El sábado al mediodía, recibí una llamada de Miguel para ir a pescar basses y en vista de que estos eran difíciles de capturar, acepté el reto y quedamos por la tarde.
Miguel comenzó pescando desde pato y yo desde la orilla.
En poco tiempo saqué un pequeño bass mientras que Miguel se quejaba del viento.
La persistencia de Eolo, hizo que optase por guardar el pato y acompañarme por la orilla.Cuando Miguel y yo nos pusimos en marcha, Marcos estaba sacando un bass majo, que tras unas fotos fue devuelto a su medio.
Fuimos evitando las zonas donde había otros pescadores, hasta que nos encontramos a dos que se quejaban de lo difíciles que estaban ese día los bocazas.- La captura -
Miguel me advirtió de la presencia de un bonito bass bajo unas ramas. Nos encontrábamos a unos 2.5 metros sobre la superficie del agua y a unos 10 metros del pez. El lance era difícil, pero sólo me arriesgaba a perder el anzuelo y el vinilo. Si el pez picaba, tendría que sacarlo por encima de un tronco, evitar que se colase entre las ramas sumergidas y después bajar a por él.
Hice el lance con precisión y el bass se movió hacia el vinilo sin desconfiar .... ZAS ... clavé y tiré del pez hacia mi posición.
Todo había salido según lo previsto.No se nos dio por grabar la secuencia, pero el bass estaba situado en la zona del círculo rojo y yo tuve que colocar el vinilo un poco más a la izquierda.
Otra captura inolvidable, por la dificultad del lance y la previsión de cómo había que actuar en caso de picada.Seguimos andando por la orilla y ofreciéndoles un apetitoso bocado a nuestros amigos verdes. Había zonas en las que ejemplares juveniles campaban a sus anchas sin que nadie los molestase, pero si estas zonas estaban muy iluminadas, los basses eran reacios a picar.Llegamos a una zona en la que los juveniles nadaban paralelos a la orilla, de un lado para otro. Le comenté a Miguel que podrían ir bien unos peces artificiales de menor tamaño.
Dicho y hecho. Pronto salió el primero.
- El mal trago -
Los jóvenes basses atacaban seguido y nuevamente clavé otro, sólo que cuando me dispuse a agarrarlo con la mano, este se sacudió y ... ZAS ... uno de los anzuelos del triple delantero se clavó en mi dedo.
Me acordé de David y de una situación que él había padecido.
Si ampliáis la foto os daréis cuenta de la aparatosidad de la clavada. Después de liberar al bass, intenté atravesar la carne para poder cortar el anzuelo, pero creo que el hueso impedía tal operación.
La siguiente opción era tirar del anzuelo hacia atrás. No es lo recomendable, pero no tenía ganas de ir a urgencias.
Quité el anzuelo triple trasero, para evitar males mayores.
Sujeté con firmeza el anzuelo y tiré hacia atrás.
El estómago me daba vueltas y yo no disponía de la comodidad suficiente para tirar con fuerza, así que le pedí a Miguel que me echase una mano. Ante una primera negativa, al final accedió a hacer de médico.
Sin morder nada, le dije que tirase y tras un eterno segundo, el anzuelo desgarró la carne y salió para afuera.
Liberado del anzuelo ya pudimos proseguir con la pesca, aunque primero nos echamos unas risas cuando hacía como que iba a vomitar.Después Miguel clavó a otro joven bass con un señuelo que le regalé, pues le había impresionado la forma de navegar y su apariencia tan diferente de los peces artificiales más conocidos.Nuevo lance bajo las ramas y un bass de bella librea que pica ante el engaño. Foto y al agua.
Poco después nos encontramos con un pescador con el que solemos parar a charlar de la pesca. Este a su vez suele venir acompañado de una perra llamada Mega, que algunos recordareis del año pasado. Paramos a jugar un poco con ella, pues le encanta que se le lance un palo o una piña para ir a buscarlo.Después de contemplar a un chaval, dando muerte a un bass capturado con spinnerbait y jactándose de ello, fuimos acercándonos a una pequeña ensenada.
