Diego, Marcos, Juan y yo, habíamos quedado en la costa, para pasar la jornada del domingo pescando en el mar.Al poco de comenzar, Marcos capturó un abadejo y poco después Juan clavaba una lubina.
Detuve la recogida de mi paseante para tomar una foto de la captura de Juan, pero entonces noté como mi caña vibraba .... !!Había picado algo¡¡ Y entonces comenzó la lucha ...... con una aguja. El tremendo lío que se había formado, me obligó a cortar el bajo, para poder liberar al pez.Tras un rato sin actividad, nos fuimos hacia otra zona.
Pudimos comprobar que había otros pescadores en las inmediaciones, pero no había indicios de que hubieran capturado algo.Otra aguja se abalanzó sobre el señuelo de Marcos. La liberación fue sencilla, pero al pez le costó un poco salir nadando hacia el resguardo que le proporcionaba el mar.Diego fue probando con distintos señuelos, pero todavía no se había estrenado. De todas formas aún había tiempo por delante y las nuevas zonas nos podían deparar gratas sorpresas.Hoy traía conmigo al codiciado Spittin´Wire. Y digo codiciado, porque últimamente es bastante difícil su adquisición.
El caso es que al poco de comenzar a usarlo, clavé esta lubineta.Y poco después otra más sucumbió a sus encantos, que tanto agradan al pescador como a los peces.
Lo más destacable sin duda es su capacidad de lanzamiento (incluso con viento de cara), a pesar de su tamaño.Volvimos a cambiar de lugar y los resultados no se hicieron esperar.
Juan clavó otra pequeña lubina con un habitual de su caja de señuelos.Decidí colocar un Max Rap, pues los minnows requieren menos movimientos de la caña, para su correcto uso.
Y el cambió funcionó, pues no tardé en hacerme con otra lubineta, que con sus sacudidas, logró complicar la suelta un poco más.Y otra de nuestras plateadas amigas, picó entre la espuma en la que tan cómoda se siente.
Eran momentos de actividad y había que aprobecharlos.Otra lubineta más para el marcador del Max Rap. Este año, la respuesta de la marca finlandesa a los señuelos japoneses, está causando furor.
Tanto en resultados como en precio, que es algo a tener en cuenta en estos momentos de crisis.Mientras Diego sacaba una lubina, yo volví a probar con el Spittin´y los resultados fueron inmediatos. Una lubineta que picó muy lejos y me ofreció una bonita lucha.Bastaron unos lances más para que nuevamente la puntera de la caña se curvase. El Spittin´ volvía a hacer de las suyas. Sólo faltaba que las piezas fueran de un tamaño mayor.Mientras Marcos se alejaba por otra zona, Juan y Diego se pusieron a pescar donde yo me encontraba.
Los resultados fueron inmediatos y Juan sacó esta lubina, cerca de una roca sumergida.
Mientras cambiaba de señuelo, me decidí a hacer un experimento sobre la voracidad de la lubina.Le dije a Juan que con el Lucky Craft Sea Finger de 20 cm, podría capturar una lubina de tamaño similar.
Y no anduve muy desencaminado porque esta lubineta de poco más de 20 cm venía prendida del triple trasero.A lo lejos, Diego me mostraba otra captura más.
¿Donde estaban las grandes? Me preguntaba.
Entre tantos peces que iban saliendo, alguno tendría que ser de buen tamaño.Con el Sea Finger conseguí quitar otra lubineta, poco más grande que el señuelo.
Esto demuestra la gran voracidad de la loba de mar. Sin duda el dicho de "señuelo grande, pez grande", no se estaba cumpliendo.Con una nueva captura, Juan tuvo un pequeño percance, pues esta se sacudió y provocó un leve pinchazo en la mano de Juan, que no tuvo mayores consecuencias.Yo seguía con el mismo señuelo, cuando noté una picada más violenta que las anteriores. En un principio pensé en una aguja de buen tamaño, pero la pieza que ahora tenía al otro lado de la linea, no era tan estilizada.
