Al día siguiente de mi viaje al río Ouro, había quedado con Anxo y con Luis para ir en busca del sargo.
Mi entusiasmo era mayor si cabe, ya que quería estrenar mi Veret Arcadia y ponerla a prueba, aunque la reputación de esta caña está más que comprobada.El punto de encuentro era un bar junto al "Cruceiro de Hío".
Este crucero es sin duda alguna una obra maestra de la cantería gallega. Aunque su autoría se le atribuye a dos canteros diferentes, no cabe duda que el que lo hizo ha demostrado una destreza sin parangón con las herramientas de la época, pues el crucero está hecho en un sólo bloque de granito, salvo alguna figura.En todo el crucero se pueden apreciar distintas escenas de pasajes de la biblia, pero sin duda lo más extraordinario, es la representación de Cristo siendo desclavado de la cruz. Si se amplía la fotografía, se observa la gran cantidad de detalles que presenta.
A todo aquel que pase cerca de aquí, le recomiendo que lo visite, pues es digno de admiración.
Más fotos de esta maravilla.Gracias a los todoterreno, nos ahorramos una buena caminata.
Anxo comentó que las condiciones para la pesca del sargo en esta zona no eran nada buenas, pero yo le dije que uno va de pesca cuando puede, no cuando quiere.Desde arriba estudiamos la zona en la que pescaríamos, pues la bajada que nos esperaba era de órdago.
Una vez elegida la puesta, tocaba bajar con mucha precaución, pues un traspiés aquí puede acarrearte una caída de varias decenas de metros.
Nos repartimos los bártulos entre Anxo, Luis, Paz y yo para hacer el descenso lo más cómodo posible.Picándome un poco con el tojo, pude bajar en poco tiempo y así contemplar la bajada de mis compañeros.
Ciertamente es una dura prueba para los cuádriceps, pero el día anterior había hecho bastante ejercicio en el río Ouro.Desde arriba habíamos divisado una lancha fondeada, y abajo pudimos ver que un buzo estaba de pesca y que había capturado bastantes peces.
Otro contratiempo que había que sumar a la claridad de las aguas, el viento del norte y las pocas zonas donde calar nuestros aparejos.
Aún así, nos dispusimos a pescar y no tardó mucho en picar el primer pez, que resultó ser un sarguete.
La ilusión de sacar el primer sargo de la temporada y de estrenar la caña con este pez, se tradujo en una explosión de júbilo.
Lo desanzuelé con cuidado y al agua de nuevo.Al poco rato Luis tenía otro pez al otro lado de la línea. Se trataba de una chopa, que también se fue por donde vino.
Contra todo pronóstico, la tarde comenzaba bien.
Luis echó un poco de macizo en la puesta para mantener los peces, pero después nos daríamos cuenta del error.Anxo, probaba suerte en una puesta un tanto alejada, pero cada poco observábamos sus evoluciones, ya que él es buen conocedor de esta costa y gran pescador de mar.
Con la subida de la marea, el mar comenzaba a coger color, pero entonces hicieron acto de presencia las bogas, seguramente atraídas por el macizo.
El caso es que comenzaron a picar. Muchas nos dejaban los anzuelos limpios y otras las sacábamos, pero lo peor es cuando te sierran literalmente la línea.Me acerqué hasta el lugar donde Anxo se encontraba. Ya había perdido cuatro buenos sargos. El último de ellos delante de mí.
Al recuperar la línea, me fijé que el bajo estaba desgastado y Anxo me comentó que al pescar fino, si las bogas te pican y mordisquean trozos de cebo que suben por la línea, van deteriorando el hilo y cuando enganchas un buen sargo, este se pierde porque el hilo se rompe.Luis parece que acertó en la puesta y ya había capturado dos sargos más. De alguna manera, las bogas no le molestaban demasiado.Insistí en el mismo lugar pero la respuesta por parte de las bogas era constante ...... sin embargo, hubo un momento en el que una aguja se anticipó a estas. Me quedé alucinado con la potencia de este estilizado pez, si bien esta era una aguja de buen tamaño.Anxo seguía con la boya arrimada a la piedra, pero el ansiado trofeo no aparecía ...... y Luis seguía en su puesta sacando algún sargo más.Las gaviotas comenzaron a sobrevolar nuestra posición, quizás anunciando que el ocaso estaba próximo, así que decidimos dar por concluida la jornada.