Observé un bass de mediano tamaño y moví mi pez artificial flotante en las proximidades, entonces apareció uno mayor. En cuanto paré de recuperar línea, el pez artificial se fue hacia la superficie y cuando esté rompió la tensión superficial del agua, desencadenó un ataque fulminante por parte del bass de mayor tamaño.
Una picada espectacular en todos los aspectos.
Fotos y al agua.Esta ensenada me gusta particularmente por su riqueza botánica. Es casi como estar en el período carbonífero, pero sin dinosaurios acechando, jejejeEn un lugar donde a Miguel se le suelen soltar los basses, esta vez logró acercar uno a la orilla.
Antes de liberarlo posó para la foto.Antes de afrontar el último tramo de embalse, tocaba revisar el nudo, pues la abundancia de vegetación puede hacernos perder un pez o el señuelo.Con las últimas luces de la tarde, apuramos algunos lances más, pero no salió ningún bass.
Sin duda una tarde de diversión, exceptuando el incidente del anzuelo.
El día anterior ...
El viernes había quedado con Jesús (al que conocí por el blog), para pescar en el río Oitavén, por debajo del embalse de Eiras.
En poco tiempo saqué un pequeño bass mientras que Miguel se quejaba del viento.
La persistencia de Eolo, hizo que optase por guardar el pato y acompañarme por la orilla.Cuando Miguel y yo nos pusimos en marcha, Marcos estaba sacando un bass majo, que tras unas fotos fue devuelto a su medio.
Fuimos evitando las zonas donde había otros pescadores, hasta que nos encontramos a dos que se quejaban de lo difíciles que estaban ese día los bocazas.- La captura -
Miguel me advirtió de la presencia de un bonito bass bajo unas ramas. Nos encontrábamos a unos 2.5 metros sobre la superficie del agua y a unos 10 metros del pez. El lance era difícil, pero sólo me arriesgaba a perder el anzuelo y el vinilo. Si el pez picaba, tendría que sacarlo por encima de un tronco, evitar que se colase entre las ramas sumergidas y después bajar a por él.
Hice el lance con precisión y el bass se movió hacia el vinilo sin desconfiar .... ZAS ... clavé y tiré del pez hacia mi posición.
Todo había salido según lo previsto.No se nos dio por grabar la secuencia, pero el bass estaba situado en la zona del círculo rojo y yo tuve que colocar el vinilo un poco más a la izquierda.
Otra captura inolvidable, por la dificultad del lance y la previsión de cómo había que actuar en caso de picada.Seguimos andando por la orilla y ofreciéndoles un apetitoso bocado a nuestros amigos verdes. Había zonas en las que ejemplares juveniles campaban a sus anchas sin que nadie los molestase, pero si estas zonas estaban muy iluminadas, los basses eran reacios a picar.Llegamos a una zona en la que los juveniles nadaban paralelos a la orilla, de un lado para otro. Le comenté a Miguel que podrían ir bien unos peces artificiales de menor tamaño.
Dicho y hecho. Pronto salió el primero.
- El mal trago -
Los jóvenes basses atacaban seguido y nuevamente clavé otro, sólo que cuando me dispuse a agarrarlo con la mano, este se sacudió y ... ZAS ... uno de los anzuelos del triple delantero se clavó en mi dedo.
Me acordé de David y de una situación que él había padecido.
Si ampliáis la foto os daréis cuenta de la aparatosidad de la clavada. Después de liberar al bass, intenté atravesar la carne para poder cortar el anzuelo, pero creo que el hueso impedía tal operación.
La siguiente opción era tirar del anzuelo hacia atrás. No es lo recomendable, pero no tenía ganas de ir a urgencias.
Quité el anzuelo triple trasero, para evitar males mayores.
Sujeté con firmeza el anzuelo y tiré hacia atrás.
El estómago me daba vueltas y yo no disponía de la comodidad suficiente para tirar con fuerza, así que le pedí a Miguel que me echase una mano. Ante una primera negativa, al final accedió a hacer de médico.
Sin morder nada, le dije que tirase y tras un eterno segundo, el anzuelo desgarró la carne y salió para afuera.
