Después de una jornada matinal tras las lubinas, tenía ganas de pescar algún bass, pues los tenía algo abandonados. Así que por la tarde me dispuse a pasar unas horas en busca de estos centrárquidos.
Sabía que los grandes ya habían buscado profundidades mayores, pero podía haber algún despistado por las orillas, por lo que monté el equipo y comencé a pescar.Comencé pescando con peces artificiales, y los resultados fueron unos basses de poco porte.
Miré como un pescador sacaba un bass juvenil y a continuación lo ensartaba en una rama por las agallas para llevárselo. (supongo que para su consumo).Hay zonas en las que la maleza se ha adueñado de las orillas. Desde estas zonas más inaccesibles comencé a observar peces de mayor tamaño y más luchadores que sus hermanos pequeños.Todavía se pueden observar a grupos de alevines pululando entre la vegetación sumergida.
Son momentos críticos pues son vulnerables ante los depredadores y su curiosidad hace que salgan de sus escondites.En esta zona probé con un popper y después con un pequeño paseante que desencadenó un brutal pero fallido ataque. Insistí nuevamente, pero el bass no volvió a aparecer para tomar el señuelo.Cambié nuevamente de señuelo y coloqué un pez artificial hundido, pues miré algún ejemplar de tamaño interesante, al que podría engañar.
Mientras cobraba una pieza, otros individuos se acercaron para seguirlo. Desconozco este comportamiento, pero si se tratase de un pequeño ejemplar, quizás sería atacado sin piedad, como ocurrirá dentro de un mes aproximadamente.Tuve que dejar una amplia zona sin pescar, debido a la gran cantidad de maleza y al nivel de las aguas, pero ahora tocaba probar suerte en una zona de aguas someras.En vista de que las ranas croaban y saltaban en una zona de vegetación semisumergida, aproveché para estrenar unas ranas de vinilo que había comprado días atrás.
A pesar de sus convincente movimiento, no hubo respuesta alguna por parte de los basses.Gracias al cobijo que me proporcionaban los árboles, pude sacar varios peces desde una misma posición, si bien no clavé ninguno de buen tamaño.
Debía probar suerte bajo las ramas de alisos y sauces, pues anteriormente había escuchado como los basses se alimentaban en esas zonas.Y efectivamente salió uno en dicha zona. No muy grande pero muy peleón pues había muy poca agua y el bass debía notar que estaba en serios apuros.
Por suerte para él, practico el "captura y suelta" para que algún día me proporcionen mayores satisfacciones.En las zonas de sombra fueron saliendo ejemplares algo mayores que en el inicio de la jornada, pero los grandes de verdad todavía no se divisaban y como el tiempo iba en mi contra, me limité a pescar únicamente en las orillas.Este "basilio" apareció como un rayo para tomar el vinilo sin contemplaciones. No sé si fue por su voracidad o por su oportunismo, pero la picada fue espectacular.Ya llevaba un buen número de piezas sacadas, pero quería sacar alguno de los grandes. Sin fortuna lo intenté en una zona que suele proporcionar buenas capturas, pero por lo visto no era el momento ni el día.Quise redondear hasta las 35 capturas y finalmente lo conseguí. Ahora ya me podía marchar tranquilo y lanzar exclusivamente en las zonas más apropiadas.En una zona profunda estuve a punto de capturar un buen ejemplar, pero este se movía con lentitud y no parecía tener ganas de degustar mi engaño.
Clavé un par de ellos en la parte final del recorrido por lo que ahora quise redondear hasta los 40 peces.
Cuando lo conseguí, aún me quedaban un par de zonas en las que intentarlo.
Cuando me dije: - "Este es el último lance", me picó un bonito bass que logró soltarse del anzuelo. Le siguieron dos lances más (estos sí eran los últimos jejeje) y ahí finalizó la jornada.
Miré como un pescador sacaba un bass juvenil y a continuación lo ensartaba en una rama por las agallas para llevárselo. (supongo que para su consumo).Hay zonas en las que la maleza se ha adueñado de las orillas. Desde estas zonas más inaccesibles comencé a observar peces de mayor tamaño y más luchadores que sus hermanos pequeños.Todavía se pueden observar a grupos de alevines pululando entre la vegetación sumergida.
Son momentos críticos pues son vulnerables ante los depredadores y su curiosidad hace que salgan de sus escondites.En esta zona probé con un popper y después con un pequeño paseante que desencadenó un brutal pero fallido ataque. Insistí nuevamente, pero el bass no volvió a aparecer para tomar el señuelo.Cambié nuevamente de señuelo y coloqué un pez artificial hundido, pues miré algún ejemplar de tamaño interesante, al que podría engañar.
Mientras cobraba una pieza, otros individuos se acercaron para seguirlo. Desconozco este comportamiento, pero si se tratase de un pequeño ejemplar, quizás sería atacado sin piedad, como ocurrirá dentro de un mes aproximadamente.Tuve que dejar una amplia zona sin pescar, debido a la gran cantidad de maleza y al nivel de las aguas, pero ahora tocaba probar suerte en una zona de aguas someras.En vista de que las ranas croaban y saltaban en una zona de vegetación semisumergida, aproveché para estrenar unas ranas de vinilo que había comprado días atrás.