La subida la efectuamos por una ruta que a priori nos pareció más fácil que la anterior. En verdad lo fue aunque Luis tuvo un percance con una caída.Ya junto a los coches, el astro rey se despedía de nosotros. Habíamos obrado correctamente, ya que ascender de noche por lugares así, no es nada recomendable.
Después nos fuimos a tomar algo, para recuperarnos del esfuerzo y charlar un poco sobre la jornada de pesca.
Agradecer a Anxo, Luis y Paz su compañía. La jornada no nos deparó ningún "perrón", pero la pesca es así.
Este crucero es sin duda alguna una obra maestra de la cantería gallega. Aunque su autoría se le atribuye a dos canteros diferentes, no cabe duda que el que lo hizo ha demostrado una destreza sin parangón con las herramientas de la época, pues el crucero está hecho en un sólo bloque de granito, salvo alguna figura.En todo el crucero se pueden apreciar distintas escenas de pasajes de la biblia, pero sin duda lo más extraordinario, es la representación de Cristo siendo desclavado de la cruz. Si se amplía la fotografía, se observa la gran cantidad de detalles que presenta.
A todo aquel que pase cerca de aquí, le recomiendo que lo visite, pues es digno de admiración.
Más fotos de esta maravilla.Gracias a los todoterreno, nos ahorramos una buena caminata.
Anxo comentó que las condiciones para la pesca del sargo en esta zona no eran nada buenas, pero yo le dije que uno va de pesca cuando puede, no cuando quiere.Desde arriba estudiamos la zona en la que pescaríamos, pues la bajada que nos esperaba era de órdago.
Una vez elegida la puesta, tocaba bajar con mucha precaución, pues un traspiés aquí puede acarrearte una caída de varias decenas de metros.
Nos repartimos los bártulos entre Anxo, Luis, Paz y yo para hacer el descenso lo más cómodo posible.Picándome un poco con el tojo, pude bajar en poco tiempo y así contemplar la bajada de mis compañeros.
Ciertamente es una dura prueba para los cuádriceps, pero el día anterior había hecho bastante ejercicio en el río Ouro.Desde arriba habíamos divisado una lancha fondeada, y abajo pudimos ver que un buzo estaba de pesca y que había capturado bastantes peces.
Otro contratiempo que había que sumar a la claridad de las aguas, el viento del norte y las pocas zonas donde calar nuestros aparejos.
Aún así, nos dispusimos a pescar y no tardó mucho en picar el primer pez, que resultó ser un sarguete.
La ilusión de sacar el primer sargo de la temporada y de estrenar la caña con este pez, se tradujo en una explosión de júbilo.
Lo desanzuelé con cuidado y al agua de nuevo.Al poco rato Luis tenía otro pez al otro lado de la línea. Se trataba de una chopa, que también se fue por donde vino.
Contra todo pronóstico, la tarde comenzaba bien.
Luis echó un poco de macizo en la puesta para mantener los peces, pero después nos daríamos cuenta del error.Anxo, probaba suerte en una puesta un tanto alejada, pero cada poco observábamos sus evoluciones, ya que él es buen conocedor de esta costa y gran pescador de mar.
Con la subida de la marea, el mar comenzaba a coger color, pero entonces hicieron acto de presencia las bogas, seguramente atraídas por el macizo.
El caso es que comenzaron a picar. Muchas nos dejaban los anzuelos limpios y otras las sacábamos, pero lo peor es cuando te sierran literalmente la línea.Me acerqué hasta el lugar donde Anxo se encontraba. Ya había perdido cuatro buenos sargos. El último de ellos delante de mí.
Al recuperar la línea, me fijé que el bajo estaba desgastado y Anxo me comentó que al pescar fino, si las bogas te pican y mordisquean trozos de cebo que suben por la línea, van deteriorando el hilo y cuando enganchas un buen sargo, este se pierde porque el hilo se rompe.Luis parece que acertó en la puesta y ya había capturado dos sargos más. De alguna manera, las bogas no le molestaban demasiado.Insistí en el mismo lugar pero la respuesta por parte de las bogas era constante ...... sin embargo, hubo un momento en el que una aguja se anticipó a estas. Me quedé alucinado con la potencia de este estilizado pez, si bien esta era una aguja de buen tamaño.Anxo seguía con la boya arrimada a la piedra, pero el ansiado trofeo no aparecía ...... y Luis seguía en su puesta sacando algún sargo más.Las gaviotas comenzaron a sobrevolar nuestra posición, quizás anunciando que el ocaso estaba próximo, así que decidimos dar por concluida la jornada.