Liberado del anzuelo ya pudimos proseguir con la pesca, aunque primero nos echamos unas risas cuando hacía como que iba a vomitar.Después Miguel clavó a otro joven bass con un señuelo que le regalé, pues le había impresionado la forma de navegar y su apariencia tan diferente de los peces artificiales más conocidos.Nuevo lance bajo las ramas y un bass de bella librea que pica ante el engaño. Foto y al agua.
Poco después nos encontramos con un pescador con el que solemos parar a charlar de la pesca. Este a su vez suele venir acompañado de una perra llamada Mega, que algunos recordareis del año pasado. Paramos a jugar un poco con ella, pues le encanta que se le lance un palo o una piña para ir a buscarlo.Después de contemplar a un chaval, dando muerte a un bass capturado con spinnerbait y jactándose de ello, fuimos acercándonos a una pequeña ensenada.
Observé un bass de mediano tamaño y moví mi pez artificial flotante en las proximidades, entonces apareció uno mayor. En cuanto paré de recuperar línea, el pez artificial se fue hacia la superficie y cuando esté rompió la tensión superficial del agua, desencadenó un ataque fulminante por parte del bass de mayor tamaño.
Una picada espectacular en todos los aspectos.
Fotos y al agua.Esta ensenada me gusta particularmente por su riqueza botánica. Es casi como estar en el período carbonífero, pero sin dinosaurios acechando, jejejeEn un lugar donde a Miguel se le suelen soltar los basses, esta vez logró acercar uno a la orilla.
Antes de liberarlo posó para la foto.Antes de afrontar el último tramo de embalse, tocaba revisar el nudo, pues la abundancia de vegetación puede hacernos perder un pez o el señuelo.Con las últimas luces de la tarde, apuramos algunos lances más, pero no salió ningún bass.
Sin duda una tarde de diversión, exceptuando el incidente del anzuelo.
El día anterior ...
El viernes había quedado con Jesús (al que conocí por el blog), para pescar en el río Oitavén, por debajo del embalse de Eiras.
Es un lugar muy difícil de andar pero en el que se había abierto la veda en mayo, debido a que los reos también pueblan sus aguas.
El día se presentaba muy caluroso y de camino al río el sudor ya estaba presente en toda la superficie epidérmica.
Bajamos por el cauce medio seco de un pequeño arroyo en el que aproveché para beber, pues el calor era endemoniadamente traicionero.Cuando llegamos al río me dí cuenta de que había perdido las gafas polarizadas (50 euros que se quedarían sabe Dios dónde).
El río bajaba espléndido, aunque un poco alto para mi gusto. El que Jesús llevase botas altas, nos condicionaría en la jornada, pero suele haber lugares por los que pasar.No tardamos en sacar las primeras truchas. Estas de pequeño tamaño pero con una librea espectacular.
Sé que los pozos profundos albergan truchas de buen tamaño, pero para tentar a estas pintonas, habrá que esperar a que disminuya el caudal del río.
Advertí que el río había sido visitado hace poco, pues se apreciaban matas de hierba y helechos pisados recientemente.El río baja encañonado en un cauce pétreo de granito, que toma formas caprichosas sobre las que nos vamos moviendo para ir sacando algunas truchas.
El tramo a pescar no es excesivamente largo, pero se hace tan malo de andar, que la travesía puede durar varias horas.La modalidad más apta para esta época es el cebo natural, pero dicha modalidad se haría muy lenta para cubrir este tramo de río y para ello necesitaríamos todo el día.Entre las picadas de pequeñas truchas hubo alguna de truchas mayores, pero la bravura de estas no nos permitió fotografiar ninguna. En un momento en el que miré el reloj, me dí cuenta de que todavía no habíamos llegado al ecuador del trayecto, por lo que decidimos avanzar un tramo largo sin pescar, ya que una vez comenzase a bajar la intensidad de la luz, nos podríamos mirar en un aprieto.El algunos tramos, el avance se ralentizaba mucho, debido a que no había un paso claro por el que pasar.
Otras veces nos limitaba la profundidad del río, debido a que Jesús llevaba botas altas y había que buscar una ruta que le fuese bien.En alguna zona concreta hacíamos algún lance para no desaprovechar todo el tramo de río que teníamos que avanzar.