A pesar de sus convincente movimiento, no hubo respuesta alguna por parte de los basses.Gracias al cobijo que me proporcionaban los árboles, pude sacar varios peces desde una misma posición, si bien no clavé ninguno de buen tamaño.
Debía probar suerte bajo las ramas de alisos y sauces, pues anteriormente había escuchado como los basses se alimentaban en esas zonas.Y efectivamente salió uno en dicha zona. No muy grande pero muy peleón pues había muy poca agua y el bass debía notar que estaba en serios apuros.
Por suerte para él, practico el "captura y suelta" para que algún día me proporcionen mayores satisfacciones.En las zonas de sombra fueron saliendo ejemplares algo mayores que en el inicio de la jornada, pero los grandes de verdad todavía no se divisaban y como el tiempo iba en mi contra, me limité a pescar únicamente en las orillas.Este "basilio" apareció como un rayo para tomar el vinilo sin contemplaciones. No sé si fue por su voracidad o por su oportunismo, pero la picada fue espectacular.Ya llevaba un buen número de piezas sacadas, pero quería sacar alguno de los grandes. Sin fortuna lo intenté en una zona que suele proporcionar buenas capturas, pero por lo visto no era el momento ni el día.Quise redondear hasta las 35 capturas y finalmente lo conseguí. Ahora ya me podía marchar tranquilo y lanzar exclusivamente en las zonas más apropiadas.En una zona profunda estuve a punto de capturar un buen ejemplar, pero este se movía con lentitud y no parecía tener ganas de degustar mi engaño.
Clavé un par de ellos en la parte final del recorrido por lo que ahora quise redondear hasta los 40 peces.
Cuando lo conseguí, aún me quedaban un par de zonas en las que intentarlo.
Cuando me dije: - "Este es el último lance", me picó un bonito bass que logró soltarse del anzuelo. Le siguieron dos lances más (estos sí eran los últimos jejeje) y ahí finalizó la jornada.
Buenas Jose:
ResponderEliminarLeyendo tu artículo y viendo el señuelo de la rana me he acordado de esta página,que tengo añadida a "favoritos" y que creo que si no la conoces te va a asombrar.Te dejo el enlace.
http://www.floridakayakfishing.com/
Un saludo.
Que divertidos son cuando están activos!! Enhorabuena por la jornada.
ResponderEliminarSaludos.
Jose por favor no empecemos con el tema de los Bass jajajaj y siiiiiiiiiii seguro que era para consumo!! (No seamos mal pensados).
ResponderEliminarQue espectacular jornada de pesca.
La verdad es que me caen re simpáticos los Bass.
Enhorabuena por la capturas.
Besos desde Argentina buenos aires.
Fer
Estupenda página Eduardo.
ResponderEliminarMe han encantado los vídeos de las capturas. Tomo nota de esas ranas.
Vaya si se pasa bien cuando pican Efrén.
A mí también me caen muy bien los basses, por eso les concedo la oportunidad de seguir pescándolos.
Saludos.
Enhorabuena jose por las capturas, que cuarenta peces en una tarde es de matrícula de honor. La lástima que no salieran mucho con señuelos de superficie y con esa rana tan apertitosa de vinilo, que es cuando se disfruta del todo de la pesca.
ResponderEliminarUn abrazo y sigue con la racha.
Estos calurosos días de verano, de vez en cuando, deparan buenas capturas de basses. En mi opinión, por lo menos por estas latitudes más sureñas, hay que olvidarse de las horas centrales del día, limitando la pesca al amanecer y al anochecer, casi cuando no ves siquiera dónde lanzas. Ahí un señuelo de superficie, tipo hélice, hace estragos. Por eso te animo a que sigas intentándolo que ya verás como al final sale el gordo...aunque no hay que menospreciar lo entretenido de una jornada como ésta (yo la firmo ahora mismo..)
ResponderEliminarSaludos Jose!
Una makina de pescar, eso es lo que eres. Lo mismo le pegas a las lubinas en la costa que a las carpas que en una tarde te pegas una pescata de bases. Si señor,
ResponderEliminar.Esas picadas en superficie, aunque no clave, son las que enganchan la pesca del centraquido.
Y digo yo que esas orillas desde pato o piragua............
Mis felicitaciones por la jornada y un abrazo mostroooooooooooooo
Chagua, si eso es matrícula de honor, no quiero saber qué sería cuando tengo sacado más.
ResponderEliminarLo cierto es que me hubiera gustado mucho que entrasen más a los poppers y paseantes.
Miguel, tomaré nota de tu consejo y lo intentaré como me dices, pues en una ocasión, a primera hora de la mañana se me soltó un gran pez el año pasado.
Vas a hacer que me sonroje Barbux. Siempre digo que no hay modalidad o especie mala; sólo hay que adaptarse y entonces cualquier pesca es divertida.
Lo del pato ya está en mente jejeje
Muchas gracias compañeros.
Hno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminar¡Gran "cosecha" gran!.
El entusiasmo del pescador lo lleva a repetir una y otra vez, que será el último lance,...pero sigue, ja, ja.
¡Felicitaciones español!.
Un abrazo gigante y,...
Un afectuoso sapukay.-