...Se trataba de una lubina de algo más de un kilo, que había interrumpido la recogida del señuelo en una zona profunda.
Después de tanta diversión, por fin una captura de cierta entidad.Aún quedaba tiempo para engañar algún pez más y por eso seguimos intentándolo.
Juan sacó otra lubineta en medio de la rompiente y sorteando las laminarias, que ahora ya tienen un tamaño considerable y dificultan más la pesca.Y Diego también optó por pescar sobre la misma zona, consiguiendo una nueva captura.
No divisaba ya a Marcos, por lo que decidimos abandonar nuestro emplazamiento e ir en su busca.La jornada para Marcos no había sido muy fructífera y el cansancio ya era más visible, por lo que decidió marcharse, no si antes desearnos suerte en el tramo final de la jornada.
Aprovechamos para cambiar una vez más de lugar y nos fuimos más al sur.
Aquí Juan capturó otra pieza más, en forma de lubineta.Poco después, optamos por marcharnos, pues el calor ya era bastante molesto.
Al salir por las piedras, nos encontramos con esta aguja y con un pez araña. Seguramente, por lo incómodas que le resultan estas capturas a algunos pescadores, optaron por dejar que pereciesen bajo el sol abrasador.
Una práctica que no comparto en absoluto.
Esto es lo que dio de sí esta entretenida jornada, que espero repetir en breve.
Pudimos comprobar que había otros pescadores en las inmediaciones, pero no había indicios de que hubieran capturado algo.Otra aguja se abalanzó sobre el señuelo de Marcos. La liberación fue sencilla, pero al pez le costó un poco salir nadando hacia el resguardo que le proporcionaba el mar.Diego fue probando con distintos señuelos, pero todavía no se había estrenado. De todas formas aún había tiempo por delante y las nuevas zonas nos podían deparar gratas sorpresas.Hoy traía conmigo al codiciado Spittin´Wire. Y digo codiciado, porque últimamente es bastante difícil su adquisición.
El caso es que al poco de comenzar a usarlo, clavé esta lubineta.Y poco después otra más sucumbió a sus encantos, que tanto agradan al pescador como a los peces.
Lo más destacable sin duda es su capacidad de lanzamiento (incluso con viento de cara), a pesar de su tamaño.Volvimos a cambiar de lugar y los resultados no se hicieron esperar.
Juan clavó otra pequeña lubina con un habitual de su caja de señuelos.Decidí colocar un Max Rap, pues los minnows requieren menos movimientos de la caña, para su correcto uso.
Y el cambió funcionó, pues no tardé en hacerme con otra lubineta, que con sus sacudidas, logró complicar la suelta un poco más.Y otra de nuestras plateadas amigas, picó entre la espuma en la que tan cómoda se siente.
Eran momentos de actividad y había que aprobecharlos.Otra lubineta más para el marcador del Max Rap. Este año, la respuesta de la marca finlandesa a los señuelos japoneses, está causando furor.
Tanto en resultados como en precio, que es algo a tener en cuenta en estos momentos de crisis.Mientras Diego sacaba una lubina, yo volví a probar con el Spittin´y los resultados fueron inmediatos. Una lubineta que picó muy lejos y me ofreció una bonita lucha.Bastaron unos lances más para que nuevamente la puntera de la caña se curvase. El Spittin´ volvía a hacer de las suyas. Sólo faltaba que las piezas fueran de un tamaño mayor.Mientras Marcos se alejaba por otra zona, Juan y Diego se pusieron a pescar donde yo me encontraba.
Los resultados fueron inmediatos y Juan sacó esta lubina, cerca de una roca sumergida.
Mientras cambiaba de señuelo, me decidí a hacer un experimento sobre la voracidad de la lubina.Le dije a Juan que con el Lucky Craft Sea Finger de 20 cm, podría capturar una lubina de tamaño similar.
Y no anduve muy desencaminado porque esta lubineta de poco más de 20 cm venía prendida del triple trasero.A lo lejos, Diego me mostraba otra captura más.