Salió alguna trucha más, pero no eran truchas de gran tamaño. La bravura de estas aguas hacen que el crecimiento de los peces se ralentice con respecto a los de ríos de zonas más bajas.Aún no habíamos llegado a la mitad del trayecto y eso me inquietaba. Teníamos que salir del río como fuese.
Buscamos una zona por la que discurriese algo de agua desde la pista que recorre el valle, para así poder subir.
Encontramos un lugar que reunía esas características, pero la verticalidad de la pared impedía la subida, así que tocó ascender un poco más.Llegados a este punto opté por buscar una salida a toda costa, pues la idea de que se nos hiciese de noche en el río, no era nada tranquilizadora.
En este zona saqué otra colorida truchilla y después nos dirigimos al margen derecho del río, que es por el que debíamos ascender.
- La odisea -
La mirada de la subida era suficiente para desanimar a cualquiera, pero el nerviosismo ya comenzaba a aflorar.
La pendiente era tan pronunciada que la tierra se desplomaba bajo nuestros pies.
Había zonas de zarzas y maleza, así que cortamos una vara de laurel para abrir camino.
A continuación le pedí a Jesús que llevase mi caña, pues las fuerzas me hacían falta para ir golpeando zarzas, tojos y helechos.
Después de unos agónicos minutos, vislumbré lo que podía ser la pista forestal.
Sí ... parecía que sí lo era.
Me agarré a un sauce y al fin llegué al camino.
Ayudé a Jesús a subir y él se echó al suelo para descansar.
Yo tenía cortes en los brazos y espinas de zarzas clavadas en las manos, pero al fin estábamos arriba.
Comenzamos a caminar hacia los coches comentando la dureza de la jornada y que había que buscar un bar para reponer los líquidos perdidos.
En uno de los pasos, advertí algo en el suelo. No lo había pisado de milagro.
!!!!Eran mis gafas¡¡¡¡
Era difícil de creer que después de varias horas pudieran aparecer, pues si la jornada hubiese transcurrido con normalidad, no me hubiera cruzado con ellas.
El día se presentaba muy caluroso y de camino al río el sudor ya estaba presente en toda la superficie epidérmica.
Bajamos por el cauce medio seco de un pequeño arroyo en el que aproveché para beber, pues el calor era endemoniadamente traicionero.Cuando llegamos al río me dí cuenta de que había perdido las gafas polarizadas (50 euros que se quedarían sabe Dios dónde).
El río bajaba espléndido, aunque un poco alto para mi gusto. El que Jesús llevase botas altas, nos condicionaría en la jornada, pero suele haber lugares por los que pasar.No tardamos en sacar las primeras truchas. Estas de pequeño tamaño pero con una librea espectacular.
Sé que los pozos profundos albergan truchas de buen tamaño, pero para tentar a estas pintonas, habrá que esperar a que disminuya el caudal del río.
Advertí que el río había sido visitado hace poco, pues se apreciaban matas de hierba y helechos pisados recientemente.El río baja encañonado en un cauce pétreo de granito, que toma formas caprichosas sobre las que nos vamos moviendo para ir sacando algunas truchas.
El tramo a pescar no es excesivamente largo, pero se hace tan malo de andar, que la travesía puede durar varias horas.La modalidad más apta para esta época es el cebo natural, pero dicha modalidad se haría muy lenta para cubrir este tramo de río y para ello necesitaríamos todo el día.Entre las picadas de pequeñas truchas hubo alguna de truchas mayores, pero la bravura de estas no nos permitió fotografiar ninguna. En un momento en el que miré el reloj, me dí cuenta de que todavía no habíamos llegado al ecuador del trayecto, por lo que decidimos avanzar un tramo largo sin pescar, ya que una vez comenzase a bajar la intensidad de la luz, nos podríamos mirar en un aprieto.El algunos tramos, el avance se ralentizaba mucho, debido a que no había un paso claro por el que pasar.
Otras veces nos limitaba la profundidad del río, debido a que Jesús llevaba botas altas y había que buscar una ruta que le fuese bien.En alguna zona concreta hacíamos algún lance para no desaprovechar todo el tramo de río que teníamos que avanzar.