La subida la efectuamos por una ruta que a priori nos pareció más fácil que la anterior. En verdad lo fue aunque Luis tuvo un percance con una caída.Ya junto a los coches, el astro rey se despedía de nosotros. Habíamos obrado correctamente, ya que ascender de noche por lugares así, no es nada recomendable.
Después nos fuimos a tomar algo, para recuperarnos del esfuerzo y charlar un poco sobre la jornada de pesca.
Agradecer a Anxo, Luis y Paz su compañía. La jornada no nos deparó ningún "perrón", pero la pesca es así.
Que linda nota José.
ResponderEliminarEmpiezo primero por decir que impresionante la obra maestra de “cruceiro do Hío” (bellísima). Hay cosas que no entiendo, antes (te hablo de muchos años atrás) los monumentos, las casas, las iglesias eran obras imponentes, extraordinarias y los hombres no tenían tantas herramientas como hay en la actualidad. Y Hoy en día se usa mucho el estilo minimalista, al menos aquí en la Argentina, las casas por ejemplo, son bloques de cemento con grandes ventanales y listo.
No distingo bien si en la primer foto lo que se ve de fondo es un rastrójelo!!! Jajaja.
El lugar donde fueron a pescar es muy bonito. Lo que noto que donde esta Anxo sentado parece peligroso!!!.
Luis; cuando va a pescar al río? también lleva esos colores en su ropa? Jaja (Un fuerte abrazo para Luis de mí parte)
Jos otra caña por estrenar?? La numero cuanto es en tu inventario?
Buen dato lo que te contó Anxo de las Bogas, no lo sabia.
Enhorabuena por las capturas.
Las fotos esplendidas.
Un abrazo desde Buenos Aires Argentina.
Ferchi..
La gente de antes era una apasionada de su oficio y les encantaba mostrar su destreza con sus manos y herramientas. Hoy en día hay de todo.
ResponderEliminarEl coche del fondo es mi "rastrojero".
Toda la costa es peligrosa Fer, pero hay que andar con cuidado.
Luis no va así al río, porque espantaría todo y esa es mi enésima caña. He perdido la cuenta jejejeje
Un saludo Fer.
No hay nada que agradecer, fue un placer compartir la jornada con vosotros, aunque los resultados no fueran los deseados, si bien, si fueron los esperados, ya que con las condiciones que teníamos poco mas se podía hacer. Con las aguas tan claras necesitábamos un poco mas de altura de ola, para que cogiera mas color y poder engañar a los perrones, que esos se las saben todas.
ResponderEliminarEspero repetirla con mejores condiciones y poner a prueba esa Arcadia, aunque seguro que la prueba la pasa con nota, así que ya sabéis donde me tenéis para la próxima que queráis intentarlo.
Bonitas fotos (excepto en las que salgo yo, que las afeo bastante XDDD), no me enteré de que me las habías sacado.
Un saludo
Le pegas a todo, rio,embalse, mar..jejeje
ResponderEliminarBueno a pesar de no estar el mar en condiciones idoneas para el sargo no os fue mal de todo.
Las agujas son una pasada, si pegas con una buena zona puedes pasar una jonada increible. Seguro que daba saltos fuera del agua y tiran mucho.
un saludo
Hno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarBonita salida. Un lugar muy bello.
También la obra que mostráis, El Cruceiro de Hio, todo un arte.
¡Felicitaciones al cuarteto de pescadores-escaladores!.
Un abrazo grande y,...
Un afectuoso sapukay.-
p/d: Te espero por casa (Blog), la tuya. Otro abrazo.-
Anxo, no te preocupes que cuando salgan los perrones lo celebraremos por todo lo alto.
ResponderEliminarY seguro que con unos sargos kileros, mejorarás en las fotos jejeje.
No me quejo Pablo. El caso es que tocamos escama y las agujas son una pasada.
Leo, el crucero es un bien que debe persistir a lo largo de generaciones.
Y lo de escaladores se nos queda grande.
Saludos.