¿Donde estaban las grandes? Me preguntaba.
Entre tantos peces que iban saliendo, alguno tendría que ser de buen tamaño.Con el Sea Finger conseguí quitar otra lubineta, poco más grande que el señuelo.
Esto demuestra la gran voracidad de la loba de mar. Sin duda el dicho de "señuelo grande, pez grande", no se estaba cumpliendo.Con una nueva captura, Juan tuvo un pequeño percance, pues esta se sacudió y provocó un leve pinchazo en la mano de Juan, que no tuvo mayores consecuencias.Yo seguía con el mismo señuelo, cuando noté una picada más violenta que las anteriores. En un principio pensé en una aguja de buen tamaño, pero la pieza que ahora tenía al otro lado de la linea, no era tan estilizada.
...Se trataba de una lubina de algo más de un kilo, que había interrumpido la recogida del señuelo en una zona profunda.
Después de tanta diversión, por fin una captura de cierta entidad.Aún quedaba tiempo para engañar algún pez más y por eso seguimos intentándolo.
Juan sacó otra lubineta en medio de la rompiente y sorteando las laminarias, que ahora ya tienen un tamaño considerable y dificultan más la pesca.Y Diego también optó por pescar sobre la misma zona, consiguiendo una nueva captura.
No divisaba ya a Marcos, por lo que decidimos abandonar nuestro emplazamiento e ir en su busca.La jornada para Marcos no había sido muy fructífera y el cansancio ya era más visible, por lo que decidió marcharse, no si antes desearnos suerte en el tramo final de la jornada.
Aprovechamos para cambiar una vez más de lugar y nos fuimos más al sur.
Aquí Juan capturó otra pieza más, en forma de lubineta.Poco después, optamos por marcharnos, pues el calor ya era bastante molesto.
Al salir por las piedras, nos encontramos con esta aguja y con un pez araña. Seguramente, por lo incómodas que le resultan estas capturas a algunos pescadores, optaron por dejar que pereciesen bajo el sol abrasador.
Una práctica que no comparto en absoluto.
Esto es lo que dio de sí esta entretenida jornada, que espero repetir en breve.
¡Jose! ¿cuando tienes pensado dejarme la camara? por que amigo en esa salida de pesca sobradamente tu triunfaste de largo con lo cual enhorabuena por ello y por esta buena entrada aun que aqui anque no se pesque siempre triunfas.
ResponderEliminarUn saludo, Juan.
Jose te tengo que dar la enhorabuena por las peazo lubinas que estais sacando. Menuda racha y que siga. La voracidad de estos peces era inimaginable para mi. Gracias a tus entradas me estás empezando a pinchar, igual en un futuro no muy lejano me atreva a bregar con estos peces, pero no se si irme a las rompientes...que para eso hay que ser experimentado como vosotros. Bueno Jose que siga así la racha y que caigan muchos róbalos.
ResponderEliminarHno. de los anzuelos, Jose:
ResponderEliminarCuántos pececillos dieron esas "rocas". ¡Qué divertida jornada!.
¡Felicitaciones al grupo!.
Un abrazo y,...
Un afectuoso sapukay.-
Cómprate tú una jejeje.
ResponderEliminarAquí no triunfa nadia más que otro, sino que es posible que se divierta más que el otro, si bien yo disfruto cuando otros pescan, aunque yo no lo haga.
Te animo a que lo hagas chagua. Son unos peces muy luchadores además de bellos.
Sí Leo. Estas rocas están pobladas de vida.
Muchas gracias compañeros.
Buena jornada Jose, es impresionante la voracidad que tienen las lubinas, solo os faltó el róbalo como broche de oro, pero otra vez será.
ResponderEliminarSaludos
Hola Jose;
ResponderEliminarMenuda pescata, vas tener que aumentar la memoria de la cámara...
Ese max rap blanco es un asesino, pena de 15 o 17cm.
Enhorabuena y un saludo.
Vaya jornada!! que pena que no se repitiese el día que compartimos por esas piedras...
ResponderEliminarSaludos.