Salió alguna trucha más, pero no eran truchas de gran tamaño. La bravura de estas aguas hacen que el crecimiento de los peces se ralentice con respecto a los de ríos de zonas más bajas.Aún no habíamos llegado a la mitad del trayecto y eso me inquietaba. Teníamos que salir del río como fuese.
Buscamos una zona por la que discurriese algo de agua desde la pista que recorre el valle, para así poder subir.
Encontramos un lugar que reunía esas características, pero la verticalidad de la pared impedía la subida, así que tocó ascender un poco más.Llegados a este punto opté por buscar una salida a toda costa, pues la idea de que se nos hiciese de noche en el río, no era nada tranquilizadora.
En este zona saqué otra colorida truchilla y después nos dirigimos al margen derecho del río, que es por el que debíamos ascender.
- La odisea -
La mirada de la subida era suficiente para desanimar a cualquiera, pero el nerviosismo ya comenzaba a aflorar.
La pendiente era tan pronunciada que la tierra se desplomaba bajo nuestros pies.
Había zonas de zarzas y maleza, así que cortamos una vara de laurel para abrir camino.
A continuación le pedí a Jesús que llevase mi caña, pues las fuerzas me hacían falta para ir golpeando zarzas, tojos y helechos.
Después de unos agónicos minutos, vislumbré lo que podía ser la pista forestal.
Sí ... parecía que sí lo era.
Me agarré a un sauce y al fin llegué al camino.
Ayudé a Jesús a subir y él se echó al suelo para descansar.
Yo tenía cortes en los brazos y espinas de zarzas clavadas en las manos, pero al fin estábamos arriba.
Comenzamos a caminar hacia los coches comentando la dureza de la jornada y que había que buscar un bar para reponer los líquidos perdidos.
En uno de los pasos, advertí algo en el suelo. No lo había pisado de milagro.
!!!!Eran mis gafas¡¡¡¡
Era difícil de creer que después de varias horas pudieran aparecer, pues si la jornada hubiese transcurrido con normalidad, no me hubiera cruzado con ellas.
Vaya jornadas Jose, el dia anterior medio perdidos en el río, por cierto, es precioso, que pozos y corrientes....
ResponderEliminary el segundo día dandole caña a los basses, buenas piezas y un percance....me ha recordado a un anzuelo que le tuve que sacar a mi abuelo que se habia clavado al sacame una buena trucha del agua.
Un saludo
Jos, que molesto que es el viento cuando uno sale de pesca!! xd.
ResponderEliminarTe felicito por la captura de ese Bass, muy bonita la foto.
Mi pregunta es ¿porque la mayoría de la veces sacan la foto del Bass, tomándolo de la boca con un a sola mano, a diferencia de otras especies que los toman con ambas manos? (No se si me entendes a lo que voy y perdón por mi ignorancia).
Es que en Argentina no tenemos esa especie.
Terrible el momento que pasaste, con el señuelo clavado en el dedo.
Que suerte que Miguel, puso coraje y te lo saco.
Se lo que es estar en esa situación…es desesperante.
Pero veo que pudo mas tú ganas de estar ahí, pescando que de salir corriendo jaja.
Tanta vegetación, parece el amazonas! Cuanto verde!!! Que maravilla.
Con la otra jornada de pesca, solo te digo que le río de la vida, casi termina con tu vida!!
Cuídate please!!!!y que suerte lo de tus lentes.
El video y las fotos sin palabras, me gustaron y mucho y con ese tema de fondo aun más.
Hasta pronto.
Saludos desde Buenos Aires.
Fer…
Buen final a un a buena historia.Me alegro por las gafas,saludos.
ResponderEliminar-"Después de contemplar a un chaval, dando muerte a un bass capturado con spinnerbait y jactándose de ello, fuimos acercándonos a una pequeña ensenada."
ResponderEliminarHola, son o chaval.
En primeiro lugar non estaba facendo nada ilegal, o embalse de zamáns está libre polo tanto pódese pescar con morte.
En segundo lugar, se fórades tan ecoloxistas como asegurades, lebariades o mallor números de bass fora do embalse, pra deixar que a fauna autóctona, como a troita, poidese recuperar poboación.
