marcados y podíamos observar con mayor nitidez, la variedad cromática que estos espáridos presentan.
Era el momento de tomar unas fotos e irse a descansar, pues el madrugón había sido soberbio.Como no podía ser de otra manera, había que posar con esos casi 8 kilos de oro puro, reencarnados en seres terrenales, de espina y escamas.La alegría de haber vencido a uno de estos ejemplares fue para mí, el momento más agradable de la mañana. !! Y aún quedaba la tarde ¡¡.
Así que recogimos las cañas y nos fuimos a tomar un merecido descanso antes de comer.Tras el reconfortante descanso, comimos con tranquilidad, comentando la jornada matinal.
A Zack no le interesaba nada nuestra conversación, sino lo que nos llevábamos a la boca, y por suerte para él, algo cayó.
El aspecto bonachón de este perro, se corresponde con la realidad, por suerte para mí jejeje.Tras la comida, Walter aprovechó para contestar a los diversos comentarios de su blog (http://dorada-tanero.blogspot.com/).
La sonrisa no se debe a los efectos de la Estrella Galicia, sino al comentario de un lector.
Por la tarde pescamos poco tiempo, pues la marea no dejó hacerlo con comodidad.
Al rato de llegar tuvimos una picada, y en poco tiempo, el Daiwa GS-9 comenzó a emitir una música celestial.
Tras unas horas con picadas fallidas cambiamos de lugar, pero en el nuevo emplazamiento no se sintió actividad alguna, por lo que dimos por concluida la jornada.
!!! 6 doradas de buen porte y muchas picadas ¡¡¡
¿Qué mas se puede pedir? ... Pues repetir pronto jejeje.
Agradezco a Walter la jornada compartida, pues aquí sólo hay una pequeña muestra de lo que fue una jornada de muchas horas.
Me ha demostrado que la dorada es un animal único en su clase, dentro de los moradores del mar, ya que presenta una lucha, sólo al alcance de peces de mucha mayor envergadura. Y que esta sólo se ha vencido cuando yace en nuestras manos, pues hasta el último momento, muestra su casta de pez indomable.
Muchas gracias compañero.
AUPA JOSE
ResponderEliminar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Así se me han quedado los pelos del brazo,tío!! jajaja.
Me alegro un montón de que hayais disfrutado tanto juntos,menudos tanones los que habéis puesto en seco,que gozada.
Con tu narración es como si estuviera con vosotros...saca una estrella pa mi también que esto hay que celebrarlo jejeje.
Lo tenéis difícil para superar este día,aunque conociendoos un poco,no imposible....ENHORABUENA A LOS DOS.
UN SALUDO FIERACRACK
enhorabuena a los dos por las capturas.y se haceptais una opinon es que cuando podais grabar el sonido del carrete no pongais muchas por dios jajaja
ResponderEliminarque es el mas bonito sonido del mucho
Joder Jose pisha que envidiaaaaaaaaaaa, que peazo de pavas os habeis pegao, estoy flipando viendo ese video que junto con la narracion como ha dicho otro lector se vive en primera persona, ademas coge tambien el consejo, cuando se escuche el carrete sacando hilo quita la musica jajaja eso pone los bellos de punta........ mi mas sincera enhorabuena a los dos ,saludos Fito.
ResponderEliminarEsperar un poco que me estoy cambiando de camiseta..la he empapado de babas...
ResponderEliminarNo tengo palabras..
Intentaré mañana emularos pero seguro que el bolo no me lo quita ni dios..
S2
Al fin publicaste la entrada Jose, no miraba la hora de que lo hicieras, enhorabuena a los dos, especialmente para ti Jose que ya era hora que esas doradas se te dejaran de hacer rogar, muy buena pescata amigo, te lo mereces, el que la sigue la consigue,,, saludos para los dos,...
ResponderEliminarPD: Queremos escuchar ese carrete!!!!!!!!!!! A que esperas tio, cuelga otro video,...jaja..
Josiñooooooooo¡¡ Increíbles esos bichos, esa "percha" de doradas está al alcance de muy muy pocos. Por cierto, a la hora de colocar los cangrejos, hace tiempo me enseñaron un buen trucho. Échale una gotita de cianoacrilato en su parte de abajo y pégale ahí el anzuelo, así conseguirás un montado rápido del cebo y dejar además que este se mueva con mucha más naturalidad en el agua.
ResponderEliminarSaludooooooooooooos¡¡
Hola JOSE.
ResponderEliminarpreciosa jornada y bonitas capturas con un buen amigo a tu lado ,que mas se puede pedir.
Un Abrazo.
Enhorabuena por esa maravillosa jornada!
ResponderEliminarMi enhorabuena José y Walter el Rey de las doras, vaya capturas y esa que escapo y nos imaginamos lo que as dicho jajaja, es una pena. Son momentos de disfrute y que quedan plasmado para el recuerdo en este video. El video guapísimo José.
ResponderEliminarUn saludo amigos
Menuda jornada, sois la leche. Me alegro de que te hayas quitado esa espinitia,hombre, bien merecido lo tenías.
ResponderEliminarEnhorabuena por la jornada a ambos y menudo indulto.
Un saludo artista.
Me quedo con ese nuevo término Ander: Fieracrack jejeje
ResponderEliminarCon Walter uno no puede dar por sentado nada, pues sabe mucho de esta especie.
Saludos
Azor, si he puesto la música es porque nos estábamos partiendo el culo de la risa jejeje.
ResponderEliminarSaludos
Fito, me alegro que la narración te haya hecho algo partícipe de la jornada.
