viernes, 13 de agosto de 2010

Objetivos conseguidos

El pasado sábado se cumplieron dos objetivos que paso a relataros.
Por la mañana nos reunimos varios pescadores en un puntal en el que podríamos pescar sin muchos problemas, pues en otras zonas no había suficiente calado.
Todavía no había mucha luz, por lo que había que proceder con cuidado al caminar por la rocas. Un traspiés podía darnos un buen susto.Después de que Julio tuviese sendas picadas a su vinilo, yo opté por probar suerte con un minnow vistoso.
En pocos lances tuve una picada. Se trataba de un abadejo que trató de buscar refugio entre las laminarias, pero al que no le cedí un ápice de terreno para no perderlo.Después de liberar la primera pieza, tuve una picada algo más violenta y con algo más de luz ya pude ver que se trataba de una lubineta.
Cerca de nuestra posición se divisaban a dos pescadores.Otro de los compañeros se hizo con otro abadejo poco después.
Parece que las picadas se iban sucediendo, pero por el momento no había ninguna captura de buen tamaño.El cuñado de Juan capturó la primera aguja. Últimamente no hay jornada de pesca en la que no tengamos algún encuentro con este estilizado pez.
De todas formas, siempre es bienvenida una lucha con este incansable morador del mar.Cuando las picadas cesaron por completo, cambiamos de lugar. Nos fuimos a un lugar en el que se disponía de suficiente calado para probar suerte con los minnows que trabajan a mayor profundidad.
Eso sí, la rompiente era mucho mayor que en el primer lugar, lo que hizo que pusiéramos los cinco sentidos en lo que estábamos haciendo.Juan también corrió la misma suerte que su cuñado y sacó otra aguja.
Estuvimos un buen rato intentándolo ya fuera con paseantes o minnows, pero parecía que los peces no querían cooperar.Mientras seguíamos recorriendo la costa, recibo una llamada de mi hermano:
-"He capturado un robalo".
Quedé con él cuando emprendiese el viaje de regreso.Seguimos intentándolo sin fortuna.
Julio tuvo un problema con el trenzado y este se le rompió en pleno lance. Su señuelo quedó a merced de las olas. A penas se podía ver en la distancia, pero Juan y yo queríamos "pescarlo".
Días atrás le había recuperado un señuelo a otro pescador y esta vez también fui yo el que consiguió "pescar" el señuelo. En estos casos atribuyo el éxito a mis años como pescador de río, donde se necesitan lances más precisos.Una vez finalizada la jornada de pesca, había quedado con mi hermano, para fotografiar el robalo que había pescado por la mañana.
Aprovechando que Juan llevaba la báscula, lo pesamos in situ.
4.300 Kg de robalo, que fue engañado con un paseante y que al fin tocó tierra, pues mi hermano ya había perdido varios ejemplares en anteriores jornadas.
!!Enhorabuena¡¡Por la tarde había quedado con otros compañeros, para intentar sacar más de 100 basses en una jornada. Los años anteriores nos habíamos quedado a las puertas, pero por la mañana la cosa no se les había dado mal.
Una vez en el lugar comencé a pescar y de paso fui en busca de mis compañeros.En un principio lo intenté con señuelos duros (minnows, paseantes y poppers), pero en vista de que no le hacían mucho caso, les di la oportunidad a los vinilos.
Llevaba encima un Flying Lure que me habían regalado hace tiempo y quise probarlo en estas circunstancias.
Pronto comenzaron las picadas, aunque los ejemplares obtenidos no eran grandes.Se trataba de sacar basses en cantidad para alcanzar la cifra de 100 peces.
Observé que no había muchos pescadores. Quizás fuese por el calor reinante o por otra causa diferente, pero eso siempre se agradece.
El embalse ya había bajado de nivel y los peces han acusado el cambio, pues ahora no disponen de las zonas habituales para su cobijo.La próxima generación ya campa a sus anchas por sus nuevos dominios, pero con la precaución de que alguno de sus congéneres no quiera llevárselos a la boca, para prepararse para la próxima estación.
El año pasado fue una estampa muy repetida a estas alturas de mes y por eso los swimbaits nos brindaron buenas capturas.

El caso es que cuando me encontré con mis compañeros, me dieron la buena noticia: Habían superado la barrera de los 100 basses.
Decidimos acercarnos hasta un bar para celebrarlo y tomar algo que nos ayudase a combatir el intenso calor.
Y esto fue lo que dio de si esta jornada.
*Agradecer a los compañeros de El Pez Rosa, por enviarnos algunos señuelos para repartir entre los asistentes, y que en breve serán probados.

5 comentarios:

  1. Buena lubina la que habeis pillao Felicidades al pescador, objetivo bien conseguido como dice el post.
    Saludos Jose.

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  2. Muy buenas Jose!!! La verdad que estáis por esos lares intratables. Hay que quitarse el sombrero por la cantidad y el tamaño de los bichos que sacais tanto en el aguas dulce como en el mar. Espero que sigais poniendonos los dientes largos en cada salida.
    Un saludo.

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  3. Muchas gracias Javi. A mi hermano ya le hacía falta una así para combatir la mala suerte de otras ocasiones.
    En cada región hay unas atracciones chagua. Tú por ejemplo tienes más cerca a barbos, lucios y huchos. Para mí ya suponen un mayor desplazamiento. Espero no poneros los dientes más largos aún, no vaya a ser que lleguen hasta el suelo jejeje.
    Saludos.

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  4. Hola Jose!!!! Acá estoy volví de viaje ajajá por eso no escribía en tu blog.

    El chico ese de chaleco bordo es tu hermano?
    Que pedazo de bicho lo que tiene en sus manos!!! Enhorabuena!!
    La verdad que no tienes que esperar a tus vacaciones para disfrutar de las salidas de pesca.
    Hermoso relato, hermosas fotos y hermosos ejemplares, lo que últimamente están sacando tus compañeros de pesca y vos.
    Te mando un beso grande amigo…. desde Buenos Aires.
    Fer…

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  5. Si Fer, es mi hermano.
    Me alegro que vuelvas a asomarte por este espacio.
    Un saludo y espero que hayas disfrutado de ese viaje.

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