Tedes iniciativas moi boas. como a de limpar o embalse, coa que estou mio de acordo, e ca que estaría disposto a colaborar.
Xa que non estou facendo nada ilegal, e eu respetovos, repetademe a min tamén.
E por outro lado iso de jactanciarme e unha mentira, simplemente compartín un momento de alegría co meu pai, por ser a primeira captura en todo o día.
La aventura es parte de la pesca, aunque algunas veces ocurran este tipo de cosas Pablo.
ResponderEliminarEl bass se presta a ser inmovilizado de esta manera porque no dispone de unos dientes pronunciados y porque tiene una boca bastante amplia.
Creo que si Miguel no me hubiera ayudado, optaría por pescar con él clavado hasta elfinal de la jornada jejeje.
Muchas gracias Alberto.
Anónimo, si he escrito de que te jactabas de tu captura es porque tuve la impresión de que nos mostrabas a nosotros el pez y sonreías a la vez.
Estoy de acuerdo en que si la ley te permite actuar de esa manera, puedas hacerlo con total libertad. A mí también me permite soltarlos y por eso lo hago.
Yo no digo que sea ecologista aunque sí te diré que preferiría que el embalse estuviese poblado sólo por truchas. He pescado muchos años en el embalse de AS Eiras y me lamento de que ahora también haya bogas. Lo que ocurre, es que creo firmente que la trucha está en clara desventaja frente al bass y que la única forma de acabar con ellos, sería desecando el embalse y partiendo de cero.
Si también accedo a limpiar el embalse es porque no me gusta que se diga que eso todo lo ensucian los pescadores, pues al lugar acuden excursionistas, viandantes y gente con otras aficiones. Por otra parte, si quieres colaborar con la limpieza me parece muy buena idea.
Resalto nuevamente que la impresión que me dio en ese momento fue esa, y así lo expresé.
Si tú dices que no ha sido así, pues me parece perfectamente válido.
Para finalizar una reflexión: Esa era la primera captura del día, porque en ocasiones las cosas se ponen difíciles. Aunque no creo que el bass se erradique de esas aguas, espero que nunca tengas que ir a Castrelo de Miño a pescarlos, porque los que vayan quedando en este embalse sean tan difíciles que no se saque ni uno sólo.
Y por otro lado, ¿Qué mal han hecho los basses, para que haya que erradicarlos? Hubiera sido mejor que no los echaran.
Cuando uno se corta un dedo del pie no se le amputa la pierna. Pues ya que están los basses ahí, disfrutemos de su pesca, cada uno a su manera pero siempre desde el respeto, y que conste que en ningún momento he querido ofender a nadie, pues hay poblemas más serios que resolver.
Saludos a todos.
Ok, xa está aclarado, foi un mal entendido.
ResponderEliminarE con respecto o da limpeza se volvedes a facela, eu quero axudar.
Anónimo y José;
ResponderEliminarSiempre he sido amante de los animales, de los peces y todo lo relacionado con ellos. Creo que el mundo sin ellos sería un lugar tristísimo
.A que viene esto?
Si este especie el bass, nos molesta:
¿Qué clase de sociedad somos si matamos lo que nos molesta? ¿De verdad eso es lo mejor que podemos hacer? ¿A eso le llamamos soluciones? Y ¿si mañana nos molestan los indigentes permitiremos que las autoridades los eliminen simplemente para quitarnos de enfrente ese problema.
La respuesta es no. Somos mejores que eso. Podemos imaginar otros caminos.
Eso es precisamente lo que nos hace humanos.
Igualmente cada cual es dueño de hacer lo que le parezca.
Saludos.
Fernanda.
