Hace unos días Carlos y Sergio, se acercaron hasta el sur de nuestra comunidad, para intentar una pesca que querían probar desde hace algún tiempo. Y aunque las condiciones no iban a ser las mejores, las ganas de estrenarse con este pez eran muchas, así que ejercí de guía improvisado y puse a su alcance mis pocos conocimientos sobre esta especie, para que al menos tuvieran la posibilidad de tener al otro lado de la línea a uno de estos sensacionales peces.
Nada más llegar, pudimos ver algunos pequeños basses cerca de la orilla. Para mis compañeros ya era un sueño cumplido, pero evidentemente, no estábamos allí para mirar ... había que tocarlos.
Insistí en que debían aguardar un "eterno" segundo antes de clavar, pues sabía que al estar acostumbrados a capturar salmónidos, se precipitarían en la maniobra.
Carlos se quedó sorprendido con la capacidad de ataque que tienen estos centrárquidos y fue este el que se entrenó con la captura de uno de estos peces.
Su cara lo dice todo.
Entusiasmado, contento, feliz, jubiloso, anonadado, embelesado, serían unos de los adjetivos que pondría a Carlos en el momento en el que sostenía a un bass en su mano.
Se quedó prendado de su belleza y a buen seguro, de su lucha como pez deportivo.
El día se mantuvo con nubes en todo momento y yo quería ofrecerles la posibilidad de pescarlos a pez visto, ya que es una sensación que sólo se puede sentir en directo, por buena que fuera mi descripción.
La falta de luz hacía que los basses estuvieran un tanto apáticos, si bien pudimos ver unos cuantos de buen porte.
Quedaban unas dos horas para que Carlos se tuviera que marchar, así que puse en marcha el plan B.
Con este cambio de escenario, sabía que mis compañeros lo pasarían en grande, así que no nos demoramos más y nos fuimos a un nuevo emplazamiento.
Dicho y hecho.
Mientras Sergio terminaba de cambiarse, Carlos y yo nos acercamos al borde del agua. Entonces no tenía ni idea, de los momentos que nos aguardaban ...
1. Primer lance de Carlos al agua, un bass toma el vinilo, Carlos no se entera de que el bass ya tenía el engaño en la boca. !!Carlos, clava¡¡ Y falla, porque el bass ya estaba aburrido de chupar un trozo de plástico.
2. Segundo lance, el vinilo toca el agua, un bass lo ataca y Carlos clava con tal fuerza que el vinilo acaba donde la pelota del penalti de Sergio Ramos (En el espacio sideral) jejeje.
Le digo a mi compañero que clave con más suavidad, pues está muy cerca del agua. Que sólo debe esperar un segundo.
3. Carlos ejecuta un lance, otro bass se abalanza sobre el cebo ... y ahora si. Carlos clava y ya está luchando con un pequeño centrárquido, que desata toda su furia, contra aquel que está al otro lado de la línea.
4., 5., 6,. Carlos empieza a sacar basses como si lo hiciera de toda la vida. Qué alegría verlo disfrutar.
Me dice: -Jose, pesca tú.
La verdad es que fue una pena no haberlo grabado en vídeo.
Por fin llega Sergio y le digo lo mismo que a nuestro compañero: Espera un segundo y clava.
Las primeras picadas también lo sorprendieron, pero luego pudo hacerse con su primer bass.
Más alegría invadía la jornada.
Yo también fui quitando alguno que se encontraba entre la vegetación, por estar un poco más difíciles de localizar. Supongo que mucho tiene que ver la experiencia en este sentido.
De un lado para otro, mis compañeros no paraban de capturar basses y es que ahora con el sol en lo alto, la escena se observaba con todo lujo de detalle.
Carlos estaba poseído por una fiebre verde que lo hacía estallar de júbilo con cada captura.