ResponderEliminarSaludos
Fermintxo, me reído un montón con tu cambio de camistea, pero lo que tienes que hacer es cambiarte de domicilio y venirte para acá.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Diego. Con Walter ha sido más fácil sin duda.
ResponderEliminarEn cuanto al carrete cantando ... te digo lo mismo que a Azor: Nos estábamos partiendo el culo jejeje.
Saludos
¿Que te enseñaron un trucho? O sea ¿Un macho de trucha? jejeje.
ResponderEliminarEl truco ya lo conocía, pero las muy c... de las doradas, son muy listas.
Saludos
Juanra, lo que se puede pedir, es repetir pronto jejeje.
ResponderEliminarCon buenos colegas todo se lleva mejor.
Saludos
Muchas gracias Roballiza. Sin duda has acertado con el calificativo ... Maravillosa.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Miguel. Que sepas que Walter sólo entono un AAAAAAAhhhhhhh. "Me cago en la leche" lo pensé yo jejeje.
ResponderEliminarSaludos
Pescadicto, me quité la espinita y el cactus entero jejeje. Una jornadas muy completa en cuanto a capturas, vivencias y risas.
ResponderEliminarSaludos
En otras ocasiones el viaje no recibía recompensa pero esta vez sí, la experiencia de Walter ha facilitado la labor, pero bueno otra especie capturada y te van quedando menos, me alegro mucho por ti, mi más sincera enhorabuena a los dos, saludos.
ResponderEliminarOye Tonú, que las doradas ya las había pescado.
ResponderEliminarLo que pasa es que he incrmentado mi récord en varios kilos jejeje.
Muchas gracias.
Saludos
Gracias a todos lo mejor de todo fue la jornada con el txoco, ahora no habra tana que se le resista, es un fieracrack, lo repetiremos.
ResponderEliminarEnhorabuena Jose, ya te tocaba...
ResponderEliminarQue buena jornada y mejor compañía.
Un abrazo para ti y para Walter.
Si de mi dependiera....
ResponderEliminarAndo loco por tener una casita por allí pero la doña no sale de aquí ni con agua hirviendo..
Lo que comentaba..bolo..
S2
Walter, ya ves que absorvo la información como una esponja. Cuando me digas que la puntera se mueve por culpa del plomo, no clavaré jejeje.
ResponderEliminarEl fieracrack eres tú, que yo soy el txoco.
Nuevamente gracias por la jornada.
Saludos
Muchas gracias Efrén. Lo que me tocaba era engañar a alguna tana, que son más listas que el hambre.
ResponderEliminarSaludos
Fermintxo, te voy a hacer un decálogo de porqué tu doña tiene que venirse contigo a esta tierra.
ResponderEliminarLo del bolo, es casi una máxima últimamente, pero ya estamos en octubre y este será un buen mes ... o eso espero.
Saludos para tí y la doña.
Tú ya pescaras doradas sí, lo sabía, pero DORADAS no jajajja, es a lo que me refería, un saludo.
ResponderEliminarJooooo..........er Jose que jornada os habeis marcado, Walter es un especialista, me alegra que esta vez la suerte y el saber propiciaran esas espectaculares capturas. Un saludo
ResponderEliminarQué buen relato Jose; me has tenido embebido hasta el final. Emocionante y bien narrado, además de que las fotos acompañan bien las palabras. Habéis tenido una jornada de esas para enmarcar: me alegro por vosotros, pues la recordaréis durante mucho tiempo, si no es toda la vida. Enhorabuena a ambos.
ResponderEliminarPD: esa camiseta, al final vas a tener que enmarcarla, porque creo que se está convirtiendo en talismán...
Saludos
Qué cabronazo Tonú jejeje.
ResponderEliminarEspecialista no Pablo, yo creo que cualquier día le empieza a salir una mancha dorada en la frente jejeje.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Miguel. La camiseta ya me da "nosequé" ponerla, pero en vista del resultado, compraré alguna más.
ResponderEliminarSaludos
Hno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarPreciosa salida de pesca de Doradas.
Quedarán en tu memoria de pescador.
¡Felicitaciones a Ti y a Walter!.
Un abrazo enorme y,...
Un afectuoso sapukay.-
noraboa por esas tremendas doradas.saludos.
ResponderEliminarVaya si han quedado en mi memoria Leo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus felicitaciones.
Saludos
Gracias Gabi, Ahora toca superarse.
ResponderEliminarSaludos
Vaya jornadita que habéis pasado si señor y seguro que no sera la ultima dado el buen hacer de ambos.
ResponderEliminarUnas doradas impresionantes Jose, colores muy muy bonitos y buen tamaño.Estupenda entrada te ha quedado, todo perfectamente relatado.
Enhorabuena Walter y Jose!
Bonito reportaje y mejores cabezonas, enhorabuena a ambos.
ResponderEliminarUno, si no el mas combativo de los peixes que se pueden poner en seco por estos mares, una gozada dar con ellas. Esas jornadas 'sorpresa' que no se cuenta con ir y se organizan por el aire, para mi son de las que mejores sabor de boca dejan.
Un saludo compañero
Muchas gracias Alvarobetico. Para mí, la dorada es poseedora de una de las variedades cromáticas más bellas de nuestro litoral.
ResponderEliminarSaludos
Coincido plenamente Anxo. De todos los peces que he pescado en el mar, la cabezona es la que mayor resistencia opone durante el combate.
ResponderEliminarY más tratándose de ejemplares de cierto porte.
Saludos
Hola
ResponderEliminarMe hɑ gustaԁo el blog. Ciertߋs articulos no me gustan mucho, en cualquier
caso, la mayor�a est�n bien.
Un saludo
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