Ola. Son Edu (estou anotado no foro de Vigospinning e tamén participei na derradeira limpeza de Zamáns). Coñezo ó rapaz que pescou o bass (son o seu profe nun cole de Valladares) e si me permitides gustaríame terciar na conversa. Na miña opinión o problema do black-bass en Zamáns, (si é bo ou malo eliminalo ou descastalo) ten que ver con que se trata dunha especie exótica que se comporta como unha bioinvasora nos ecosistemas europeos onde foi introducida, competindo coas especies autóctonas polo alimento. De feito a miña sensación persoal (seria mellor corroboralo cun estudo serio) é que onde se introduce o black-bass os anfibios non o levan nada ben pois os basses comen moitísimas larvas de ras, sapos, tritóns e píntegas. Repito que a miña opinión se basea en comparacións de anos antes da súa introducción en lugares como as Barreiras das gándares de Budiño ou no propio Encoro Zamáns non en estudos científicos.
ResponderEliminarO black-bass é unha especie interesantísima dende o punto de vista da pesca deportiva, pero o prezo que paga o ecosistema no que se introduciu (non no orixinario) pola súa presenza é demasiado alto (ou polo menos habería que valoralo seriamente).
Con respecto ó xesto do rapaz, por coñecelo ben e saber que é un bo rapaz e pescador deportivo,nin se me pasa pola cabeza que quixera provocar a ninguén. Nembargantes, isto lévame a outra reflexión sobre a tan extendida confrontación entre os pescadores sen morte e os que levan o peixe para casa (respectando a lei, os outros non os considero p. deportivos, senón furtivos). Non é máis que un refrexo da grande desunión dos pescadores deportivos, e mentras tanto "mexan por nos e dicimos que chove" (ou sexa minicentrais da xunta, verquidos dos concellos, obras do ave/rios enlamados, Fenosa baleirando o Sil e unha longa lista). Tamén é certo que os "sen morte" son moito máis activos e concienciados na conservación dos ríos, pero penso que se consigue máis a través da educación ambiental que da separación dos dous colectivos de pescadores.
Espero vervos a todos na vindeira limpeza de Zamáns.
Por certo o blog de NOSOLOMOSCA é un dos meus favoritos, pola calidade das imaxes e historias que contas. Noraboa ó autor.
Saudos e perdon por enrollarme.
Hola Edu, no pongo en duda tus palabras y seguro que no te falta razón, pero hay muchas formas de enfocar un mismo tema.
ResponderEliminarEspero que coincidiendo con la limieza podamos hablar un rato sobre estos y otros asuntos como los que citas.
Un saludo.
Que buenos ratos nos hacen pasar los basses. Una pena lo del dedo, espero que ya esté en perfectas condiciones.
ResponderEliminarLos basses que se apostan mirando a tierra me suelen picar muy bien a mosca, si el lugar te permite el lance, con imitaciones de escarabajos, libelulas etc, en cuanto ven caer algo cerca de la orilla no se lo suelen pensar mucho.
Saludos.
Fantástica la crónica Jose.Las fotos geniales y el video se sale.
ResponderEliminarUn día completito lleno de incidentes (vaya par de coj.. que le echaste al tirar del rapala...puffff). Lo de las gafas también me ocurrió a mí, pero por desgracia el desenlace no fue tan feliz. Desde entonces las llevo sujetas (las nuevas..)con una tiras de neopreno de esas que venden en las ópticas y van genial!
Respecto a la polémica generada a raiz de la captura del bass del chaval, me quedo con una cosa: habeis demostrado respeto mutuo y habeis debatido, no discutido, para finalmente sacar algo bueno en común, como la limpieza de la zona. Os felicito a ambos por todo ello.
Saludos y buena pesca!
Hola Jose... uuuuff vaya fotos buenas... yo ando también tras los basses...
ResponderEliminaraaaadios
hola,
ResponderEliminarvaya fotos buenas.... por aquí los basses andan ya activos... esperemos sacar alguno majete ... muy pronto
aaaaaadios
Carlos
Hola.
ResponderEliminarAcabo de ver esta nueva entrada. y me ha gustado mucho. Lamento lo del dedo y espero que estes recuperado. Ojala algun dia coincidamos pescando en el embalse
yo me estoy iniciando en la pesca.
Saludos
Tendré que confeccionar unas moscas como las que me dices Efrén,pues no tengo ninguna de esas, Yo suelo usar poppers y strímers.
ResponderEliminarMiguel, eso es lo que pensé yo. En pillarne una correa de neopreno, para evitar más incidentes.