Comentaba cada detalle: -!!Fíjate qué boca¡¡, !!Qué bonito¡¡, !!Cómo huele¡¡
Era una satisfacción para mí verlos a los dos disfrutando como niños.
Me mantuve más tiempo junto a Carlos, ya que él no pescaría con nosotros por la tarde y me parecía lógico concederle más tiempo.
Al más puro estilo americano, ataviado con una gorra de colores chillones, gafas de sol y caña en mano, Carlos posaba con sus capturas muy satisfecho con la experiencia.
Salieron bastantes basses en poco tiempo, lo que hizo que disfrutáramos en grande de esos momentos.
Algunos lances lejanos me recompensaron con basses de oscura librea y Sergio a punto estuvo de capturar uno de mayor tamaño que los anteriores.
Cuando la actividad cesó casi por completo, nos fuimos a tomar algo y de paso a despedir a nuestro compañero Carlos.
Por la tarde me fui con Sergio a un nuevo emplazamiento. Pero esta vez no tuvimos la suerte de cara, ya que las aguas turbias impidieron ver los basses con claridad.
Los pocos que pudimos ver, estaban muy recelosos, así que le propuse buscar zonas alternativas.
Nos internamos en el bosque a la búsqueda de otras masas de agua, pero el acceso se hacía imposible.
Volvimos al punto inicial y antes de marcharnos le quise mostrar un señuelo que aunque ha sido concebido para la peca del bass, creo que puede ser válido para la pesca de la lubina.
La jornada no dio más de sí, así que nos fuimos a un bar próximo en el que estuvimos un buen rato charlando de pesca y de futuras salidas.
Como siempre Jose, todo un placer compartir con vosotros esta nueva experiencia, la verdad es una pesca muy gratificante y que decir de la recompensa, el tener un pez extremadamente enérgico al otro lado de la línea es meta de todo pescador deportivo, y este pez, lo es.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias por todo, nos vemos.
Ahora a por los gordos. Pero ya te digo que tiene que cambiar el tiempo.
EliminarSaludos
que bien lo pasais, s2
ResponderEliminarAquí hay que darle a todo. Con eso la diversión está asegurada.
EliminarSaludos
Jornada inolvidable...solo pienso en una ocasión en que los basses esten activos...y si es en superficie mejor, je,je,je
ResponderEliminarAunque debo reconocer que esa pesca "finesse" con los vinilines, me gusta mucho.
Aprovecho tu espacio para agradecerte la cortesia y la amabilidad con que nos trataste...tal cual como un guía...bueno con lo que te pagamos ya podías, jua,jua,jua.
Reconocer que tu plan B, fue brutal por la efectividad y por la particularidad del punto de acceso, je,je,je.
Lo dicho una jornada inolvidable, por lo que te vuelvo a dar las gracias y que espero repetir...eso si, siendo mas suave en las clavadas, je,je,je...
Saludos y un abrazo
Ayyyy, cuando los basses estén activos o que piquen en superficie ... esa será tu perdición.
EliminarNos vemos en breve Carlos.
Saludos
Wooowww que bonita jornada enorabuena Y el video del señuelo es brutal Dónde lo compraste es que soy de la zona y me encanta la pesca de la lubina en superficie y me gustaría probarlo gracias de antemano
ResponderEliminarLos señuelos los compré en Francia y en EEUU. En Francia sólo tenían un color y en EEUU tenían todos, pero los gastos de aduanas encarecieron mucho el producto.
EliminarBuscando en la red los encuentras fácilmente.
Yo espero estrenarlo con alguna lubina, pues creo que tiene potencial.
Saludos
Enhorabuena a los dos, Carlos y a Sergio, y también a ti, por ser un buen guía! se de primera mano la satisfacción que les ha recorrido el cuerpo. Un saludo
ResponderEliminarDe nada Pablo. En su día me descubriste un gran río, el cual me dejó boquiabierto.
ResponderEliminarAhora que llegue el sol.
Saludos