Espero tus fotos Carlos, que seguro que le dais duro jejeje.
No te preocupes anónimo. Malo será que no coincidamos. En lo que te pueda ayudar ... ya sabes.
Mi dirección de e-mail es: osemarco@gmail.com
Un saludo para todos.
Vaya basses Jose, yo creia que éstos solo abundaban por latitudes más templadas pero por lo que veo me equivoco, lo del anzuelo aaaaaaaaaiiiiiiiii, a mi me pasa eso y me caigo redondo al suelo, debiste pasar un rato muy chungo, como siempre Jose me ha encantado la entrada, un saludo.
ResponderEliminarHno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarBonita aventura.
Me pasó hace dos temporadas, andar gran parte de la mañana con el triple en un dedo, preferí seguir pescandoja, ja, ja.
De regreso al la casa quien me acompañaba, tomó una pinza, hizo salir la punta, lo cortó detrás de la rebaba y lo extrajo, mientras gastábamos bromas, ja, ja, ja.
Tuviste suerte, tu anzuelo fué bastante más pequeño del que me tocó llevar en el dedo, ja, ja.
Son gajes del oficio de pescador, nada grave, suman en el anegdotario.
Mucho más soportan los peces cada vez que los pinchamos y forzamos su arrime.
Un poco para compensar, de vez en cuando no está mal vivamos la experiencia, ja, ja, ja, ja, ja.
Un abrazo gigante, y...
Un afectuoso sapukay.-
p/d: Como siempre, te espero por casa (Blog).-
Antonio, aquí también existen basses de buen porte, pero al igual que en otras zonas, estos son más difíciles de engañar.
ResponderEliminarEn cuanto al anzuelo, a veces hay que aguantar y sacar coraje.
Bueno Leo, parece ser que los peces no suelen tener terminaciones nerviosas en la boca cartilaginosa u ósea, pues imagina lo que sería triturar moluscos si se tuvieran que quejar cada vez que lo hagan.
En cuanto a lo del anzuelo, pues otra raya más en la piel del tigre.
Saludos a ambos.
Señor Jose...
ResponderEliminarSolo de pensar en el anzuelo clavado en tu mano, se me revuelve el estómago. Si me pasa a mi, me desmayo fijo (y de allí no hay quien me saque...)
Me encanta la foto en la que apareces en la puesta de sol....
Un abrazo!
hace tiempo vi esta entrada, pero no habia visto los comentarios, si vien cada uno tiene su punto de vista acerca del bass, yo tambien tengo el mio.
ResponderEliminarhace cientos de años, se introdujeron especies no autoctonas tanto de america a europa y viceversa, nadie midio las consecuencias y no ha pasado nada grave,solo algunas esepciones.
hoy en dia, los estudios realizados por licenciados en la materia, les demuestran que esta especie es apta y no es una "debora truchas" solo hay mas poblacion de ellos, por que la gente no se los suele llevar para comerlos (hay que tener mucho estomago para esto) como lo hace con las truchas y es muy raro que la gente se dedique exclusivamente a su pesca para consumo, ya que su valor gastronomico es mas bien escaso o nulo.
apostaria lo que fuera, que si en la charca de vigo no hubiera basses, la gente le echaria la culpa de que no hay truchas a cualquier otra especie o incluso dirian que se las comen los ovnis antes de reconocer que hacen una pesca indiscriminada.
por que no se habla de extinguis a las gaviotas que hay en vigo, que hay millones y nos tocan los cajones todas las mañanas?
dejemos al bass tranquilo y hagamos captura y suelta con el,seguramente sera una de las pocas especies que puedan pescar los "pescadores legalistas" dentro de unos años, gracias a los que defendemos su pesca deportiva,a los que nos entra agua adentro del wader cuando queremos liberar a uno que se engancho en una rama, a los que se sienten mal cuando tragan mucho o sangran, etc..
si hablamos de defender lo autoctono, empiezen a cortar eucaliptos, matar gaviotas, canarios,loros, iguanas, serpientes exoticas, peces tropicales y plantas que tengan en sus casas, si no tienen en sus casas nada que venga de afuera, vengan a hablarme de autoctono..
saludos y perdon por el ladrillo